- La delincuencia organizada se diversifica y fortalece, no está en cuarentena
- Después de la pandemia deberemos rescatar las calles: Edgar Guerra
Si bien persistía la hipótesis de que, tras emergencia sanitaria por el coronavirus, la violencia en el espacio público disminuiría de manera considerable al ser una consecuencia lógica tras el confinamiento en sus casas, ahora esta se descarta al ser evidente que los grupos criminales se diversifican y reestructuran para continuar activos, señaló el doctor Edgar Guerra Blanco, profesor-investigador del programa Cátedras Conacyt asignado al Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Región Centro.
Recordó que muchos comentaristas sobre el tema insistieron en que, si los narcotraficantes van a estar en cuarentena por las medidas sanitarias, pero además la mayoría de los mexicanos también, pues es muy probable que la violencia disminuya en el caso de los homicidios dolosos relacionados con la narcoventa y que se enfrenten en las calles, o en el caso de los delitos patrimoniales, así como una baja en las exportación de droga desde México, pues las fronteras se van a cerrar, así como en la demanda de este producto por parte de los Estados Unidos donde la pandemia está pegando fuerte.
“Se veía como muy plausible de que se disminuyera la actividad delictiva y por consecuencia la violencia, pues todos estábamos guardados, ese era el resumen de esa hipótesis, pero lo cierto es que con el paso de los días y de las semanas, en retrospectiva a un mes de distancia nos damos cuenta que esto no ocurrió”, manifestó.
Al irse a las cifras, el investigador detalló que marzo fue el mes más violento, no solo de este año, ni de la administración de Andrés Manuel López Obrador, sino de los últimos tres años con dos mil 85 asesinatos; 83 personas exterminadas al día. Números que vinieron a desmontar la hipótesis y desilusionar a quienes la sostenían, pues la violencia no ha disminuido en lo más absoluto en el país.
Tras recordar que la medición de la violencia se basa en el número de homicidios dolosos, subrayó que este parámetro lleva un incremento que calificó de brutal desde la pasada administración y siguen hacia arriba, pues en el 2019 tuvo un registro de 33 mil 369 homicidios dolosos, el año más violento.
Recordó que el mercado de las drogas tiene su propia lógica, al haber una demanda que deben satisfacer, y aunque eventos como una pandemia, la caída del precio del petróleo o del dólar tienen un impacto en su dinámica, esta no se detiene, solo se ralentiza un poco, pues ha demostrado por cien años que pese a la prohibición, pese a al embate de las fuerzas armadas este sigue funcionando, mucho menos lo hará en medio de una pandemia de coronavirus, aunque sí es probable que se restructure en alguna de sus dinámicas.
“Hablemos de dos niveles en cuanto a delincuentes se refiere: el de las organizaciones delictivas y aquellas que se dedican al narcomenudeo. Si nos vamos con las primeras, lo que conocemos como los cárteles de las drogas, van a resentir muy poco esta ralentización, esta contracción del mercado, algunas pararán momentáneamente y permanecerán en casa…pero otras lo verán como una oportunidad para salir las calles y pelear con más virulencia, valga la ironía, a seguirse disputando los territorios; otras buscarán nuevos mercados, por ejemplo considero el mercado por la internet, porque siempre habrá quien esté dispuesto a correr riesgos, se abrirá un nuevo nicho de mercado. Todos van a aprovechar esta coyuntura”, aseveró.
Otra tendencia es que la delincuencia organizada busque otros esquemas para enriquecerse a través de prácticas como el secuestro, nuevas formas de extorsión o cualquier otro de tipo de mercados ilícitos, de tal manera que en cualquiera de ellos la violencia estará presente.
La otra tendencia es, en el nivel más bajo de estos criminales, aquellos que se dedican al narcomenudeo, que va a entrar a otro tipo de delitos como los patrimoniales o del fuero común como robo de autos, a casa habitación e inclusive a los saqueos, como recientemente se dio a conocer que sucede en la Ciudad de México.
“Recordar que su dinámica es la del dinero, no es de sorprenderse que comenzarán a darle por otros lados, van a tratar de desenterrar estos delitos, lo que da un espacio para que la violencia se siga manteniendo en los niveles actuales. La verdad es que la disminución de la violencia no se ha sentido, pues eventos como masacres o balaceras siguen muy presentes”, externó.
Edgar Guerra manifestó que en todo momento desestimó la hipótesis de que, al menos momentáneamente, la violencia disminuiría, ya que la actividad delictiva es estructural y tiene sus propias dinámicas en donde cabe la posibilidad de que los grupos organizados aprovechen nuevas ventanas de oportunidad.
Aunando a todo lo anterior y que al catedrático le hace mucho ruido, es el hecho de que la Guardia Nacional como el Ejército y Marina están en estos momentos muy ocupados enfrentando la pandemia, al igual que las policías; de tal forma que, en lugar del fortalecimiento del Estado en los espacios públicos, más bien se trata de un debilitamiento al ocuparse en estos momentos de otras tareas. Otro factor a considerar en que el país ya inició en caída libre a una crisis económica de largo plazo, la cual hará mucho daño a las poblaciones más vulnerables, y con ello la aparición de los delitos del fuero común.
“Una rama que seguramente en esta crisis se va a abrir es aquella que tenga que ver con las medicinas y equipamiento médico, pues, aunque ya había un mercado negro que supuestamente se había cerrado, seguramente se abrirá de nueva cuenta ese boquete, y entonces se abre otra paleta que vendrá a lastimar en última instancia el espacio público, pues recordemos que las diferencias de los grupos de la delincuencia se dirimen mediante la violencia”, acentuó.
Enfatizó que a este escenario habrá que sumar el que en esta administración federal no se ha dado a conocer una estrategia seria de combate a la delincuencia organizada ni a la enorme desigualdad social que hay en el país, pues los programas que trabajan actualmente no van de la mano de cambiar la visión que existe en México respecto a las drogas y la prohibición, al insistir en las acciones punitivas para enfrentar el mercado de las drogas, sin una propuesta de cambio institucional y legal de regulación de las sustancias; exactamente el mismo contexto de los últimos 15 años.
Edgar Guerra dijo no dudar que los mexicanos vamos a derrotar a la pandemia biológica y socialmente, algo que costará muchas vidas humanas, dolor y crisis económica, pero una vez que salgamos a las calles el mercado ilícito de las drogas va a estar ahí, ahora con el trabajo para los ciudadanos de recuperar los espacios públicos debido a que esa labor nadie la realizó.
“Es un panorama muy desolador, más cuando algunos teníamos una esperanza en el cambio de gobierno, es como el cuento de Monterroso tantas veces contado: ‘Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí’, cuando regresemos de derrotar a la pandemia biológica y socialmente, ahí va a estar la violencia, la delincuencia por las drogas, porque no se atendió, estarán más fortalecidos. Ellos nunca se han ido”, lamentó el investigador.