Aguascalientes, frente al Cuarto Informe de Gobierno/ Bravuconadas  - LJA Aguascalientes
22/11/2024

El próximo martes 22 de septiembre, en punto de las 11 horas, el gobernador Martín Orozco Sandoval hará entrega de su Cuarto Informe de Gobierno al Congreso del Estado, en el marco de la apertura de su Período Ordinario de Sesiones del cierre del 2020. Sabedores de los ritos formales de las esferas del poder local, los habitantes de Aguascalientes, poco entusiasmo y curiosidad mostrarán a la liturgia gubernamental, en el entendido de que la misma está diseñada para la autosatisfacción de las filias y las fobias de los actores políticos locales. Sin embargo, no podemos dejar sin mencionar que, con todo y la parafernalia que rodea al evento de la entrega del Informe, lo que el documento significa es una necesaria lectura que realiza y comparte el titular del Poder Ejecutivo Estatal sobre su propio desempeño, con quienes, por ley, deben conocer y evaluar el trabajo del Gobierno del Estado, así como del estado que guarda la Administración Pública en la entidad hoy en día.

En el Plan Estatal de Desarrollo 2016–2022, en su primera parte, en su apartado ¿Hacia dónde vamos y qué haremos para lograrlo? Señala “El principal objetivo de la presente administración parte de una acción sustantiva y fundamental, pues su fin es generar bienestar y desarrollo humano, fortaleciendo al individuo, a la familia y a la comunidad.” Relaciona después una serie de proyectos enfocados en la atención del objetivo propuesto como el combate a la pobreza extrema, la atención de los adultos mayores, fortalecer el rol de las mujeres en la sociedad, así como de los jóvenes, a través del fortalecimiento de la economía y el desarrollo tecnológico. (PED 2016 -2022, p. 43) Lo general del principal objetivo, obliga a la precisión de los indicadores correspondientes, para estar en posibilidades de, efectivamente, informar los avances respectivos. Esta tarea la hará del conocimiento el gobernador en su informe y lo revisarán los legisladores. En esto consiste precisamente la glosa al IV Informe.

Entre septiembre del 2019 y el actual, muchas cosas han sucedido que modificaron radicalmente los factores con los que las acciones comprometidas a realizar por la administración estatal, tuvieron cambios significativos, toda vez que el desempeño de la economía nacional, en un principio, tuvo una baja sensible en su funcionamiento. Por primera vez en una década, el crecimiento fue negativo. Esto impactó en los recursos que el presupuesto federal asignó al Estado para el presente ejercicio fiscal, en detrimento de los proyectos y programas estatales, ajustando a la baja los propósitos y metas considerados para el presente año, debiendo ajustar el presupuesto en proporciones importantes. Estamos hablando de finales del 2019.

Apenas abrió el 2020, cuando Aguascalientes empezó a recibir noticias de la pandemia que se extendía rápidamente a través del mundo, aunque, las autoridades estatales igualmente fueron víctimas de la desinformación federal con respecto a los alcances de la emergencia sanitaria, hasta que se encontró de frente a sus efectos y amenazas. Desde las posibilidades de información que la sociedad tuvo acerca de la reacción del gobierno estatal y los gobiernos municipales, fue que nos percatamos de las acciones que se debieron asumir fuera de todo plan o programa. La pandemia dictó el rumbo y el sentido de las decisiones, a partir de su abierta manifestación en marzo del año en curso. Cuatro meses pasaron a partir de entonces y la vida y la convivencia social así como la economía local se tuvieron que detener drásticamente. Las escuelas, los negocios, el comercio, los servicios, la misma administración pública entraron en un “coma” inducido. Desde el más pequeño de los negocios informales, hasta enormes plantas industriales como las plantas de Nissan en el Estado, debieron suspender sus actividades.

Esta realidad marcó un tercio del año de manera clara e indiscutible. La vida de todos los aguascalentenses, así como la vida de todos los mexicanos cambió. A esta realidad se debió ajustar el quehacer del propio Gobierno del Estado. Atender la pandemia y sus terribles efectos en la salud de Aguascalientes, se debió volver la prioridad del gobierno, con los 8,258 contagios registrados y los 566 lamentables decesos al sábado 19 pasado. Es sabido que el gobierno decidió mantenerse al margen del programa del Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, cuyas repercusiones presupuestales aún no conocemos plenamente.

Adicionalmente al tema de la salud, el IV Informe debe compartir los datos de las acciones relativas a la reactivación económica en ciernes, toda vez que, la ausencia de las propuestas federales al respecto brilla por su ausencia, y las acciones estatales se verán limitadas a la disponibilidad de los recursos propios. El gobernador Martín Orozco, ha mantenido una clara diferencia con la estrategia del Gobierno Federal en distintos frentes, salud, educación, economía, seguridad, que lo llevaron a integrarse a la Alianza Federalista junto a otros nueve estados, y que redundó en la salida de Aguascalientes de la Conago, lo que debe replantear la posición del Estado ante la Federación y los otros Estados y sus estrategias de desarrollo y crecimiento en el futuro inmediato. Es fundamental fortalecer la soberanía estatal con argumentos y propuestas, con un proyecto de Estado.

Disentir no debe ser un problema si se tiene una propuesta alterna de trabajo. Los grandes temas del Estado (reactivación económica, el empleo, atención a la salud pública, empezando con la pandemia, la educación en todos sus niveles, el combate a la inseguridad pública, la movilidad, la inversión pública, etcétera) siguen su curso, ser atendidos requieren de las decisiones correspondientes del gobierno estatal y de todas las autoridades de Aguascalientes.

Esperamos del gobernador Orozco Sandoval objetividad y mesura, nos queda claro que el presente año ha sido particularmente difícil y complejo por los retos y circunstancias específicas. Priorizar el bienestar de los aguascalentenses es fundamental, y nada mejor que la seriedad política para convocar a la corresponsabilidad de todos los interesados en superar los grandes retos de hoy.

 


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