Por fin México y los mexicanos, después de más de año y medio de machacona perorata presidencial, pensábamos haber cerrado la no rifa del no avión (¿?). Los más optimistas, después de que los gritones de la Lotería Nacional el pasado martes 15 leyeran los veinte números ganadores de la tristemente célebre rifa, pensaban que esa era ya prueba superada en el ánimo del presidente y el resto de los expectantes (morbosos, frívolos y hasta patriotas) mexicanos. Y no, la historia continúa, en el ya clásico estilo tragicómico, del que gusta tanto el presidente López.
Esta semana que culmina, la multicitada rifa siguió siendo materia de notas y noticias en el ánimo y discurso público nacional e internacional. Pues sí, resulta que el presidente López Obrador en el marco de la celebración del 75 Aniversario de la ONU del 21 de septiembre, en su intervención virtual, tuvo a bien mencionar el asunto de la rifa del avión TP-1. “Había un avión presidencial, existe todavía, pero está en venta, ya lo rifamos y todavía vamos a venderlo.” Así cantinfleó el Titular del Ejecutivo Federal, ante los jefes de Estado congregados en la Asamblea virtual del máximo organismo mundial. No habló del orden mundial, no habló de la importancia del rol del organismo, sin mencionar la tontería de Benito Mussolini y Benito Juárez.
Así, el “ofensivo” avión presidencial “José María Morelos”, ocupó de la atención y tiempo de los líderes del mundo, aunque sin mensaje claro. Pero, ahí no acabó la comedia del TP-1. Sólo dos días después, el titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (no es broma, así se llama esa dependencia federal) Jaime Cárdenas, presentó su renuncia, por demás fuerte y contundente, al presidente con base en cinco puntos específicos: 1. Contratos favorables a empresas y personas contrarios a la norma, en palabras llanas, por corrupción al interior de las instituciones de la 4T; 2. Falta de liquidez, un Indep, sin recursos para afrontar sus compromisos de pago; 3. Desconocimiento legal(¡) del origen de los recursos de los bienes confiados a la institución; 4. Necesidad de presentar denuncias por los hechos ante la Fiscalía General de la República, sobre todo por la manipulación de las piezas de joyería (cortes y mutilaciones evidentes y sin justificar); y, 5. Que la 4T supere su etapa de mera promesa. (Forbes México, 23 de septiembre de 2020)
Pero la broma del avión no termina ahí. El cheque con el que el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, entregó al presidente López el pasado febrero por 2 mmdp, producto de la entrega de un pago parcial reparatorio de la indagatoria por la indemnización por un pago del Infonavit a la empresa Terla Ralty, cheque que, sin embargo, no tenía ninguna firma de aval por la institución de vivienda, por lo que no había aval que respaldara la transacción. ¿Error u omisión involuntaria de la FGR? Na. El punto es que el Indep, aún a cargo de Jaime Cárdenas, debió devolver el cheque a la Fiscalía General de la República. Efectivamente, la propia Fiscalía debió reconocer que, a julio pasado, no existía legalmente ese aseguramiento y en la carpeta de investigación, no figura acuerdo alguno con relación a los 2 mmdp. (Revista Proceso, 25 de septiembre)
¿Y ahora? Toda esta simulación de la rifa del avión y los boletos premiados, se quedó en el limbo legal, aunque, presupuestalmente, impactará en los recursos del erario federal, en detrimento de las urgencias y necesidades de las instituciones y pueblo en general. Y sí, despertó el presidente López y el avión seguía ahí. En resumen, la comedia del avión presidencial, continuará.
Con este marco contextual, tan frívolo e ingrato, México debe seguir hacia adelante. El problema del pago de agua por cumplimiento al Tratado de 1944 entre México y Estados Unidos, que engarzó a los gobiernos federal y de Chihuahua en un pleito que derivó en un enfrentamiento personal entre el presidente López y el Gobernador Javier Corral, ha escalado del ámbito regional al nacional, mezclando el asunto hídrico con asuntos políticos, electorales y de seguridad pública, polarizando posiciones en un mal momento, cuando el país requiere más que nunca de unidad, entendimiento y coordinación.
Los asuntos nacionales, todos, los estructurales y de coyuntura, se erigen y desarrollan en un escenario pantanoso e inseguro. Las dos crisis, que reconoce el presidente y sufrimos todos los mexicanos, de salud pública y económica, están desde hace meses en nivel de catástrofe: 726,431 casos y 76,243 muertes, hace más de 16 mil muertes rebasamos el nivel de catástrofe propuesto por el subsecretario López Gatell; la economía, sí bien mostró un intento de recuperación entre julio y agosto, por la apertura, hoy trastabilla por la falta de apoyos e incentivos, está muy debilitada la base económica, sin apoyo del gobierno, recaerá inevitablemente.
Ante este escenario complicado, la 4T, sólo atina a lanzar buscapiés a la opinión pública, para ello la propuesta de la encuesta para juzgar a los expresidentes, a fin de atrapar la atención de las preocupaciones populares, pero todo señala que la respuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la propuesta del magistrado Luis María Aguilar, fallará por la inconstitucionalidad de la pregunta, y el presidente ya rezongará contra la resolución de los magistrados el 1 de octubre. Al tiempo.
Para cerrar el círculo del entorno nacional, el ambiente de conflicto (otro) interno del partido del presidente, Morena, esta subiendo cada día de tono. Las manifestaciones críticas demoledoras del diputado y aspirante a líder de esa agrupación, Porfirio Muñoz, en contra de su Coordinador de bancada en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, no bajan de color. Don Porfirio, acusa al proceso de ser la antesala del pleito entre Marcelo Ebrad y Claudia Sheinbaum por la candidatura a la Presidencia de México del 2024.
Corrupción, ingobernabilidad, pandemia, crisis económica, luchas palaciegas de la 4T. Así México después de la rifa.