Los muebles alemanes que heredó Rocío Nahle. Historia de una ruptura - LJA Aguascalientes
22/11/2024

  • Coches, escritorios, sillones, microcomputadoras… Los 196 bienes que donó el gobierno alemán a la Secretaría de Energía simbolizan el fin de los acuerdos tras la cancelación de la reforma peñanietista

 

EMEEQUIS/Alejandra Crail

 

En el inventario de bienes muebles de la Secretaría de Energía (Sener) resaltan 196 nuevos artículos. Se trata de un par de automóviles sedán, cuatro libreros, 12 escritorios de madera, 22 sillones, 24 microcomputadoras portátiles, libreros, impresoras, sillas, cómodas, cámaras, cajas fuertes, percheros… 

El listado es vasto y sobrepasa –en precio y cantidad– cualquier otro registro de donaciones recibidas por la dependencia en el primer trimestre de 2019, ya con Rocío Nahle al frente de la institución.

En conjunto, estos bienes tienen un valor de un millón 708 mil pesos y llegaron a la Secretaría gracias a un donativo realizado por el gobierno alemán, a través de la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ).

Así, la dependencia que comanda Nahle se armó de nuevos instrumentos para oficina justo al arranque de su administración, pues según los datos oficiales, los 196 objetos fueron registrados el 28 de febrero como parte del mobiliario. 

Pero estos objetos esconden algo más que buenas intenciones. Son, en realidad, el símbolo de la ruptura de los acuerdos de Alemania-México en materia de energía sustentable, que habían iniciado en la administración de Felipe Calderón y se fortalecieron durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, con la Reforma Energética de 2015. 

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia y la instauración de una política que privilegia la generación de energía a partir de combustibles fósiles, el proyecto de Energía Sustentable en México quedó sin efecto. 


Esta es la historia de 196 objetos que ahora forman parte de la oficina de Rocío Nahle y que son un testimonio del cambio en la política energética del país. 

 

Donativo símbolo de la tensión México-Alemania

“Por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania, la GIZ apoya al Gobierno mexicano en la formulación de los requisitos necesarios para el fomento de las energías regenerativas y la eficiencia energética”, se lee en la página de la GIZ acerca de la presentación del Proyecto de Energía Sustentable en México. 

Este apoyo estaba enfocado en el diseño, adecuación de las disposiciones regulatorias y normativas en materia de sustentabilidad energética, “en el marco de la Reforma Energética”: básicamente que México aprendiera del mercado de energías regenerativas y eficiencia energética.

Conocimientos sobre instalación de sistemas fotovoltaicos y térmico-solares, eólicos y la creación de estaciones de bombeo de agua se difundieron entre funcionarios y empresarios en México. Este acuerdo también pretendía conectar empresarios alemanes con el gobierno mexicano para generar infraestructura en la materia.

Sin embargo, confirmó la GIZ a EMEEQUIS, este acuerdo ya quedó sin efecto y, al cierre de la administración de EPN, con Pedro Joaquín Coldwell al frente de Energía, y a la llegada de Rocío Nahle, todos los materiales y objetos utilizados para el proyecto pasaron a ser propiedad de la Sener: “Cuando un proyecto termina su periodo de implementación, todos los bienes muebles son entregados a la contraparte del proyecto. Es una entrega administrativa de los bienes utilizados para los fines del programa”.

El organismo internacional puntualizó que la vigencia del proyecto “no corresponde con los periodos de las administraciones públicas ni de México ni de Alemania”, aunque éstos siempre están en la posibilidad de ser renovados por el gobierno en turno, lo que no ocurrió en la administración de Andrés Manuel López Obrador.

 

Los 196 objetos

Así, con el cierre del proyecto que apostaba por la cooperación entre naciones en materia de sustentabilidad, llegaron 196 artículos para aprovechamiento de la Sener.

El listado de objetos incluye, entre los de precios más altos, dos automóviles tipo Sedán valuados en 247 mil pesos cada uno –casi medio millón de pesos por ambos. 

Además, 24 microcomputadoras con precios entre los 13 mil y los 16 mil pesos, que en conjunto valen 365 mil pesos, más 28 módulos desarmables de 9 mil pesos por pieza –suman 256 mil pesos en total–, 16 monitores y 10 impresoras láser con un valor total de 104 mil pesos.

A la Sener de Nahle también llegaron 4 libreros valuados individualmente en 17 mil pesos, 12 escritorios de madera con un costo por pieza de 7 mil 300 pesos, 22 sillones (3 mil 675 cada uno). 

Aparecen también seis mamparas modulares para oficina que valen, en conjunto, 42 mil pesos; cuatro credenzas que juntas equivalen a 30 mil, dos equipos multifuncionales por 26 mil pesos y un par de muebles para cocina de 23 mil.

Los objetos de menos valor son 14 sillas, ocho percheros, seis ventiladores, cuatro switches para redes, cuatro cómodas, más dos de cada uno de los siguientes objetos: proyectores, cámaras fotográficas, refrigeradores, archiveros de madera, máquinas de escribir electrónicas, cajas fuertes, trituradoras de papel y escaleras.

El valor total de estos objetos que hoy son propiedad de la Secretaría de Energía es de un millón 708 mil 94 pesos.

 

Los viejos lazos

La Agencia de Cooperación Internacional (GIZ) tiene una larga historia comercial con México. 

Los registros muestran que el gobierno mexicano y este país han trabajado juntos desde la década los 70, mientras que para 1997 la GIZ se convirtió en la agencia asesora de México en proyectos de sustentabilidad y energía, al menos hasta diciembre de 2018. 

Según la información pública de la GIZ, ambos países se han consolidado también como “socios importantes en los sectores de la protección ambiental, las energías renovables y la lucha contra el cambio climático”, de ahí el apoyo brindado a México por parte del gobierno Alemán en la materia. 

Pero el cambio de administración modificó las prioridades. La inversión del gobierno mexicano se enfocó en los combustibles fósiles.

El presidente Andrés Manuel, por ejemplo, se ha expresado en contra de la generación privada de energía, incluso sobre los generadores de energía eólica, específicamente los del Parque Eólico de la Rumorosa, sobre los cuales llegó a señalar que “afean el paisaje”. 

La política energética de la administración de AMLO ha preocupado hasta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que señaló la reducción de la inversión en el medio ambiente en México durante el primer año de administración, en su informe anual sobre las inversiones de energías renovables. 

La ONU calculó un déficit de mil 800 millones de dólares en la inversión en energías limpias en 2019 respecto a lo que México gastó en 2016.

Fue en 2019 cuando también ocurrió un hecho sin precedentes: la Secretaría de Energía canceló la Cumbre de la Alianza Energética México-Alemania que se llevaría a cabo el 19 de marzo de ese año en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México.

El debate llegó hasta las redes sociales: Nahle defendió la cancelación ante los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y el expanista Javier Lozano. 

En un debate virtual con Fox, la secretaria respondió que “el nuevo Gobierno Federal está iniciando con el rescate del sector que usted destruyó, corrompió y que puso en manos de incapaces (…) Soy profesional del tema y hoy la prioridad es velar por el interés nacional”. Y aclaró: las relaciones exteriores están mejor que nunca. 

La cancelación de la Cumbre, informó la dependencia en ese entonces, se debió a que “los temas no se ajustan a la nueva realidad (del sector) y favorecen mucho a la Reforma Energética del sexenio anterior”.

Al respecto, el gobierno alemán respondió a esta revista digital que “los trabajos de la Alianza Energética se realizan dentro del marco del diálogo de cooperación, respetando en todo momento las prioridades de cada parte”.

Mientras tanto, esos 196 objetos que sirvieron para fortalecer las relaciones comerciales en materia de energías renovables entre México y Alemania forman parte hoy del nuevo mobiliario de la Sener. 

 

En 2020 llegan nuevos bienes por otro proyecto cancelado

El término del proyecto “Aprovechamiento energético en residuos urbanos en México” a finales de 2018, que durante cuatro años desarrollaron en conjunto la Sener, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y ejecutado por la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), tampoco vio la luz con la nueva administración. 

Aunque esto aún no se refleja en la información pública de la dependencia, la Sener de Nahle respondió una solicitud de entrevista de EMEEQUIS que los bienes adquiridos para el proyecto se repartieron entre esta dependencia y la Semarnat en septiembre pasado. 

Estos bienes tenían un valor total de 693 mil pesos, de los cuales, confirmó la dependencia por medio de una tarjeta informativa, la Sener conservó una laptop Toshiba Portege y su Home & Business 2013, con un valor de 26 mil pesos; una notebook Dell de 27 mil y una camioneta VW Tiguan de 299 mil pesos.

El concepto de “donación” de estos bienes registrados en 2020 y de los 196 que llegaron a la dependencia el año pasado es porque “se obtuvieron a partir de los Fondos de Sustentabilidad de la SENER, según lo estipulado en el acuerdo con la GIZ”.

 

@AleCrail


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