- Es difícil que se haga cumplir esta medida, no se puede poner un policía por persona
- En México, la probabilidad que se denuncie y esclarezca un delito es del 1.3%
Es difícil que se cumplan con las órdenes de restricción, los agresores ven que hay impunidad si no se cumplen con estas medidas. Es difícil poner un policía por cada orden.
En casos de acoso, violencia de género y violencia de doméstica, una de las medidas que con frecuencia se utiliza es la orden de protección, conocidas también como medidas de protección u orden de restricción. Para que se obtenga una orden de restricción el juez tiene que reconocer la existencia de una situación que pone en riesgo a la víctima.
En febrero, el Senado de la República aprobó reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con el objetivo de que se implementen inmediatamente medidas de protección hasta por treinta días a las denuncias de violencia física, sexual, psicológica y laboral.
“Una cosa es solicitar una orden de restricción, otra muy diferente es que se cumpla con la orden”, opinó Angélica Contreras activista de la comunidad feminista. Es decir, aunque ya se tenga aprobado esta medida es difícil garantizar que los agresores cumplan con esta medida, pues no se tiene el personal suficiente o los mecanismos necesarios para hacerlas cumplir.
La activista opinó que la principal causa de esto es que los agresores ven la impunidad que aún existe en el sistema: “Como no ven que pasa algo, no les toman importancia a las órdenes de restricción. No les van a poner un policía siempre a su lado, no pasa eso”.
Hay que también considerar que, a inicio del año, la asociación civil Impunidad Cero informó que en México la probabilidad de que se denuncie y se esclarezca un delito es solo del 1.3%.