- Los horarios extensos de los padres o desconocimiento de los cuidadores en cuestión de tecnologías
- Necesarias, las clases de regulación cuando se reingrese a las aulas
Docentes deben de entender que no todos los papás pueden ayudar a los niños en clases a distancia, hay quienes trabajan y no pueden apoyar a los niños con clases. Son necesarias evaluaciones más flexibles y que, una vez se reingrese a las aulas, se tengan clases de regulación.
Las opiniones acerca del método de evaluación para los estudiantes de educación básica se han visto divididas, pues, por un lado, hay quienes apoyan esta guía establecida por la Secretaría de Educación Pública (SEP), ya que se adapta a la nueva forma en la que se ha desarrollado este ciclo escolar; en contraste, también hay quienes aceptan que no todos los estudiantes han cumplido con las labores escolares a pesar de tener todos los medios posibles, por lo que no consideran justo estas evaluaciones.
Para la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF), tanto los estudiantes como los papás han tenido problemas para superar este ciclo escolar, que van desde aprender a usar las herramientas que se tienen al alcance para continuar con sus estudios. Consideró que esta herramienta será incentivo para lograr que los niños terminen el ciclo escolar.
La presidente de la asociación, Viridiana Amaya Guerrero, propone que, una vez regresen a las aulas, se diera un curso de nivelación para reforzar las clases a distancia, que no se enfoque tanto en que si los niños pueden o no reprobar durante este ciclo que fue impartido de forma distinta.
Uno de los argumentos en contra es que los estudiantes no trabajan, a ello, la dirigente comentó: “Yo me voy a las ocho de la mañana a trabajar y llego nueve de noche, llego a hacer nada con los niños, no más llego a hacer de cenar, a bañarlos y a dormirlos. A mí sí me gustaría que hubiera más flexibilidad por parte de los niños, que tuvieran más flexibilidad”.
De la misma manera, reconoce que hay familias en donde son los abuelos que tienen que cuidar a los niños y que ya no están familiarizados con la tecnología para apoyarlos, mientras que los que niños que se quedan solos no tienen responsabilidad para hacer la tarea. “No es cuestión de culpas, es algo que no estaba en las manos de nadie”, concluyó Amaya Guerrero.