La contradictoria realidad de las avenidas / Pensar el hábitat - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Las avenidas juegan un papel fundamental en la ciudad. Si la red viaria es la ciudad lo que el sistema sanguíneo al cuerpo, las avenidas serían como las mayores venas y arterias, con una gran capacidad para mover el oxígeno y demás nutrientes que el cuerpo necesita. Y en el caso de las ciudades, el oxígeno son las personas, que se mueven entre todos los rincones de la urbe, pues todos los órganos del complejo sistema son esenciales para su función.

En este sentido, las avenidas permiten articular al organismo en su totalidad, por lo general son amplias e ininterrumpidas por vastas distancias, prometiendo ser aptas para el movimiento. Es por esto por lo que todos los ciudadanos las conocen muy bien. Su capacidad de movimiento es garantía de vitalidad urbana, no por nada es común que estén repletas de comercios y equipamientos. Sin embargo, esto nos revela la realidad contradictoria de las avenidas, existen en constante confrontación entre vida pública y movimiento.

Si hay tantos comercios y peatones, se observaría la necesidad de mejorar las condiciones de habitabilidad. Mismas que no se limitan a la actividad peatonal, sino que también suelen estar relacionadas con el éxito del ciclismo urbano y, sobre todo, del transporte público, ya que funciona mucho mejor en avenidas que en pequeñas calles. Con esto nos enfrentamos al movimiento motorizado, la cantidad y velocidad de los vehículos termina degradando severamente las condiciones de habitabilidad de su contexto inmediato. Sus defensores demandan flujos continuos y mayores velocidades, posiblemente sin la conciencia de que la avenida es un espacio compartido.

Podríamos quedarnos sin hacer nada al respecto, manteniendo al estatus quo y con esto, una ciudad con pobres espacios público, inequitativa y contaminada. O podemos cambiar, hacia una ciudad equitativa, sustentable, democrática y agradable. Este cambio de aspiraciones se vería reflejado rápidamente en las avenidas. Si en vez de tener seis carriles para la circulación, dos para estacionamiento unas angostas banquetas, esta misma avenida se podría transformar, arbolada, con generosas banquetas, ciclovía, carriles exclusivos para el transporte público y acceso para los automóviles.

Probablemente habrá quien se escandalizaría si esto se hiciera realidad en una avenida, la transición de un modelo de ciudad dispersa y de alto consumo energético a uno más sustentable y compacto, no sucederá de la noche a la mañana. Pero con un compromiso político, lo que empieza con una avenida se convierte rápidamente en una red de calles multimodales. El ciclismo urbano y el transporte público rápidamente sería impulsado con mejores condiciones de seguridad y mayores velocidades de desplazamiento, de hecho, incrementando también la capacidad de una calle para mover personas, pues las ciclovías y los carriles exclusivos para transporte público tienen una capacidad muy superior a un carril para autos (además en una democracia donde importa la persona y no su capacidad económica de comprar un auto). Por su parte, los peatones tendrían una mejor calidad de vida, con menor exposición a contaminantes y violencia vial. Además, esta mejora de habitabilidad también haría los comercios circundantes más atractivos y rentables, pues más personas podrían acceder a estos.

Hacerlo realidad podría ser rápido si como ciudad nos planteamos las mismas metas. Periódicamente se reemplazan las carpetas asfálticas en las avenidas ¿Qué pasaría si esta intervención viniera acompañada de mejores banquetas, arbolado, ciclovías, un carril designado para el transporte público y paradas dignas? En menos de un sexenio el cambio sería notable en toda la ciudad.

Al igual que con nuestro cuerpo, la ciudad también se enferma y hay que sanarla. Si nuestras arterias son rígidas y están tapadas con colesterol ¿No cambiaríamos nuestra dieta o nos trataríamos para tener un cuerpo saludable? En el caso de la ciudad ¿No habría que hacer cambios para tener una urbe saludable? No digo que será fácil, pero considero que este cambio se podría iniciar en nuestras avenidas, como los espacios que comúnmente todos utilizamos y conectan toda la ciudad, la salud se reflejaría en la capacidad de mover personas (no es lo mismo que vehículos) y la habitabilidad de estas ¿Qué estamos esperando para tratar la salud de la ciudad?

 



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