En la entrega anterior compartí un recuento de los temas presentados en los primeros dos días de trabajo del 4º Seminario de Decrecimiento y Ética Ambiental: participación académica y ciudadana en la política pública. Hoy continuaré con la reseña de las ponencias faltantes en la entrega anterior.
Antes de comenzar con los trabajos del tercer día, me permito mencionar la presentación hecha por el biólogo Ricardo Alonso Soto presentada para cerrar las actividades del segundo día del seminario. Él es representante de la Comisión Nacional de áreas naturales protegidas (Conanp) y está a cargo del despacho de las ANP Federales de Sierra Fría, Sierra del Laurel y Serranía de Juan Grande en Aguascalientes, así como de la Sierra de Morones y Sierra de Juchipila en Zacatecas. El biólogo Alonso nos habló de la importancia que tiene la protección de estas áreas debido a que en ellas se encuentran especies protegidas, como el águila real, misma que tiene una importancia fundamental en los ecosistemas y, a pesar de ello es una especie amenazada; así como la guacamaya verde que habita en algunos cañones en la sierra del Laurel en Calvillo. Además, nos comentó que tienen poco personal para cubrir áreas muy amplias, por lo que se apoyan en las comunidades cercanas a las zonas protegidas para que ellos sean también garantes de estas.
La primera presentación de la jornada de clausura del Seminario corrió a cargo del mtro. Julio César Medina, secretario de Sustentabilidad, Medio Ambiente y Agua del Estado de Aguascalientes, en la que nos compartió cuáles son las principales funciones y acciones que está coordinando esta dependencia en beneficio del cuidado de los bienes naturales de Aguascalientes, una de las principales es el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial como instrumento de política pública ambiental en el que se inserta la participación de la academia y la sociedad civil organizada a través de mecanismos como el Consejo Consultivo Estatal y la Consulta Ciudadana.
A continuación, se presentó una mesa en la que participaron los doctores en derecho Oscar Arnulfo De la Torre Lara y Arístides Gutiérrez, ambos catedráticos de la UAA. El primero presentó el trabajo titulado Conflictos socioambientales y defensa del territorio en México. Reflexiones en medio de la pandemia. La reflexión jurídica sobre estos conflictos surge como resultado de la crítica al modelo económico capitalista que castiga a ciertos grupos de la sociedad que están más expuestos a los riesgos y costos promovidos incesantemente por la ciencia y la tecnología para aumentar la extracción de plusvalor, y con ello concentrar y centralizar un beneficio económico, pero sin que los dueños originales de la tierra obtengan parte de éste. En ese contexto surgió el Covid-19 cuyo factor seminal es la destrucción de los hábitats de las especies silvestres y la invasión de estos por asentamientos urbanos y/o expansión de la industria agropecuaria, con la que se crean situaciones propicias para la mutación acelerada de los virus. De modo que entre las causas de la pandemia se encuentran los grandes megaproyectos de desarrollo, fundamentalmente la urbanización y la industria agropecuaria –basada en monocultivos y uso intensivo de agrotóxicos y antibióticos– cuyas consecuencias son la destrucción de los ecosistemas y su relación con las condiciones de vulnerabilidad alimentaria de gran parte de la población en México. Por su parte, el doctor Arístides, presentó el trabajo titulado La reconfiguración del concepto de utilidad pública en la Ley de Hidrocarburos, en el que explicó cómo es que la citada ley ha sido modificada con el objetivo de que contribuya al bien público, ya que previamente atendía principalmente a los intereses de las empresas privadas, más que a un beneficio social que redundara en una mejora de las economías locales y la nacional. Entonces, el concepto de utilidad pública estaba mal empleado en la reforma, pues se establecían procedimientos tendientes hacia el derecho civil, como si ciertos sectores de la población estuvieran en las mismas condiciones que una empresa, situación que no es así, entonces el concepto de utilidad pública en la ley de hidrocarburos busca detener los intereses particulares que sólo benefician al sector empresarial, pero no al país.
La última mesa académica del Seminario se tituló Psicología y comunicación como herramientas para la ética ambiental en las políticas públicas, y fue presentada en una colaboración entre la Iniciativa de Justicia Social del Departamento de Comunicación de la Universidad de Texas El Paso, representada por Sergio Reyes (Maestría en Comunicación), y el Laboratorio de Conducta Social y Salud de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, liderado por la dra. Ana Cervantes. Tras un breve recorrido histórico por ambas disciplinas, se mostró cómo la psicología y la comunicación ambientales proveen perspectivas y herramientas para fomentar la inserción de la ética ambiental en las políticas públicas. Además, se explicó cómo los enfoques ético y constructivista, planteados por el dr. Guillermo Cejudo y el dr. Mauricio Merino, proveen los marcos adecuados para el trabajo transdisciplinario y el ejercicio democrático de la participación ciudadana constante y longitudinal.
El seminario cerró con la participación de la lic. Mariana Torres Ruiz encargada del departamento de Proyectos estratégicos del Instituto Cultural de Aguascalientes quien nos presentó el proyecto que se tiene de crear en el Estado un geoparque, mismo que contará con el apoyo de la Unesco, por lo que se tendrán que hacer propuestas ciudadanas y evaluaciones apoyadas y avaladas por la academia, de sitios en Aguascalientes que cubran con las características solicitadas para que el proyecto pueda concretarse.
Como en cada una de sus cuatro ediciones, el Seminario de Decrecimiento y Ética Ambiental, que auspicia el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, propició el intercambio interdisciplinario y el diálogo entre la función pública, la academia y la sociedad civil organizada; de nueva cuenta, se convirtió en un espacio para debatir sobre los esquemas civilizatorios globales que no están a la altura de los retos actuales, analizando cómo las manifestaciones locales de dichos enfoques ya anacrónicos no solucionan sino que acentúan las problemáticas socioambientales particulares. El intercambio sustentado y respetuoso volvió a ser fructífero, pues se subrayaron cuestiones fundamentales que hay que modificar, así como mecanismos para que la ciudadanía, en general, y la academia, en particular, puedan incidir en las políticas públicas ambientales de Aguascalientes.
Quedó de manifiesto que se adeudan todavía muchas cuestiones no solucionadas y cómo las adversidades globales, como la Pandemia del Covid-19 y la Emergencia Climática, exacerban las de por sí críticas circunstancias regionales; pero también se sentaron las bases de un compromiso compartido para insertar la Ética Ambiental en las políticas públicas ambientales de nuestro estado y nuestra ciudad capital, de manera que podamos construir, democrática y multisectorialmente, respuestas adecuadas para nuestro contexto y que correspondan a las demandas de un escenario global de incertidumbre y complejidad.