Después de que se celebrara el fin de semana anterior el consejo nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado federal, Antonio Ortega Martínez, apuntó que hubo buenos resultados en cuento a la solución de problemas de coyuntura, sin embargo el trabajo deberá encaminarse a la modificación del modelo interior partidista.
Ante esta situación, propuso que el partido debe de comenzar una conciliación de intereses en la que las diferentes corrientes converjan en un solo propósito. La solución de fondo “es diseñar un modelo de partido” diferente, tal y como dictaba el documento aprobado por el Consejo Nacional perredista, y propuesta del diputado federal Raymundo Cárdenas.
La posición del legislador es que se forme un nuevo “partido – frente” que tenga como ejemplos principales los desarrollos de la izquierda en países como Chile, Italia y Uruguay, donde se ha logrado la consolidación de diferentes cargos políticos trascendentales y ostentados por la izquierda de cada país.
Una de las intenciones es que esta estructura innovadora pueda fortalecer los intereses de las fuerzas políticas que prevalecen al interior del partido; pueden crearse paquetes de termas en los que se coincida y partir de este listado para la búsqueda de alianzas.
Al momento de reconstruir al PRD, debe también de emprenderse una estrategia que amplié el frente de izquierdas en el país, comentando que esta es una medida urgente porque hay un vacío en las necesidades sociales, apenas demostrado con la debacle del panismo a nivel nacional.
Entre las temáticas que se dieron en esta última reunión de consejeros nacionales, aseguró se pudo demostrar que el PRD está sufriendo una de sus crisis más peligrosas y graves desde su propia fundación, lo que tiene que ver con la diversificación de ideologías que persisten al interior del instituto político.
Detalló que durante la reunión se pudieron enfrentar temas como la salida de militantes que han apoyado a otras causas partidistas, sin embargo en el caso de Andrés Manuel López Obrador confió en que no se pudo lograr una conclusión exacta debido a las posiciones políticas que prevalecen.
Consideró que este tema no pudo solucionarse de forma tajante porque por un lado se puede aplicar el reglamento del partido pero este desembocaría en una crisis interna que llevaría a la ruptura del partido; por lo que concibió que el tema será una constante dentro de la vida partidista, pero “creo que las evidencias son muy claras, hay posiciones políticas irreconciliables”.
Desde su perspectiva López Obrador cuenta con una visión de la izquierda que no es compartida “por un segmento mayoritario del partido”. En el caso de Aguascalientes, informó que hay entre 10 y 15 compañeros que se encuentran en esta situación de “traición a los principios del partido”, mencionando que cada entidad está formando sus expedientes correspondientes.
Concluyó que las posiciones diversas que existen al interior del PRD han sido atemperadas en los procesos electorales tanto del 2000 como del 2006, donde las candidaturas de Cuauhtémoc Cárdenas como López Obrador disimuló una problemática que se venía fraguando y el debilitamiento de estos actores políticos exhibió la situación real del PRD.
