Hace unos días pudimos enterarnos de la existencia y contenido del documento “Rescatemos a México. Proyecto BOA. Resumen ejecutivo”, que un grupo de conservadores mexicanos elaboró y ha echado a andar para intentar sacar del poder al proyecto democrático nacional de la Cuarta Transformación.
Centralmente, los conservadores convocados para ese proyecto fijan sus objetivos en desplazar a Morena de la Cámara de Diputados en 2021 y lograr la revocación de mandato del Presidente de la República en el 2022. Hasta ese punto podemos comprender el legítimo derecho de un grupo que disiente de un proyecto político y que intenta volcar la realidad a su favor, sin embargo el resto del documento, pero sobre todo en los hechos nos muestran que se trata de una estrategia repleta de juego sucio y siniestras maniobras de esas que más nos remiten a un plan golpista que a un limpio anhelo de honestos disidentes en contra de un proyecto de transformación social en marcha.
En su diagnóstico reconocen la presencia y amplia aceptación popular a favor del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el desgaste por las pugnas al interior de Morena y las preferencias electorales a favor de nuestro proyecto de nación con lo que ya ven una derrota electoral inminente en las elecciones del próximo año si deciden quedarse inmóviles.
En ese documento al evidenciar su alianza opositora conformada por el PAN, PRI, PRD, MC, México Libre, junto con gobernadores y alcaldes conservadores, algunos empresarios, medios de comunicación y redes sociales orgánicas nos hacen el favor de hacer evidente que ellos saben que ni todos juntos pueden derrotar al pueblo unido y despierto como lo hicimos en 2018.
Su alianza no es nueva, esa alianza es su debilidad la cual tiene por origen evidente su traición al pueblo con la firma del “Pacto por México” surgido en 2012 para legalizar el saqueo y el hurto de los muchos derechos sociales ganados por la colectividad organizada a lo largo de tantas décadas, aunque desde hace treinta años nació su complicidad impulsando el modelo económico neoliberal.
Lo sabemos, ellos son más que un Bloque Opositor Amplio (BOA), ellos son ante todo un conjunto de complicidades y alianzas económicas de esa minoría que desprecia al pueblo y quiere recuperar sus privilegios, ellos, los conservadores señalados en el documento saben que de manera limpia sería imposible derrotar al pueblo transformador y por eso recurren al juego sucio.
Es evidente, los conservadores están muy enojados y desesperados, les enoja que ahora la justicia por una justa distribución del ingreso y la riqueza de los programas sociales no sean limosnas electoreras para su beneficio, sino un derecho constitucional, que el sector energético ya no sea su botín, sino que va en camino de ser verdaderamente patrimonio controlado por y para los mexicanos, que el tráfico de influencias, los “moches”, que los privilegios fiscales no sean asunto cotidiano, que la austeridad y la democracia participativa sean ya una realidad.
Olvidan que gracias a la Cuarta Transformación ahora el fraude electoral es delito grave y que convocar a gobernadores y alcaldes para realizar ese tipo de ilegalidades al entrar directamente al proceso electoral quedan expuestos a ser juzgados y encarcelados.
Piensan que a través de sus redes sociales con bots, medios de comunicación afines y profesionales del engaño podrán convencer a un pueblo que los sacó del poder ante el hartazgo de tanto saqueo porque saben que los conservadores solamente pueden ofrecer más pobreza, desigualdad, robo y corrupción.
Muchas de las acciones desestabilizadoras y cargadas de falsedades ya las han iniciado, sabemos de sus cabildeos en el extranjero que nos hacen recordar los vergonzosos episodios de los conservadores del siglo XIX ofreciendo la patria a un aristócrata europeo, son patéticos.
En su documento mencionan a los que serán más que aliados, sus cómplices en éste intento tramposo para recuperar sus privilegios, de volver a ganar los millones de pesos a cambio del sufrimiento y del empobrecimiento de todas las mujeres y hombres honestos de México.
No podemos esperar que jueguen limpio, no saben actuar de otra manera porque desde siempre funcionaron de esa forma. Es lamentable que en ese intento arrastren al error y la deshonra cívica a tantas personas honradas que llegaron a luchar desde la derecha por la alternancia democrática y luego fueron engañados por sus cúpulas conservadoras que pactaron con el despreciable salinismo priísta. A esos buenos mexicanos que tienen el legítimo derecho a pensar diferente los invito a repudiar cualquier trampa de esa alianza, se puede hacer política jugando limpio.
Al hablar de BOA nos recuerda a una serpiente, su nombre los describe en su estatura moral, cívica, humana. El país no merece volver a una nación que se mueva a través de los lujos de pocos, la pobreza de muchos, la ausencia de esperanza para todos y el robo descarado tanto del patrimonio común como de nuestra democracia.
Este ya no es tiempo de serpientes, el pueblo que de la mano de la Cuarta Transformación ha iniciado la marcha del Cambio Verdadero por un país con justicia, igualdad y paz los pondrá en su sitio.
Mientras reflexiono sobre el BOA, recuerdo a José Martí, con su poema “Banquete de tiranos”, que alguna vez escuché cantar en voz de Pablo Milanés y que de alguna manera retrata a quienes solamente buscan la riqueza y el poder mediante la mentira y el abuso. En un fragmento expresa: “A un banquete se sientan los tiranos, / pero cuando la mano ensangrentada / hunden en el manjar, del mártir muerto / surge una luz que les aterra, flores / grandes como una cruz súbito surgen / y huyen, rojo el hocico y pavoridos / a sus negras entrañas los tiranos”.