- Millones de personas se cuestionarán si vale la pena continuar con el home office después de la pandemia
- Hace falta formas que regulen el trabajo de casa que permite una eficiencia en trabajo y desarrollo personal de trabajador
El mundo laboral después del confinamiento por la pandemia cambiará drásticamente. A causa del distanciamiento social se adaptaron nuevas formas de trabajo destacando el llamado home office. Cuando termine la pandemia, será necesario replantearse los modos en los que se ha venido trabajando y cuestionarse si es que valdría la pena que estos esquemas continúen.
La llegada de la pandemia obligó a que se emplearan modos distintos de trabajar. El home office, jornadas escalonadas, facilidades para madres y padres, son algunos ejemplos. Esto desde luego representará un cambio de paradigma después de la pandemia.
El doctor en derecho e investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Miguel Carbonell Sánchez, impartió una plática para la universidad colombiana Uniandes sobre “El mundo del trabajo después de la pandemia”.
El docente señaló que la pandemia también trajo consigo algo positivo que es el home office. “Millones de personas se dieron cuenta que podían trabajar bien, con un buen desempeño desde sus casas, y estas mismas personas se dieron cuenta que no tenía un sentido perder varias horas y mucha energía de todos los días para ir a una oficina en donde se hace exactamente lo mismo que se puede hacer desde el sofá o la mesa donde desayunas”.
A causa de esto, Carbonell Sánchez señaló que muchos se replantearán la necesidad de tener que trasladarse a una oficina si se puede hacer la misma labor desde casa.
En contraste, señaló que el home office también tiene sus desventajas pues no se tiene una regulación normativa, por ejemplo, las horas de trabajo, horas extras, el ausentismo o los límites entre el trabajo y la vida personal.
Además, Carbonell Sánchez destacó la importancia y el valor aumentará en lo que respecta a servidores, capacidad tecnológica y almacenamiento de datos. Esto también supone un reto de adaptación tanto profesional como cultural principalmente debido a que la tecnología evoluciona rápidamente.
El doctor Carbonell también pronosticó que se difuminarán los nichos profesionales en un futuro a mediano plazo, no porque los conocimientos ya no serán necesarios, sino porque las profesiones tendrán que convivir mediante trabajos de la multi e interdisciplinar, provocando también que ubicaciones y distancias ya no sean un impedimento para trabajar: “Cualquier persona puede prestar sus servicios profesionales alrededor del mundo gracias a nuevas tecnologías”.
Coincide en que varios de los trabajos que hacemos ahora serán obsoletos debido a que las máquinas podrán hacerlas, por lo que muchos puestos desaparecerán. Reflexionó acerca de cómo esto podrá afectar el pago de impuestos sobre la nómina, las cuotas de seguridad social. Teniendo en cuenta esto, sugiere que en lo personal se tengan varios planes de desarrollo profesional.