- Evitaría el crecimiento de pobreza extrema en el país
- 12 millones de personas accederían al beneficio con una inversión de 220 mmdp
México está a tiempo de implementar el Ingreso Mínimo Vital de Emergencia que evitaría que diez millones de personas llegaran al rubro de pobreza de ingresos y entre seis y 10 millones más a la pobreza extrema, además de permitir el crecimiento del país en medio de la pandemia, informó la senadora Patricia Mercado Castro, una de las promotoras de esta política pública.
Organizaciones de la sociedad civil se acercaron a la Cámara de Diputados y al Senado de la República para proponer la creación de lo que se denominaron como Ingreso Mínimo Vital de Emergencia está en la mesa de discusiones de varios países de América Latina para apoyar el impacto económico que deja la pandemia entre quienes están siendo despedidos.
La Cámara de Diputados presentó un Punto de Acuerdo para exhortan al Poder Ejecutivo para discutir la posibilidad de crear este ingreso; por su parte Movimiento Ciudadano en el Senado es plantear una iniciativa concreta y es este Ingreso Mínimo Vital, que pretende amortiguar la crisis sanitaria y económica que provocó el nuevo coronavirus, al representar un impacto que la legisladora calificó de devastador en la ocupación laboral y los ingresos de las personas.
Según la encuesta telefónica que realizó el Inegi sobre ocupación y empleo, arroja que 12.5 millones de personas dejaron de percibir un ingreso de marzo a abril, entre ellos el 50 por ciento tienen entre 25 y 44 años, la mejor edad productiva, al representar como consecuencia el ser dados de baja de la seguridad social junto con sus familias. De igual forma, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su reciente informe, advierte que 10 millones de personas pueden integrase al rubro de pobreza de ingresos y entres seis y 10 millones más a la pobreza extrema.
En este contexto social se presenta el punto de acuerdo en el Senado para la creación del Ingreso Mínimo Vital de Emergencia para las personas que en medio de la pandemia están perdiendo su trabajo, al otorgar por tres meses el salario mínimo (tres mil 696 pesos mensuales), con opción a ampliarse por dos meses más, en tanto sea posible que las actividades económicas se activen y se abra la posibilidad de encontrar un empleo.
Serían para 12 millones de personas las pudieran acceder al beneficio, con una inversión de alrededor de 220 mil millones de pesos, mismos que pueden obtenerse a través de crecimiento de la deuda pública o al reformular el presupuesto de egresos en un cuatro por ciento, al representar un piso que detenga la caída en situación de pobreza de aquellos que contaban con una fuente laboral (formal o informal).
Observó que estos 220 mil millones de pesos corresponden al uno por ciento del Producto Interno Bruto, ya que el 0.4 por ciento únicamente ha sido destinado a la emergencia sanitaria en el país, mucho menor que otros países de Latinoamérica; si bien Chile destinó menos del tres por ciento del PIB, acaba de adoptar la medida de un ingreso mínimo para quienes perdieron su empleo y por cada integrante de la familia.
Consideró que con esta política pública México tendría la posibilidad de crecer en su economía, al ser además una medida en la que se está a tiempo de ser implementada, al ser de beneficio común pues permite reactivar el consumo y con ello la subsistencia de las empresas. Descartó que la posibilidad de que los trabajadores retiren parte de sus ahorros de las Afores sea una solución, al representar una carga para los trabajadores con repercusiones a futuro, al ser un recurso para enfrentar la vejez.