- Para muchas mujeres, niños y niñas, el hogar puede ser un lugar de miedo y abuso
- Se hizo hincapié en la importancia de dejar abiertos los refugios, habilitar líneas de atención, y seguir emitiendo órdenes de protección
La Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer de las Naciones Unidas, Dubravka Simonovic, llamó a los gobiernos del mundo que ante la crisis del COVID-19 y las medidas restrictivas que se imponen para combatirlo, defiendan los Derechos Humanos de las mujeres y propongan medidas urgentes para las víctimas de violencia familiar.
“Es muy probable que aumenten las tasas de violencia doméstica generalizada, como ya sugieren los informes iniciales de la policía y de las líneas telefónicas de atención. Para muchas mujeres, niños y niñas, el hogar puede ser un lugar de miedo y abuso. Esta situación empeora considerablemente en casos de aislamiento, como las medidas de emergencia impuestas durante la pandemia de COVID-19”, advirtió en un comunicado.
La funcionaria llamó a los gobiernos a no dejar atrás a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia. “El riesgo se agrava en un momento en que no hay o quedan menos refugios y servicios de ayuda disponibles para las víctimas; cuando es difícil acceder a aquellos que aún están abiertos; y cuando hay menos apoyo de la comunidad; menos intervenciones policiales y menos acceso a la justicia porque muchos tribunales están cerrados”, continuó.
Concluyó que es necesario que las medidas para proteger a las mujeres “deben permanecer disponibles o ser adoptadas” durante la crisis. “El riesgo se agrava en un momento en que no hay o quedan menos refugios y servicios de ayuda disponibles para las víctimas; cuando es difícil acceder a aquellos que aún están abiertos; y cuando hay menos apoyo de la comunidad; menos intervenciones policiales y menos acceso a la justicia porque muchos tribunales están cerrados”, escribió.
Simonovic hizo hincapié en la importancia de dejar abiertos los refugios, habilitar líneas de atención, y seguir emitiendo órdenes de protección. Además, la policía debería de aumentar sus esfuerzos para “acciones rápidas.”
La experta agregó que “hacer llamadas telefónicas puede ser peligroso en un contexto de confinamiento en el hogar”, pero las líneas de ayuda, podrían facilitar el acceso al proporcionar chats en línea y servicios de mensajes de texto para las víctimas. “Los Estados también deben encontrar soluciones nuevas y creativas para apoyarles”, exigió.
Cimacnoticias cuestionó en la oficina de la Relatora sobre ejemplos de buenas prácticas en varios países, y se nos informó que “se encuentra en el momento en un proceso de recabo de ejemplos y buenas prácticas sobre el tema”.
El sábado 28 de marzo, Nuuk, la capital de Groenlandia, isla ártica que pertenece a Dinamarca, prohibió la venta de alcohol hasta el 15 de abril, en el intento de diminuir la violencia familiar durante la contingencia. “Las y los niños están en el centro de mi decisión, tienen que estar seguros en casa”, dijo el primer ministro de la isla, Kim Kielsen.
Según información del periódico “The Guardian”, casi una de cada tres personas en Groenlandia han sufrido abusos sexuales durante la infancia, fenómeno que expertas y expertos vinculan con el alcohol y las drogas.
Sonia Gerth | Cimacnoticias