Los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) conocen cuáles son las reglas porque los estatutos del partido las establecen, señaló ayer la ex diputada federal Lorena Martínez Rodríguez sobre el anuncio de que la dirigencia estatal pondría orden al interior del instituto político, añadiendo que una de las más importantes es el respeto entre compañeros, estipulado en el código de ética.
Todavía en clara alusión a lo sucedido entre Fernando Gómez y Jorge Varona, comentó que también está normado “cómo se deben sancionar en un escenario que suceden las cosas”, habiendo hecho referencia a comportamientos como “las no agresiones verbales, ni mucho menos físicas”.
Sin embargo, consideró que más que reglas, “lo que necesitamos es voluntad política” de los militantes, pues “la posibilidad del triunfo del PRI se construye a base del diálogo, de comunicación, de unidad y no de descalificaciones”.
Asimismo, expresó que esa renovación de reglas, a su entender, era más bien un punto de acuerdo que debería aprobar el consejo político del PRI a fin de “comprometer a todos los actores políticos” a respetar el reglamento del partido y la normativa electoral, pues los actos de campaña adelantados pueden poner en riesgo al organismo al ignorar lo dispuesto en esta ley, pudiendo incluso generar un registro de candidatos que posteriormente sean impugnados.
Cuestionada sobre si este acuerdo sería una reprimenda para Varona y Gómez, la ex representante popular federal indicó que “creo que debe ser un llamado de atención en el sentido propositivo” que haga entender a los aspirantes que no se puede ganar sin construir “desde abajo, la unidad”.
Evaluó que ese tipo de situaciones en muchas ocasiones no es problema de las dirigencias estatales y que en este caso más bien fue un hecho aislado, “motivado a lo mejor por un momento de pasión” y que de esta forma debe tomarse.
Por su parte, el también ex diputado federal Héctor Hugo Olivares Ventura opinó en el mismo sentido, que fue un hecho sin trascendencia y que “cada quien es responsable de sus dichos y sus hechos”.
Convocó a la militancia a “tener un espíritu dialogante y a poner sobre todas las cosas la civilidad política”, en beneficio del partido, del estado y del país.
Finalmente, a pregunta de quienes lo entrevistaban, emitió un comentario sobre las recientes declaraciones del priista Otto Granados Roldán, manifestando que le merece la misma opinión que cualquier militante: “si quiero que me respeten a mí, respeto profundamente a los demás”.