Con la Feria de San Marcos cancelada, todos perdemos algo, unos más que otros, y toca ahora recoger los tepalcates del cántaro roto, las varas de los cohetes lanzados al aire, los restos de una fiesta que no se realizó.
Desde luego entre quienes más pierden están aquellos que invirtieron sus recursos en la renta de un espacio, en la compra de una concesión para explotar algún negocio, etc., y con ellos los miles de personas que esperaban emplearse en la multitud de oficios que normalmente exige la operación de la verbena.
Otra feria cancelada fue la de 2009, la tarde del 25 de abril, justo antes de iniciarse la corrida de toros de ese día. A la hora de hacer cuentas algo no salió como esperaban algunos pequeños inversionistas, que en consecuencia se lanzaron a la calle, a bloquear la Avenida Madero en la desembocadura de la Plaza de la Patria, exigiendo al Patronato de la Feria la devolución de lo erogado con el fin de trabajar en la verbena, tal y como se muestra en la imagen.
De seguro en esta ocasión todo transcurrirá sin problemas de ninguna especie. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].