En 2015, Sarah Gavron, en la película “Las sufragistas”, capturó en la pantalla grande una de las luchas más representativas del último siglo: la conquista del voto femenino; episodio de la historia que marcó la vida de las mujeres al reivindicar su derecho a participar en la vida política.
En México, han transcurrido 65 años desde que las mujeres se apropiaron de las urnas para elegir a sus representantes federales, el 3 de julio de 1955, derivado de la reforma constitucional impulsada dos años antes, el 17 de octubre de 1953.
La democracia se construye a partir de la participación ciudadana, pues le otorga voz a una sociedad plural. De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), la tasa promedio de participación ciudadana en las elecciones federales de 1991 a 2015, fue del 57.58%.
De acuerdo con lo reportado por este Instituto, las mexicanas votamos más que los mexicanos, tanto en las elecciones intermedias como en las presidenciales. Así, por ejemplo, en 2018, la votación femenina alcanzó el 55.1%, mientras el voto masculino solo llegó a 44.9%; aunado al hecho de que los niveles de abstencionismo fueron más altos en ellos (53.6%) que en nosotras (46.4%).
En el caso de Aguascalientes, el porcentaje de participación ciudadana en las elecciones federales de 2018 fue del 59.4%. En dichos comicios, las mujeres superaron a los hombres con un 62.3% y un 53.4%, respectivamente.
En esa misma jornada, la Ciudad de México fue la tercera entidad con el más alto nivel de participación ciudadana, logrando un 70.6% de asistencia a las urnas, en donde la participación femenina superó a la de los hombres, con un 73.8% contra 65.9%.
Estos datos los arrojan evidentemente fuentes de información pública, y desde nuestro enfoque como comisionadas de transparencia, podemos afirmar que bajo la acción de la transparencia en todas sus vertientes, la ciudadanía en general, pero en el enfoque que nos ocupa: las mujeres (no olvidemos que esta serie de escritos son conmemorativos del sufregio femenino en nuestro país) encontramos el espacio de conocimiento más certero, directo y eficiente para conocer la acción gubernamental, estadísticas y demás información relevante para conocer amplia gama de aspectos del poder público y de las estructuras gubernamentales que forzosamente se dan a conocer mediante el cumplimiento de obligaciones de transparencia, a fin de conocer la situación política de las mujeres, en aspectos como:
*Mujeres que participan emitiendo sus votos, las zonas a las cuales pertenecen.
*Mujeres que integran la militancia de partidos políticos, en proporción a las que logran candidatearse para puestos de elección popular.
*Mujeres candidatas y los distritos por los cuáles van postuladas y a qué tipo de cargo popular.
*Mujeres candidatas que no sean militantes de partidos políticos.
*Mujeres ganadoras de elecciones.
*Mujeres perdedoras de elecciones.
*Suplentes de cantidatas mujeres.
*Mujeres que ocupan cargos de elección popular, proporción.
*Mujeres en los cargos de toma de decisiones: rangos, sueldos, posición en estructuras orgánicas, personal a su cargo.
*Índice de escolaridad de las mujeres que logran acceder a espacios de toma de decisiones, ya sea en cargos de elección popular o dentro de las estructuras de la administración pública.
*Acciones y políticas en pro de la situación de las mujeres.
*Acciones tendientes a combatir la violencia política en contra de las mujeres.
*Recursos empleados para capacitaciones de mujeres a fin de fortalecer su situación en el marco político, y en esto conocer: mujeres participantes, desertoras, resultados, tipo de preparación y en sí los aspectos relacionados a la obligación legal para la capacitación, promoción y liderazgo de las mujeres.
*La protección de datos personales en cuanto a información sensible que puede ser preventiva de situaciones de violencia política contra las mujeres.
Esto, por referir de manera ejemplificativa datos que pueden obtenerse a través de la herramientas de la transparencia y la protección de datos personales, motivo por el cual a propósito de este trabajo nos permitimos alentar a todas las lectoras y por supuesto también a los lectores a que hagamos uso de herramientas tan eficaces que nos muestran de manera tan eficiente, aspectos tan generales y tan específicos como los busquemos, para tener el panorama completo de la situación que tenemos en el marco participativo, político y de oportunidad para vivir de manera activa en nuestro sistema democrático.
Susan B. Anthony, activista estadounidense que defendió los derechos de las mujeres, dijo: “hombres, sus derechos y nada más; mujeres, sus derechos y nada menos”. La lucha de las sufragistas es una de las tantas que generaciones de mujeres han peleado y que seguiremos dando hasta hacer realidad los derechos que siempre hemos tenido.
Brenda Macías y Marina A. San Martín Rebolloso