Le comentaba la semana pasada que pertenecer al grupo parlamentario del PAN en el senado es una experiencia extraordinaria pues me ha dado la oportunidad de servir a mi país, principalmente en esta época de crisis. Dice el refrán que “obras son amores y no buenas razones” lo que me invita hoy a comentarle sobre las obras realizadas, sobre lo que hemos aprobado como bancada ante la crisis económica. Lo primero fue el asegurar un uso más justo y eficiente de los recursos públicos para enseguida permitir que los trabajadores y sus familias accedan a mayores recursos de sus fondos para el retiro en caso de desempleo. Asimismo avanzar en la protección de los usuarios frente a las injusticias de la intermediación y comisiones bancarias que tanto han mermado la economía familiar, para ello hemos promovido un mayor rendimiento en los ahorros así como en la eliminación de comisiones bancarias injustas estableciendo reglas para el uso de las tarjetas de crédito, transparentando la suscripción de contratos seguros y justos.
Importante ha sido el promover reformas a diversas disposiciones, como la Ley sobre el Contrato de Seguro; la Ley de Protección y Defensa del Usuario de Servicios Financieros; la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros; la Ley del Banco de México; la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.- El día 25 de junio de 2009.
En lo que respecta a PEMEX, promovimos una política energética de Estado que garantice energías para las empresas, las familias y para las futuras generaciones. Por eso impulsamos y aprobamos reformas que permitirán aumentar la capacidad de producción, modernizar su gobierno corporativo garantizando su autonomía financiera incrementando su flexibilidad operativa, entre otros aspectos.
Un punto de suma importancia es la Reforma Hacendaria. Aquí la reforma de 2007 establece las bases para transitar hacia un sistema tributario más simple y robusto con un presupuesto orientado a resultados y evaluación de desempeño. La homologación contable y financiera en los tres ámbitos de gobierno así como la mejor fiscalización de los recursos públicos. Lo anterior son pasos importantes para avanzar hacia un nuevo federalismo hacendario mexicano, en el cual los estados contarán con nuevas potestades tributarias y con ello mayor autonomía financiera.
Una acción primordial a desarrollar es indudablemente el fomento económico y para ello se promovieron reformas sobre normatividad inherente a obras públicas, adquisiciones, arrendamientos, servicios y responsabilidades administrativas de los servidores públicos; todo ello enfocado a la agilización de las compras y adquisiciones del gobierno, creando un registro único de proveedores por lo que ahora las empresas podrán registrarse y actualizar su información cada año a fin de poder participar en los concursos del gobierno, asimismo las empresas no pagarán las bases de licitación como hasta hoy se ha realizado. Se ha establecido además la obligación de las dependencias y entidades para diseñar y ejecutar programas de desarrollo de proveedores de micro, pequeñas y medianas empresas nacionales, a efecto de generar cadenas de proveeduría respecto de bienes y servicios que liciten regularmente.
En lo que respecta a la banca de desarrollo y atendiendo a la urgencia por crear medidas que permitan retomar la economía del país, se aprobaron modificaciones con el objeto de contar con un marco legal más flexible que permita incrementar el otorgamiento de créditos productivos y realizar operaciones de manera más eficiente.
La subcontratación laboral era un tema que lastimaba a la clase trabajadora, por ello es que se aprobaron reformas a la Ley del Seguro Social con el objeto de regular la intermediación y subcontratación laboral, (outsourcing) evitando con ello la evasión en el pago de las cuotas de seguridad social a los trabajadores, asimismo se hace corresponsable a la empresa contratante de la subcontratación, así como al consorcio que brinda el servicio.
A lo largo y ancho de la República he podido constatar la grandeza de la gente que con ahínco lucha por salir de la mala situación tanto económica como de seguridad. Y esa actitud de los ciudadanos es la que me ha motivado enormidades a entregarme por completo a mi encomienda pues sé que el hombre que se rinde al desaliento está perdido. Lo que importa en el combate no es perder la vida, lo que importa es no perder la dignidad; lo grave no es caer, lo grave es no levantarse para seguir luchando; lo que es decisivo no es la derrota física, sino sentirse vencido. A los hombres de México sólo se les puede gobernar sirviéndolos.