Andrés Manuel López Obrador está empeñado en aparecer en la boleta electoral de las elecciones de 2021, a como dé lugar porque sabe que él es el popular y que los candidatos de morena y sus partidos afines dependen de que él aparezca de una u otra forma en la elección.
En 2021 los mexicanos elegirán 21,368 representantes populares entre diputados federales, alcaldes y diputados locales, además de 15 gobernadores. La elección es plenamente local. A diferencia de una elección presidencial donde los candidatos locales adquieren las ventajas y desventajas del candidato de su partido a la presidencia, en ésta cada liderazgo a nivel estatal, municipal y distrital será importante porque se trata de los cargos públicos más cercanos a la gente, los que les resuelven sus problemas cotidianos.
Por eso, cuando el presidente perdió ya su última carta de credibilidad un esperanza, el combate a la corrupción al defender a su hermano Pío López Obrador con la frase: “Es cooperación, no corrupción”, ha dejado ver que no es diferente, que cada vez que dice”no somos iguales” las personas pensarán: “efectivamente, son peores”, porque además de corruptos mienten.
López Obrador se traicionó a sí mismo al defender un acto consignado en la legislación electoral como indebido, además de su probable responsabilidad. Vuelve a dejar en claro que su interés es meramente electoral. Gobernar no es lo suyo, ni sabe, ni quiere saber. La gente, los pobres, los enfermos, no son motivo de preocupación, son solamente elementos de un discurso. Lo único que desea es mantener su popularidad y en eso trabaja todos los días,
Por ejemplo, en cuanto a la crisis de la pandemia de Coronavirus, lo que le preocupa es que los medios sigan mencionando que ya llegamos al escenario “muy catastrófico”, como lo había definido el Subsecretario López Gatell. 60 mil ochocientos muertos y aumentando. Somos el país número 153 de 215 en número de pruebas aplicadas por cada millón, esas que López Gatell sigue diciendo que no son necesarias para el control de la epidemia. Engaña el subsecretario con el argumento de que Estados Unidos, el país que más casos de infectados tiene reportados es el que hace el mayor número de pruebas, 233,434 para ser exactos por cada millón. México, solamente 9,787 por cada millón de habitantes. Pero no dice que por ese motivo es que los Estados Unidos tiene más casos, precisamente porque hay más pruebas. Aquí, no sabemos en realidad si los 563,705 casos de personas contagiadas son reales, el propio Lopez Gatell dice que podrían multiplicarse por tres, es decir, casi 1 millón setecientos mil casos, lo que nos situaría en el país número cuatro, por encima de Rusia que tiene casi 17 millones de habitantes más que nosotros.
El presidente había acusado a empresas que distribuían medicamentos a los hospitales públicos de corrupción, pero no ha probado nada. En cambio, les quitó a laboratorios como Pisa la venta de medicamento para enfermos con cáncer y lo único que provocó fue el desabasto. Los niños con cáncer no le causan preocupación. Su respuesta ante el problema generado, ocurrió el 30 de julio pasado. Nombró a David León, uno de sus leales como responsable de una nueva empresa distribuidora de medicamentos. Lo designó por honesto, pero no ha podido asumir el cargo porque apareció en los videos presentados por Carlos Loret de Mola en el portal LatinUs dándole dinero en efectivo para “aportaciones al movimiento” al hermano incómodo Pío Lopez Obrador. Ese era el honesto que acabaría con la corrupción en la diste unión de medicamentos.
Los videos del caso Lozoya con personajes de segundo nivel recibiendo dinero para campañas quedaron pequeños en comparación con el nivel de los personajes cercanos al propio presidente. Adicionalmente, se formalizaron videos y audios olvidados del pasado como el del ex secretario particular de López Obrador cuando gobernaba la capital del país. René Bejarano, esposo de Dolores Padierna pidiendo ligas para hacer fajos de billetes cuando estuvo en el gobierno de la Ciudad de México y audios de Julio Scherer, el actual Consejero Jurídico de la Presidencia, de Ricardo Monreal en los que se revelan tratos para financiar campañas.
Por eso, el presidente necesita endurecer el espectáculo del combate a la corrupción que nada tiene que ver con una política de estado que evite o disminuya la ilegalidad en el financiamiento de campañas políticas, en la adquisición de bienes y servicios del gobierno, en el manejo de los recursos públicos.
¿En dónde quedó la lucha por un Sistema Nacional Anticorrupción? Fue un logro de la sociedad y los partidos opositores al PRI de Peña Nieto, ahí está. Lo manchó Lopez Obrador al nombrar a su fiscal carnal, Gertz Mañero, pero finalmente parece ser un hombre honorable y profesional. Veremos si realiza su función para beneficio de la sociedad al investigar al hermano del presidente y a David León. Ojalá el fiscal, pueda combatir la corrupción del pasado y del presente en el marco de la Ley y no en el marco electoral.