El cierre de la frontera con EU afecta principalmente el envío de heroína y metanfetamina. Consumidores prueban drogas más peligrosas y los adictos en recuperación sufren escasez de medicina, se revela en reporte de la ONU.
El narco mexicano ya no sólo se enfrenta las acciones de las fuerzas armadas, que les incauta drogas, dinero, armas, les desmantela laboratorios y destruye plantíos. Ahora, el “enemigo invisible”, Covid-19, está provocando que la producción y tráfico de heroína y metanfetamina se vuelvan más complejos.
De estas dos drogas ilícitas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisó, entre 2018 y 2019, 648 kilogramos de heroína y casi 30 toneladas de metanfetamina, indican datos de las acciones contra la violencia que lleva a cabo la dependencia a cargo de Luis Cresencio Sandoval.
De acuerdo con el reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés), “Covid-19 y la Cadena de Suministro de Drogas: de la Producción y el Tráfico hasta el Consumo”, muchos países, entre ellos México, están resintiendo las restricciones fronterizas de flujo de mercancías y personas a causa de la pandemia.
LA TIERRA SE CERRÓ
Datos de la Plataforma de Monitoreo de drogas de la UNODC apuntan que, en el mundo, por tipo de sustancia, 92% de los opioides (aquí entra la heroína) se trafica vía terrestre, siendo la droga que más se mueve de esa manera. Los estimulantes de tipo anfetamínico (ATS) en un 56%, la marihuana un 45% y la cocaína sólo en un 8%.
“Las medidas fronterizas parecen estar obstaculizando el tráfico de opiáceos. Los informes de las Américas apuntan a un mayor control en las fronteras, que hace que el tráfico de heroína desde México a los Estados Unidos sea más difícil que antes del inicio de la pandemia”, señala el documento.
El 21 de marzo pasado, los gobiernos de Estados Unidos y México acordaron restringir en la frontera por 30 días los viajes no esenciales (turísticos y recreativos), medida que se prolongó el 20 de abril por otros 30 días.
La UNODC explica que hay indicios de que el tráfico de heroína a lo largo de las rutas terrestres se ha vuelto más riesgoso y puede estar haciendo más lento el suministro de heroína a los mercados de consumo final.
Por eso es factible que se esté apostando a un cambio hacia el sur, que depende en mayor medida del tráfico marítimo y donde hay países de tránsito con una capacidad de aplicación de la ley más débil que aquellos con rutas terrestres.
Refiere que en los próximos meses se podrá tener una mejor visión y comprensión de si estos cambios pueden llegar a ser una tendencia a largo plazo o solamente se limitarán al tiempo que dure la pandemia.
PELIGROS PARA LOS CONSUMIDORES
México es el [mark]tercer productor mundial de heroína[/mark] y el primero en América Latina, por ende, con alto volumen de tráfico hacia Estados Unidos, principal consumidor.
El hecho de que el suministro de heroína sea limitado en estos momentos, también supone un cambio en los hábitos de consumo de las personas, lo que puede tener profundas consecuencias para la salud, alerta el informe de la UNODC.
Por ejemplo, en Europa, que es un gran consumidor de heroína, pero que en su caso esta proviene principalmente de Afganistán, se ha detectado que la escasez de esta droga se ha relacionado con un mayor uso de opioides sintéticos, incluido el fentanilo.
“También se ha documentado el uso de opioides inyectables producidos en el hogar, como ‘krokodil’, una alternativa más dañina a la heroína”.
En el mundo, otro aspecto de salud que puede verse afectado con las restricciones de movilidad por el coronavirus es que para las personas que usan drogas existe la posibilidad de una interrupción del acceso a los servicios de tratamiento, equipos limpios y medicamentos vitales.
“Los usuarios de heroína que no pueden acceder a la terapia de sustitución de opiáceos corren el riesgo de presentar síntomas graves de abstinencia. La falta de acceso a tratamientos y prácticas seguras puede aumentar el riesgo de un trastorno de uso de drogas agravado, o tener consecuencias para la salud al compartir agujas y otras prácticas inseguras”.
SIN MATERIA PRIMA
El informe destaca que otra implicación del Covid-19 en el narcotráfico es que la producción de algunas drogas sintéticas, al ocupar producto químicos que se importan de otras regiones, se han dejado de hacer por la falta de estos.
En el caso de México, refiere que hay información de que la reducción en el comercio del sudeste asiático ha limitado el suministro de precursores químicos, entonces, al parecer, en nuestro país se ha interrumpido la fabricación de metanfetaminas y fentanilo.
“Algunas reportes de los medios sugieren que los precios de la metanfetamina aumentaron más del doble entre enero de 2020 y marzo de 2020, mientras que otros incluso hablan de un aumento de seis veces en el precio de la metanfetamina en ese país en los últimos meses, a medida que las importaciones de productos químicos del este de Asia se han detenido”.
De acuerdo con un reportaje del Semanario Ríodoce, en Culiacán, Sinaloa, el precio de una libra de metanfetamina, que normalmente es de 2 mil 500 pesos, puede llegar a 15 mil, pues los químicos que necesitan no están llegando a esa entidad.
CULTIVOS SE SALVAN
Mientras que en Birmania (estado soberano del Sudeste de Asia), se tienen señales de que la cosecha de amapola, de la cual se obtiene la goma de opio, se detuvo con el inicio de la pandemia, en México no se tienen pistas de que las medidas para controlar la propagación del Covid-19 estén teniendo un impacto en ese sentido.
De acuerdo con la Sedena, de enero a abril de este año se han destruido 6 mil 950 hectáreas de amapola, esto es más de la mitad de lo que se erradicó en todo 2019 (11 mil 774 hectáreas).
Si bien en el informe “México, Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Amapola 2017-2018”, publicado en marzo de este año, también de la UNODC, en colaboración con el gobierno mexicano, se tiene que en esos dos años los plantíos se redujeron 9%, se prevé que estos puedan incrementar en toda la región de América Latina, debido a la crisis económica y mayor pobreza que se estima por la pandemia.
“En América Latina se esperan aumentos a largo plazo en el cultivo ilícito de cultivos debido a un aumento en la vulnerabilidad de los hogares. Se espera que América Latina sufra la peor crisis económica de su historia, con una contracción del 5.3%, comparable sólo con la Gran Depresión de 1930”.
Para la economía de México, el tercer mayor productor de amapola del mundo, se espera que el PIB se contraiga aún más que el promedio regional y global (en un 6.5%).
La UNODC prevé que con esta severa contracción económica y las pérdidas de empleos, un número creciente de hogares vulnerables recurra a mecanismos negativos de supervivencia, como el cultivo ilícito de cultivos, si no existen otras opciones generadoras de ingresos.
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