En el segundo trimestre, sólo un 18.3% de Mipymes recurrió al financiamiento de la banca comercial. “Los bancos no quieren dar financiamiento por miedo, sienten que hay alto riesgo de que ese dinero no lo van a recuperar”, señala experto
EMEEQUIS/Patricia Tapia
Las empresas han encontrado mayores dificultades para tramitar un crédito bancario en tiempos de pandemia. Se topan con una serie de limitantes, como la situación económica, las ventas y rentabilidad de la compañía, tasas de interés, así como la falta de disposición de los bancos, por decir algunas.
Mientras tanto, un universo de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) sigue en la pelea por sobrevivir. Algunas no lo han logrado y han tenido que cerrar.
En el segundo trimestre, sólo un 18.3% de empresas que emplean entre 11 y 100 trabajadores señaló que recurrió al financiamiento de la banca comercial. Esto es 5.7 puntos porcentuales menos que en igual periodo de 2019 y 3.7 puntos porcentuales menor en relación con un trimestre antes.
De acuerdo con los principales resultados de la Encuesta Trimestral de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio realizada por el Banco de México (Banxico), este grupo de empresas percibió que las condiciones para refinanciar créditos y los tiempos de resolución del crédito resultaron menos favorables respecto del trimestre previo.
Las Mipymes que se mantienen a flote se encuentran entre la espada y la pared, pues no hay mucho de donde puedan echar mano; por una parte, enfrentan una restricción de financiamiento bancario, y por otra, el nulo apoyo del gobierno federal, a pesar de que estas representan más del 90% de empresas que hay en el país y aportan alrededor del 75% del PIB.
No hay buenas noticias
El panorama aún se vislumbra complicado. Claudio Kandel, director general de DiSí Operaciones, experto en micro, pequeñas y medianas empresas, indica que, para tener una reactivación, se necesita de capital.
“La situación de conseguir capital es extremadamente compleja porque el común denominador cuando sucede una crisis es que el acceso a este se restringe, nadie quiere tomar riesgos, los bancos no quieren dar financiamiento por miedo, sienten que hay un alto riesgo de que ese dinero no lo van a recuperar”, comenta.
Según el reporte de Banxico, en el segundo trimestre del año, el porcentaje de empresas con hasta 100 empleados que señaló haber utilizado nuevos créditos bancarios fue de 8.3%, un trimestre previo el porcentaje fue de 12.7%.
Si bien hay limitantes para obtener recursos líquidos, existen otras opciones, pero que de igual manera lo toman con más cautela.
“Si yo me pongo en los zapatos de un empresario, digo: híjole, no sé, si antes me costaba trabajo conseguir un préstamo, pues hoy tengo que trabajar diez veces más para conseguir la mitad o la tercera parte, ¿no? Pero no es imposible… por supuesto que el ambiente de mayor perfil de riesgo hace que el acceso a financiamiento sea mucho más complicado de lo que estaba en febrero”, dice Claudio Kandel.
En México no existe una cuantificación exacta de las empresas que han tenido que cerrar definitivamente por consecuencia de la parálisis económica que ha causado la Covid-19, pero a principios de julio pasado, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) estimó la desaparición de 500 mil empresas formales en el país.
Para toda la región se espera el cierre de 2.7 millones de empresas, de las cuales la mayoría son microempresas.
“Aunque la crisis afecta a todas las empresas, el impacto será mucho mayor en el caso de las microempresas y las Pymes, por su peso en la estructura empresarial de la región, que se traducirá en grandes cierres de empresas y pérdidas de puestos de trabajo”, resalta la Cepal en su informe especial: Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación.
Tiene que haber un plan
Desde antes de la pandemia, la sobrevivencia de las Mipymes y el acceso al financiamiento ha sido un reto. De acuerdo con datos del Inegi sobre la esperanza de vida de los negocios en México, después de ser creada, una empresa dura en promedio 7.8 años. Algunos estudios apuntan que, en el caso de las pequeñas empresas, a veces no pasan de los tres años.
En estos momentos de mayor complejidad, se vuelve crucial que las empresas tengan bien definido su rumbo.
“No creo que haya una receta mágica que si la aplicamos cura todos los males de todo el mundo en un segundo, porque no es solamente conseguir el dinero o conseguir el capital riesgo, sino que también se tiene que ver cómo han cambiado los mercados tradicionales.
“Entonces, si yo como empresario tuviese los recursos, las preguntas son: ¿Y tengo el mercado? ¿voy a reiniciar actividades de la misma manera que lo hacía antes? Porque yo no creo que por lo menos en los próximos meses los patrones de consumo y los canales de distribución sean los mismos”.
Es increíble ver cómo se colapsa la economía del mundo cuando el ser humano solamente compra lo que necesita, es algo que leí y que es muy cierto, señala Claudio Kandel.
Ante esto, el experto recalca que, si una empresa consigue financiamiento en estos momentos, que no sea para salir de paso: debe haber un plan de negocios para esos recursos, “hay que poner a trabajar a ese dinero”.
Sí ha repuntado la necesidad
De acuerdo con el reciente informe Situación de la Banca en México, de BBVA, la incertidumbre y las expectativas sobre los efectos económicos adversos relacionados con la pandemia han generado un incremento extraordinario en la demanda de liquidez por motivos precautorios.
“En los últimos meses, tanto empresas como familias han buscado incrementar al máximo sus saldos líquidos para hacer frente a sus pasivos de corto plazo ante la falta de certidumbre sobre la duración y el grado de afectación por la pandemia en sí misma y las medidas asociadas a su contención. En consecuencia, en marzo y abril de 2020, los depósitos y el crédito total otorgado por el sistema bancario han mostrado un repunte en su crecimiento”.
Detalla que en abril de 2020 el crédito a empresas –en general– creció a una tasa nominal anual de 16.0%, mayor a la tasa de 13.5% observada en marzo.
No obstante, el documento refiere que el impulso al financiamiento a empresas será temporal y probablemente insuficiente para compensar la desaceleración que el crédito venía registrando antes del inicio de la pandemia.
Nulo respaldo gubernamental
Para Claudio Kandel, el poco apoyo del Gobierno Federal contribuyó a que se agravara la situación de las Mipymes.
“Con un problema de esta magnitud nadie puede hacer magia, no es de que papá gobierno nos iba a fabricar un mundo de fantasía bien bonito mientras hay una pandemia y es una situación bien difícil… pero sí tendría que haber sido mejor, es entender las necesidades y definitivamente apoyarlas”.
Cabe destacar que la iniciativa privada desde un principio abogó por el diferimiento de impuestos, petición que fue rechazada por el gobierno.
“Nadie pidió que te condonaran impuestos, pero sí posiblemente entender el problema de flujo de efectivo de las empresas para mantenerse abiertas, productivas y mantener fuentes de empleo”.
@ptcervantes