En 2019, mientras el Dr. Rubén Díaz López daba clase de derecho electoral a los alumnos de la carrera de derecho de la Universidad Cuauhtémoc, para abordar el tema de la democracia hizo un análisis que partía de explicar a los alumnos que la idea iba más allá del voto y englobaba una serie de mecanismos que tiene con ver con el estado de derecho, el respeto a las minorías, la efectividad de los derechos humanos (sobre todo la consolidación de los llamados económicos, sociales y culturales) entre otras cosas. Se añadió, que las nuevas sociedades reclamaban mayor participación, pues la toma de decisión de la democracia indirecta ha generado desánimo y decepción sobre el “cambio” a través del voto.
El Congreso del Estado habría aprobado en 2018 una nueva ley de participación ciudadana al parecer de avanzada, o al menos eso vendió en su momento aquella legislatura. Para complementar pues la clase, los alumnos se dieron a la tarea de hacer un análisis y exposición de las diversas figuras y la forma en que se regulaban en la ley, concentrándose en los requisitos y el procedimiento. El resultado fue un poco desalentador: obligaciones excesivas, procedimientos complejos, temas vetados, en suma, se vislumbraba que prácticamente ninguna de esas herramientas podría ser usada de facto por la sociedad hidrocálida.
Era demasiado decepcionante como para dejarlo en una simple exposición, así que los alumnos comenzaron un esfuerzo para crear un ensayo, mismo que fortalecieron, consultando diversas fuentes bibliográficas. El reto fue mayúsculo pues a esas alturas ellos aún no llevaban materias como metodología jurídica o algún seminario de tesis. A pesar de ello, coordinados por los suscritos, lograron hacer muy buenos ensayos descriptivos: sobre el Referéndum, escribe Enrique Miramontes Cortés; plebiscito es trabajado por Karelli Elizabeth Almaguer Martínez; el presupuesto participativo por María de los Ángeles Espinoza Mancera; Consulta ciudadana por Flavia Soledad Stiker Hernández; los Comités de participación ciudadana son desarrollados por Luis Carlos Suarez Quiroz; Consulta de Revocación de Mandato por Bernando Martínez León; y la Iniciativa ciudadana por Alejandro Hermosillo Orenday.
Visto lo anterior, invitamos a tres profesores y académicos: Sandor Ezequiel Hernández Lara, Salvador Vázquez y Roberto Aníbal Valdés Ahumada, quienes son estudiosos de los temas electorales, de transparencia, rendición de cuentas y democracia. Así, logramos consolidar un pequeño libro que editorial Kaos sacó a la luz pública justamente con ese nombre: Participación ciudadana, entre el desencanto y la simulación. Esta casa editorial, constituida como Sociedad de Responsabilidad Limitada, es una empresa cultural hidrocálida que hasta el momento ha logrado cristalizar cuatro libros, todos con sus respectivos ISBN y tiene en puerta otras tres obras.
El jueves pasado, se presentó de forma virtual el conjunto de ensayos, estuvieron como moderador del evento Ricardo Salmón ,director de derecho de la Universidad Cuauhtémoc, y como comentaristas: Sandor Hernández, secretario ejecutivo del IEE, Salvador Hernández, magistrado del TEEA, y los suscritos coordinadores de la obra. Ante un público compuesto principalmente por estudiantes de la materia de derecho electoral, se entabló un diálogo sumamente enriquecedor, tanto, que hubo muchas preguntas, enfocadas a los diversos comentaristas. El debate dejó muchas aristas abiertas, por lo que hemos planteado hacer una nueva presentación, ya informaremos de ello.
En lo personal, los coordinadores consideramos que la participación ciudadana en Aguascalientes ha sido una tomadura de pelo, solo para ilustrar la inutilidad: la norma que se utilizó para el libro data del año 2018 y abrogó a su vez a la de 2001, una ley que durante diecisiete años estuvo vigente y que regulaba diversas formas de participación popular (referéndum, plebiscito e iniciativa popular) pero que nunca fue aplicada. Murió, fue abrogada, sin haber siquiera nacido pues nunca fue aplicado un solo mecanismo de los que preceptuaba. Como demostraron los alumnos, la nueva ley de 2018, tiene los mismos vicios y requisitos cuasi-imposibles de cumplir. La conclusión, el corolario, es que, mientras no se configuren por el legislador de forma asequible los diversos mecanismos para dar mayor voz a los mexicanos, nuestra democracia seguirá en ciernes, pero aún, desgastándose en los pocos avances que ha tenido hasta la fecha. Pero no nos crea a nosotros, compre el libro y compruébelo por usted mismo (se puede adquirir en Mercado Libre https://bit.ly/2ZZWRq4).