Con motivo del Día Internacional del Trabajo Sexual, LJA.MX preparó una serie de entrevistas con trabajadoras sexuales con el propósito de hacer visible la falta de reconocimientos a sus derechos laborales y humanos por parte del Estado, que muchas de las veces las empuja a la clandestinidad y a laborar en condiciones insalubres y peligrosas, junto con la criminalización a su persona al asociar el trabajo sexual como actividad delictiva. Erradicar estos estigmas y otorgarles garantías individuales, les daría oportunidades de vida, las libraría del proxenetismo y la trata de personas, las alejaría de la violencia que padecen de forma sistemática en lo institucional y en las calles.
Ingrid
Con la pandemia estamos en una situación muy dura. Yo soy una chica trans y a pesar de que tengo mi propio trabajo, tengo una estética, pues muchas veces tengo la necesidad de recurrir al trabajo sexual sobre todo para solventar mis gastos, no lo hago por diversión, es más la necesidad. Ahorita que nada está abierto es muy complicado sobrevivir, me vi muy afectada en mi estética, no puedes atender a mucha gente y de tres o cuatro citas que tenía al día, ahora solo tengo una o dos.
En esta pandemia duré dos meses que no salí para nada, apenas hace dos semanas que me vi obligada a salir a la calle dos días a la semana a hacer servicios sexuales; de lunes a viernes yo abro mi estética, con todas las medidas sanitarias, pero no es suficiente. Por lo general yo no salgo todos los días a la calle, no es por gusto, conozco a quién sí le gusta, yo por necesidad, ya sabes, con esto ajusto para los gastos y ya, tampoco soy de estar buscando diario.
He recibido una u otra despensa, pero pues hay que pagar la luz, el agua, la renta de mi local, pagar el teléfono, y pues me he cuidado; de por sí yo soy una persona que no besa a cualquiera, siempre llevo mis condones, ahora mi cubrebocas y mi gel antibacterial, antes de subirme con el cliente y después me pongo gel. Yo soy la que aporta en la casa, imagínate, no puedo darme el lujo de enfermarme.
Con el transcurso del tiempo y de los clientes
Fue difícil entrar en este tipo de trabajo, sí le pensé mucho, yo vengo de una familia muy tradicional y muy religiosa, y no es bien visto, pero pues de algo tienes que comer y decidí hacerlo cuando me vi muy muy necesitada, para una chica trans es sumamente difícil conseguir un trabajo en una fábrica o en otro lado porque, pues, sabe, a una la discriminan más que a otras personas, es más fácil que le den trabajo a una persona gay o lesbiana, pero a una trans no. He tenido varios trabajos, de empleada de mostrador, de limpieza, en fábrica, porque, te digo, aunque ahora me dedico al trabajo sexual lo intento, no es una vida que quiera llevar para siempre si existieran oportunidades, yo sería una mensa si me quedara trabajando lo que me resta de vida en esto.
El primer día fue horrible, yo no sabía ni qué ondas, yo iba asustada, veía a las otras chicas y decía ¿y luego? porque se subían y se bajan de un carro, se subían a otro, muy animadas, y la verdad yo sí iba muerta de miedo, muchas personas creen que es fácil pero no sabes ni qué loco te toca en realidad, uno que te puede dar un mal golpe. Por fortuna no me tocó un mal cliente esa vez, de hecho me dijo, oye como que tú no te dedicas a esto, ¿verdad?, es que las chicas luego luego a lo que vienen, es tanto, va a ser así, por adelantado, y pues yo no, pero luego ya con el transcurso del tiempo y de los clientes yo me di cuenta por qué cobraban antes, una se tiene que dar sus mañas, muchas veces te subes al auto, les haces el trabajo y luego resultan con un sabes qué, mija, no traigo dinero, o ay no, se me olvidó la cartera, y pues tú ya gastaste tu tiempo, les hiciste el trabajo y te quedaste sin nada, sin cobrar, entonces a cobrar por adelantado.
No me ha tocado tanta violencia, gracias a Dios, la verdad no sé por qué, quizá porque soy muy selectiva, los poquitos clientes que tengo yo ya son grandes, son unas persona muy atentas, no son agresivas conmigo, quizá por esa parte estoy poquito segura, a dos o tres los contacto por redes sociales, pero la mayoría los conocí en la calle conforme me paré en la esquina, me conocieron, les gustó mi trabajo y regresaron conmigo.
Yo desde chiquita sabía que no era un niño
Mi proceso como mujer trans estuvo plagado de mucha confusión porque por un lado tengo una familia muy tradicional, yo convivía diario con la discriminación y el estigma que le tienen a las personas gays, a pesar de que yo sabía que no era, entre comillas para decirlo así “normal”, al ver esa discriminación no me animaba a salir del clóset, decía, salgo y me va a ir peor a mí, yo desde chiquita sabía que no era un niño, no me sentía a gusto en el cuerpo de un niño, yo siempre tuve movimientos femeninos, no me gustaban los carritos, a mí gustaban las barbies, los vestiditos, eso desde muy temprana edad.
Mi mamá siempre lo supo, pero en cierto momento sí dije, no, ya basta, no quiero ser más niño y decidí salir de niña, y pues tuve un problema muy grande, para mi mamá fue difícil, a pesar de todo ella siempre ha estado conmigo, nos distanciamos un año, pero poco a poco fue empezando a aceptar. Tengo una familia pequeña, mi hermana, que ya se casó y se fue, y mi mamá, que es con quien vivo, mi padre nunca estuvo, no me corrieron de la casa, he conocido muchas mujeres que sí la pasan muy mal. Mis primos, mis tías, no saben que me dedico a esto, la única que sabe es mi madre, y no está de acuerdo, pero ella entiende que muchas veces lo tengo que hacer por la situación que vivimos.
Traer al mundo a una persona a sufrir por lo que yo soy
Yo estoy bien plantada en el piso, dedicándote en el trabajo sexual es sumamente difícil que un hombre te respete como para hacer una pareja, te respetan un momento, pero para decir te quiero para toda la vida, pues no, eso sí hay que tenerlo muy en claro porque no te puedes andar ilusionando con cualquier chavo. Yo cuando tengo pareja no salgo para nada a trabajar, cuando tengo a mi pareja nomás con ella y ya. Sí quisiera un día casarme y vivir en pareja, pero tener hijos, no, porque a pesar de que sí considero que puedo atender y querer a un niño, no creo que sea justo que por el hecho de yo tener estos antecedentes yo traiga al mundo a una persona a sufrir por lo que yo soy, que sea motivo de burla, de discriminación, la gente es muy cruel, muchas veces no sabe ni de qué opina o por qué lastima, o si es la persona a quien deben lastimar.
Ojalá no me pase nada
Se supone que todos deberíamos de tener derechos pero constantemente somos discriminadas por seguridad pública, en las instituciones de salud, ¿para dónde corres?, ¿para dónde te haces?, te sales a la calle con la decisión y el ojalá no me pase nada, que no me lleven al C4 24, 36 horas. La última vez que me tocó estábamos en una zona con varias esquinas, estábamos en una esquina, a la mitad de la cuadra otra chica, al final, otra, todas trans, entonces llega una patrulla y nosotras como ya conocemos el movimiento nos cruzamos pero para evitar que nos fueran a detener, pero luego luego le aceleraron y empezaron, eh ¿a dónde vas?, por qué te escondes, no pues si yo ya me voy, párate en la pared, que te vamos a revisar, a mí nunca me habían revisado arrodillada, no nos encontraron nada, no andábamos drogadas ni tomadas, sí estábamos trabajando, pero nos subieron a la patrulla, las vamos a presentar por un cargo menor, pero por qué, no pues allá en la delegación te das cuenta por qué, me llevaron esposada, terminamos en el C4, llegamos y nos tomaron foto, nos grabaron como riéndose de nosotras, nos presentaron y el cargo era que porque estábamos orinando y consumiendo drogas, pero pues a mí ni me encontraron nada y me detuvieron por 36 horas.
Me han extorsionado muchas veces, si no es con dinero es con trabajo sexual de gratis para que te dejen trabajar, si no te llevan, pero depende de cada policía, no te dan oportunidad a veces de decir que sí o no, o lo haces o lo haces. En una detención a una compañera la golpearon y yo, oye no te pases, le dije al policía, es una chica, tú no puedes golpear así a una chica, no, no, es un hombre, no, qué te pasa, no es un hombre y no puedes ejercer esa violencia, estábamos con la impotencia esa vez. Vivimos en las sombras, las mujeres trans trabajadoras sexuales somos un grupo muy ensombrecido.
El trabajo sexual existe
Nosotras somos un sector muy cerrado, me tocó sufrir mucha discriminación por parte de otras chicas trans y pues he cometido muchos errores, yo lo he llegado a hacer con otras chicas trans, he estado en los dos lados, ser discriminada y ser quien discrimina. La edad no se puede detener y conforme pasan los años siguen entrando más y más chicas y tú te vas quedando con menos clientes, menos conocidos, y esa es una de las causas que por eso también una se porta así, no es que esté bien, pero una se porta así.
Yo formo parte de un colectivo, sabemos que al ser un tema tan estigmatizado obvio no puede avanzar de un día para otro, pero el trabajo sexual existe, queremos lograr algo para todas, pero este colectivo a las que trata de beneficiar es a las chicas trans. Si en algún momento, los gobernantes tuvieran ganas de ayudar, si en algún momento de la vida hubiera una oportunidad, un programa destinado a chicas trans, créeme que muchas de nosotras dejaría el trabajo sexual.