Para el diputado local por Convergencia, Vicente Pérez Almanza, es preocupante que el Gobierno Federal deje toda la responsabilidad de la lucha contra el narcotráfico al ejército, pues esto no es más que un intento de dar “patadas de ahogado”.
Apuntó que el Ejército Mexicano está capacitado “en otro sentido, y sus principales deberes los establece de manera puntal y concreta, la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, que en su artículo primero establece que son instituciones permanentes, con las misiones de defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país; y en caso de desastre, prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas”.
Por esto, lamentó que el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quien es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, distraiga al ejército “con cuestiones de vigilancia, prevención, persecución del delito, investigación y ahora sobreponiéndolo a los cuerpos policiacos de las entidades”, olvidando que la principal problemática en esta lucha es la corrupción, “que se ha infiltrado hasta los más altos mandos y que comienza a causar estragos dentro del mismo grupo castrense, en donde los cárteles de la droga se han infiltrado, haciéndose de elementos capacitados y con información privilegiada”.
Indicó que la participación del ejército en las tareas que deben ser llevadas por la policía son en extremo riesgosas, dado que los elementos castrenses “son entrenados en el uso excesivo de la fuerza para defender la soberanía nacional”, lo que resulta “inútil en las labores de procuración de justicia y prevención del delito, tareas urgentes que la ciudadanía reclama para recuperar la tranquilidad”.
Pérez Almanza externó, que la participación del ejército en la lucha contra la delincuencia organizada, “se fundamenta en que ponen en peligro la seguridad interior, y hasta se ha dicho que atentan contra la soberanía del país, pretexto que constituye el mejor para involucrarlos en esta inútil lucha”.
Apuntó que no es algo nuevo el que el ejército “sea inconstitucionalmente usado en cosas que no le corresponden, ya que ilegal y equivocadamente, ha participado en acciones preventivas, persecutorias e investigativas”, aclarando que eso no es culpa de los elementos, “sino de los Comandantes Supremos que los han puesto a sustituir trabajadores en hüelga de empresas e instituciones del Estado, reprimiendo a movimientos sociales, y ahora investigando lavado de dinero, patrullando las calles, deteniendo viciosos, vigilando casinos y espectáculos masivos, como vallas de giras presidenciales, guardaespaldas de altos funcionarios del poder Ejecutivo, procurando e impartiendo justicia, entre las muchas tareas que les han sido encomendadas; como resultado de la incompetencia para hacerle frente al crimen, a pesar de los miles de policías que cobran a lo largo y ancho del país por un trabajo que no realizan”.
Por último, subrayó que “es absurdo que el Ejército siga en la lucha contra el narco” la cual “se ha convertido en una batalla sin sentido, y destinada a fracasar, pues mientras no se combata la corrupción de los cuerpos policiacos y las adicciones de nuestros jóvenes, esta lucha sin cuartel pronto superará al Ejército Mexicano y nada más habrá un culpable: ellos, al darles injustamente el poder absoluto de los absurdos operativos, en los que solo correrá sangre, balas y el prestigio de de la institución más fuerte que aún tenemos los mexicanos. ¿Y después del ejército, a quién vamos a recurrir?” finalizó el legislador convergente.