El poder del lenguaje/ El espejismo de la igualdad - LJA Aguascalientes
16/11/2024

Hace poco, una conferencia de la investigadora Amelia Valcárcel me hizo reflexionar sobre lo que ella llama como el “Espejismo de la Igualdad” y es que, actualmente mucho se ha insistido en que las sociedades han dado enormes pasos para el logro de la Igualdad Sustantiva, igualdad que empieza con el reconocimiento del Estado de que hombres y mujeres con ciudadanía, son iguales ante la ley y deben de gozar de los mismos derechos sociales y políticos. 

Con esto nos dicen que se garantiza una sociedad igualitaria pero si notamos, lo que nos hace iguales es la ley, la igualdad basada en mismos derechos, mismas obligaciones, no señala para su ejercicio distinción por sexo, raza o condicion física o social pero, ¿Eso es suficiente para decir que logramos la igualdad? La Doctora Valcárcel nos dice que NO y a esto atiende el espejismo de la igualdad.

La autora señala que no estamos haciendo visibles los contextos sociales en que las comunidades viven y se desarrollan pues de hacerlo, nos daríamos cuenta que por ejemplo, no somos iguales hombres y mujeres en cuanto el ejercicio de nuestra sexualidad, nacer hombre en un barrio pobre no significa que correrás un alto riesgo de que si eres atractivo, termines como prostituto a manos de una red de trata de hombres como sí ocurre a la inversa, en todo sentido, con las mujeres o bien, en el mismo contexto, similar riesgo llevan les integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+, tanto elles como las mujeres son quienes más violencia sufren en mundos de pobreza y si a esta condición le agregas que pueden ser indígenas, afrodescendientes o con alguna discapacidad, la desigualdad se multiplica por tres.

A lo largo de estas entregas, abordaré desde distintos puntos académicos y legales las desigualdades que no son visibles por cotidianas y normalizadas en el imaginario colectivo, pero que sin duda están ahí, como muchos rostros de la discriminación. 

Ahora bien, el primer tema que pongo a su consideración amable lector (a,e) se refiere al poder del lenguaje en la construcción del espejismo de la igualdad.

Algo tan cotidiano como el lenguaje puede considerarse trivial por ser inherente a la persona, universal, reflejo de nuestra sociedad y de los tiempos que la desarrollan. Con el lenguaje nombramos y dejamos de nombrar, es una poderosa herramienta para construir sociedades. 

En este respecto, el lenguaje por años armonizó conceptos como el de sexo y los géneros que de esta categoría se desprenden. Lo femenino y lo masculino como construcciones sexuales del lenguaje, son definidos por la adjudicación o la eliminación del sentido falocéntrico con que se parte para definir a lo masculino y posteriormente, por exclusión,  lo femenino.

En este sentido, para la investigadora Judith Butler (2007), el lenguaje se utiliza para crear las categorías diferenciadoras y excluyentes entre los sexos pues, el lenguaje le adjudica al sexo las prohibiciones inherentes a su género, su concepción,  aquella ideología sobre la que se debe basar para su desarrollo normal en la sociedad. Para Wittig (2007), el lenguaje es un instrumento o herramienta que en ningún caso es misógino en sus estructuras, sino sólo en sus utilizaciones. 

La ficción linguística del ‘sexo’, sostiene la Doctora Judith Butler (2007), es una categoría producida y extendida por el sistema de heterosexualidad obligatoria en un intento por definir la produccion de identidades sobre el eje del deseo heterosexual. En algunos de sus escritos, señala que la homosexualidad tanto masculina como femenina, –así como otras posiciones independientes del contrato heterosexual– ofrecen la posibilidad tanto para el derrocamiento como para la proliferacion de la categoria de sexo.


De ahí la importancia de nombrar y hacer nombrar lo diferente, lo que no encaja en la heteronormatividad impuesta por esta construcción del lenguaje.

Ahora bien, el lenguaje como primer tema cobra más relevancia cuando en el terreno de los hechos se nos imponen retos como el que recientemente la comunidad LGBTTTIQ+ lanzó al sistema democrático de nuestro Estado.

Como es del dominio público, en días recientes la comunidad LGBTTTIQ+ se organizó para presentar una petición concreta a la autoridad administrativa electoral local consistente en que dentro de la organización del proceso electoral que inicia ya en un par de meses, se contemple alguna acción afirmativa para que se reserven lugares exclusivos para elles dentro de la integración de los consejos municipales y distritales en Aguascalientes, concretamente, un lugar por cada un, lo que implica el reconocimiento de que elles representan un género distinto al binario (mujer/hombre) y debe ser reconocido a través del lenguaje en el contexto social en el que convivimos.

La adaptación del lenguaje a las necesidades sociales sobre el reconocimiento de discriminaciones y desigualdades ponen al descubierto la sexualidad humana polimorfa y la reivindican como un derecho de cada persona, como un derecho humano (Lagarde:2018). Con la petición hecha por la comunidad LGBTTTIQ+, una parte de la sociedad del Estado de Aguascalientes reclama el reconocimiento de sus derechos humanos, un sitio legítimo en el mundo, así como la trasformación jurídico-política de la sexualidad a partir de la dignidad humana (Lagarde:2018).

El espejismo de la igualdad en este caso será entonces, afirmar la idea de que solo existen dos opciones nombradas para el sexo: hombre y mujer porque así esta descrito en nuestras normas legales, negando con ello que el derecho cambia y se adapta a las sociedades para hacerlas justas y para el caso particular de la construcción de las democracias a través de la congregación de todas las expresiones de la sociedad cabe señalar que, aquello que en derecho natural afirma un orden que se presenta como justo e incontrovertible, no es compatible con la democracia en su sentido actual, que esta ligada a la opinabilidad y al contraste entre proyectos, esto es a la relatividad pues la democracia, impide la afirmación total y absoluta de cualquier concepción natural del derecho (Zagrebelsky:2016).

Por otro lado, la reflexión que la comunidad LGBTTTIQ+ pone en la mesa es de suma importancia y trascendencia, pues trastocan lo que se ha conocido como construcción de la ciudadanía en el plano del ejercicio de los derechos político electorales de sus miembres. Veamos cómo transita esta petición que es prueba de la necesidad de visibilizar primero a través del lenguaje, el falso espejismo de la igualdad. 

 

Recursos

Butler, Judith (2007). El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. Paidós. España.

Lagarde y de los Ríos Marcela (2018). Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia. Siglo XXI. México.

Zagrebelsky, Gustavo (2016). El derecho dúctil. Ley, derechos y justicia. Trotta. España.


https://bit.ly/35pb5UT


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