y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Mario Benedetti.
Corría el año de 2010 y parecía que el Bosque de Los Cobos estaba condenado a desaparecer. El Fraccionamiento Bicentenario era la mayor, pero sólo una de las varias amenazas a dicho ecosistema. La gente en general no había escuchado hablar del Bosque y la problemática no estaba en la arena mediática y mucho menos en la agenda política de Aguascalientes. Los notables esfuerzos de un grupo que intentaba defender el Bosque no habían rendido frutos contundentes, ni en lo jurídico, ni en el cabildeo, ni en el área forestal; todo lo contrario. Pero la marea estaba por cambiar.
La Maestra en Educación Guadalupe Castorena se acercó a mí ese año para invitarme a sumar esfuerzos por el Bosque de Los Cobos. Conocí los múltiples valores del Bosque gracias a las excelentes descripciones del guardabosques Miguel Vázquez y de las vigorosas arengas del Ing. Agustín Bernal. Mi primera visita al sitio fue un recorrido que realicé con Carlos Flores, a quien en el seno de la Red Aguascalentense de Promotores Ambientales llegué a reconocer públicamente obsequiando un libro de colección; me pareció correcto un gesto de aliento para esos esfuerzos que continuamente se veían frustrados. La misma Red organizó una conferencia en Casa Terán para abordar la problemática del Bosque, pero el carácter académico de la organización no auspiciaba la incidencia política. Fue entonces que la Maestra Castorena decidió actuar.
Al incipiente grupo se sumó el ímpetu de Claudia Correa y tras el análisis situacional, de alguna forma ya expuesto, se decidió apoyar a los muchachos guardabosques complementando su valioso trabajo con una estrategia mediática y pública que cambiara la narrativa. El estilo combativo que había imperado hasta ese entonces no sólo no había funcionado, sino que les había ya cerrado las puertas tanto de las oficinas públicas (que les reconocían fama de rijosos intransigentes) como de otras asociaciones ambientalistas de gran experiencia (cuyos consejos no escuchaban, con las evidentes consecuencias). La colectividad que iniciaba la Maestra Lupita acordó con los guardabosques una ruta crítica: una conferencia de prensa en la que se anunciara que en el “Bosque” (y mucho insistimos en subrayar el término, que en sentido estricto es correcto, aunque el tipo de bosque no sea el que el común de la gente imagina) de Los Cobos se había encontrado evidencia de lince rojo vía cámaras-trampa (lo que mostraba la salud del ecosistema) y la invitación a un evento de carácter lúdico, cultural y familiar en la propia área forestal. De esa manera, cambiaría el tono del activismo por una veta más científica y cultural, positiva y propositiva, que instalara en las agendas el abordaje de la problemática y la necesidad de salvaguardar los múltiples servicios ambientales y las diversas riquezas del Bosque.
La conferencia de prensa, que tuve el honor de organizar, fue exitosa, como así lo fue el primer Cobos Fest que se realizó unos días después. La Maestra Guadalupe Castorena, hija predilecta de Aguascalientes, amén de ser una notable bióloga y ambientalista, es fotógrafa, dramaturga y cantante, lo que le facilitó confeccionar un programa atractivo con familiares, contactos y, desde luego, los guardabosques. La marea, como señalé al inicio, cambió y eventualmente el proyecto inmobiliario “Bicentenario”, que parecía un hecho consumado, fue cancelado. Pero no sólo eso cambió. Las semillas plantadas por la Maestra Lupita germinaron y, por un lado, el Cobos Fest cumple ya una década de celebración anual, mientras que esa agrupación informal terminó consolidándose como Movimiento Ambiental de Aguascalientes, A. C., que recién el año pasado fue reconocido por el municipio capital con el Premio del Cuidado al Medio Ambiente y que, hoy por hoy, es una de las principales asociaciones ambientalistas de Aguascalientes.
El Cobos Fest, que este año lleva como lema “El Festival de la Tierra a 10 años del inicio”, no sólo se apuntala como un evento ciudadano que promueve el encuentro para la divulgación científica, la creación cultural y el pragmatismo ambiental en Aguascalientes, sino que también plantea el foro para que la academia, la función pública, el activismo y la sociedad en general dialoguen, valoren y disfruten los servicios ambientales y las riquezas arqueológicas, paleontológicas y biológicas del Bosque de Los Cobos. El Cobos Fest celebra también este año la constitución de la Alianza Ciudadana por el Bosque de Los Cobos toda vez que, a lo largo de este decenio, la Maestra Guadalupe Castorena, por Movimiento Ambiental, y Miguel Vázquez, por el Comité de Guardabosques, no sólo han mantenido la organización del propio festival, sino que han tejido una red de coaliciones con otras organizaciones sociales, agrupaciones y liderazgos de la localidad, y colectividades e individualidades diversas, que este 2020 han decidido aliarse para defender al Bosque de Los Cobos de las amenazas que tanto a lo externo como a lo interno se siguen presentando.
Punto importante para destacar en el Cobos Fest es el de la Ciencia Ciudadana. El reconocido divulgador científico Enrique Ganem, el Explicador, recientemente subrayó el importante papel de esta actividad. Quienes participan en el Cobos Fest pueden experimentar directamente en la Ciencia Ciudadana de varias formas: a través del portal internacional eBird con el Grupo de Observación de Aves de Aguascalientes AvesAgs, con la plataforma Naturalista de la Conabio y con la aplicación Cuentárboles de CentroGeo y Núcleo Verde. La participación ciudadana en el Bosque de Los Cobos tiene impacto en los indicadores científicos a nivel nacional e internacional. Por citar dos ejemplos: en el Día Mundial de Contar Aves del 17 de octubre, la gran mayoría de las observaciones reportadas en Aguascalientes fueron de la microcuenca Cobos-Parga en una actividad del Cobos Fest. Los listados son públicos y pueden ser consultados tanto por la ciudadanía como por la academia en cualquier parte del mundo (ebird.org/checklist/S74984145); por otro lado, en el Congreso Internacional de Ciencias Sociales Paso del Norte 2019, el dr. Victor Hugo Salazar y quien escribe estas líneas tuvimos oportunidad de participar en el panel “El cuidado del medio ambiente desde las Ciencias Sociales” con dos ponencias sobre el Bosque de Los Cobos y la incidencia que tanto Movimiento Ambiental de Aguascalientes como el Comité de Guardabosques han tenido en la protección del lugar, desde dos perspectivas académicas distintas.
El Cobos Fest 2020 se celebra del 17 al 25 de octubre y ofrece una amplia diversidad de actividades, tanto en línea como presenciales (con cupo limitado y medidas sanitarias), todas ellas gratuitas. El programa puede consultarse en https://bit.ly/3ofslTm. En el discurrir de la década, personas y organizaciones se han desprendido y adherido a la causa. Hay quienes incluso se han vuelto, irónicamente, parte de las amenazas que pretendían combatir. Pero el Cobos Fest vuelve a ser ocasión para que Miguel y Agustín, que han fortalecido el Comité de Guardabosques, y Lupita y un servidor, que hemos forjado incidencia desde Movimiento Ambiental, nos volvamos a unir en concierto con la miríada de voluntades que genuinamente buscamos la conservación y protección del ecosistema de Los Cobos en beneficio de la sociedad de Aguascalientes y de la comunidad de la vida en el planeta. En el Cobos Fest 2020, en el Bosque, codo a codo, somos mucho más que dos.
