Superdelegados aspiran a gubernaturas, pero no será fácil - LJA Aguascalientes
22/11/2024

  • López Obrador vigila
  • Al menos 10 de ellos quieren repetir la jugada de Jaime Bonilla: brincar de su oficina a la gubernatura. Sin embargo, la diputada Claudia Valeria Yáñez les tiene una sorpresa.

 


EMEEQUIS


Al menos una decena de superdelegados anhelan convertirse en candidatos de Morena a la gubernatura de la entidad donde ejercen la representación del gobierno federal. Pero desde la cúpula del poder morenista se ha impulsado una reforma legal para cerrarles el paso hacia las nominaciones.

Una iniciativa de reforma constitucional presentada el 11 de febrero por Claudia Valeria Yáñez Centeno y Cabrera, diputada federal morenista por Colima, busca obligar a los delegados federales que quieran ser candidatos a renunciar al cargo tres años antes al día de la elección.

La diputada Claudia Valeria es hermana de César Yáñez Centeno, coordinador general de Política y Gobierno, cargo que, no en balde –nos hacen ver–, lleva esa denominación.

César Yáñez, de hecho, es considerado por amplios sectores de la gestión obradorista como el único e insustituible número 2 del gobierno, especialmente en materia política. Si bien salió del ámbito de poder tras su fastuosa boda, que fue fotografiada para revistas del jet set, allá en los albores del actual gobierno, bien pronto retomó su sitio en la esfera obradorista.

Hay quienes han querido interpretar la iniciativa de la legisladora Claudia Valeria como un mensaje específico para Indira Vizcaíno, superdelegada de la federación en Colima; y por supuesto, como un intento de la hermana del exvocero presidencial para posicionarse ella misma como precandidata. Pero nos explican que, sin excluir la posible selección de doña Claudia como abanderada, la reforma tiene calculado un alcance mayor.

Y es que el propio presidente intentó meter en orden a los superdelegados. El 3 de diciembre de 2019 los reunió para advertirles que no estaban para meterse a la grilla electoral. Pero al parecer no entendieron.

El nuevo mensaje presidencial, presuntamente operado por César Yáñez, es de relevancia central para el proceso electoral de 2020-2021, que arranca el próximo mes de agosto. No obstante, hay quienes lo consideran una estrategia para confundir hacia dentro y hacia afuera de Morena.


 

Ahí está el detalle

Claudia Yáñez presentó la iniciativa en tribuna el día 11 de ese mes, y el 13 ofreció una conferencia al respecto (tweet de Claudia Yáñez).

La legisladora propone reformar el artículo 116 de la Constitución Política para establecer que los titulares de las delegaciones de Programas Para el Desarrollo se separen del cargo de manera definitiva un año antes del día de la elección, si la candidatura que buscan es para una diputación, y tres años antes si la nominación anhelada es a una gubernatura.

Por si alguien pensara que la iniciativa es sólo una ocurrencia, la diputada Yáñez compartió, al día siguiente de presentar la iniciativa, una foto de ella con López Obrador y el coordinador morenista en San Lázaro, Mario Delgado.

La propuesta busca ser un tiro de precisión. De hecho, justo un año antes, la diputada Dulce María Sauri Riancho, del grupo parlamentario del PRI, partido que viene votando con Morena, ya había presentado una iniciativa en ese sentido. La nueva propuesta de la diputada Yáñez, morenista, mete presión para que ambas sean dictaminadas.

Cabe señalar que incluso Mario Delgado, colimense, ha sido mencionado entre los aspirantes morenistas a la gubernatura. Pero esa es sólo una carta de su amplia baraja.

 

Colima: “Indilovers”

Indira Vizcaíno Silva, delegada del gobierno federal en Colima, ha mostrado su activismo de modo más desbordado. Es diputada federal con licencia, cargo que obtuvo por el extinto Partido Encuentro Social (PES). De modo que no tiene militancia, aunque proviene del PRD. Su padre, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, fue candidato del PRD al gobierno de Colima, en 1991. Perdió, frente a Carlos de la Madrid Virgen. Fue diputado local en 1998, y líder del Congreso. Recientemente, don Arnoldo dijo públicamente que su hija sería candidata a gobernadora con o sin partido.

En octubre de 2019, Indira se presentó en la feria anual de su municipio de origen, Cuauhtémoc, el cual gobernó por el PRD de 2012 a 2015, acompañada de un nutrido contingente de personas que vestían playeras tipo Polo, en color rosa, con la leyenda “Indilover”.

Dijo que se trataba de playeras que le regalaron amigos y familiares, pero nada más. Ante las críticas, se dijo objeto de “una campaña de odio”.

Actores políticos locales la han acusado de intentar controlar la fracción morenista del congreso local; intervenir en la legislatura para torcer la elección del titular de la Comisión de Derechos Humanos de Colima (CDHC), a favor de Adriana Ruiz, sin éxito; señalan que ha desplegado maniobras para controlar los órganos de gobierno de Morena en el estado, y posicionarse rumbo a la gubernatura. Y hasta consiguió apoyo de priístas, como Rogelio Rueda Sánchez. Hay incluso una empresa llamada Massive Caller que viene difundiendo en medios estatales el resultado de encuestas que ponen a Indira a la cabeza de las preferencias.

 

Los acelerados

El precedente de Javier Bonilla, en Baja California, que se postuló a la gubernatura desde la superdelegación, es demasiado poderoso como para sacarlo de la imaginación del resto de representantes de la federación en los estados.

En la recta final de 2019, Luisa Albores, secretaria de Bienestar, anunció que algunos de delegados serían investigados por intervenir en actos proselitistas dentro de Morena. La lista la encabezaba, justamente, Indira Vizcaíno.

Pero la lista se le ha ido ensanchando a doña Luisa, porque los superdelegados están metidos en casi todas las sucesiones estatales a verificarse en 2021.

Judith Díaz Delgado, superdelegada en Nuevo León, ha dicho claramente que estaría interesada en la candidatura de Morena al gobierno de su estado. Tiene claro, por supuesto, que Tatiana Clouthier lleva mano, si se decide, porque las encuestas dan el gane al PAN.

Víctor Castro Castro, de Baja California Sur, organizó en diciembre un “desayuno de la unidad” con más de tres mil morenistas, con despliegue de prensa y todo. Aclaró que no se trataba de su destape. Desde febrero previo, se había difundido un audio en que Castro y el petista Alfredo Porras Domínguez se juraron lealtades en caso de que recayera en cualquiera de los dos la decisión. Don Víctor admitió después: “Sí quiero la gubernatura, pero a su tiempo”.

A Jorge Taddei Bringas, de Sonora, se le atribuye discreción, pero no es secreto que mueve fichas dentro y fuera de Morena. Es considerado el puntero de los aspirantes a la gubernatura, especialmente ahora que Ana Gabriela Guevara, titular de Conade, es recibida con abucheos, como le ocurrió el sábado 7 de marzo en el CUM de Hermosillo, al asistir a la pelea de Jorge “Travieso” Arce con Julio César Chávez.

A la exvelocista parecen haberla rebasado por carril interior las investigaciones de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que encabeza Irma Eréndira Sandoval Ballesteros. Aunque hay que decir que Taddei también es investigado, supuestamente, por doña Eréndira, bajo sospecha de desvío de recursos.

De hecho, en octubre del año pasado, doña Eréndira dio a conocer que un grupo de superdelegados eran investigados bajo ese tipo de sospecha. El que no estaba en esa lista negra era su hermano, el superdelegado en Guerrero, Pablo Sandoval Ballesteros. Él ya fue candidato a la gubernatura, en 2015. Claro que en ese tiempo su partido no estaba en el poder, ni tenía una secretaria de gabinete federal en la familia. Ahora tendría muchas más posibilidades.

En Campeche, la superdelegada Katia Meave Ferniza no sale de las publicaciones locales. Incluso hay revistas que le dedican espontáneas portadas a plana completa y la presentan como factor de unión del morenismo campechano. En octubre se había comprometido públicamente a no intervenir en el proceso interno de Morena.

 

Tendría un efecto adverso

El superdelegado en Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa, dijo hace apenas unos días que no hablará de candidaturas, ante las preguntas de los reporteros sobre el reingreso a Morena de Víctor Quintana Silveyra, secretario de Desarrollo Social del gobierno de Javier Corral, y aspirante a la gubernatura. La verdad es que, desde que asumió el cargo, Loera ha estado inmiscuido en una guerra intestina del morenismo, en la que participa también el consejero independiente de Pemex, Rafael Espino. Loera no deja de condenar a aspirantes provenientes de otros partidos, en público y en privado.

En octubre del año pasado, Roberto Pantoja Arzola, superdelegado en Michoacán, pidió que le dieran por muerto, después de todo un año de operación política para posicionarse para la nominación, que incluyó el reclutamiento de un equipo de apoyo. En noviembre trascendió que en el organigrama de la superdelegación todos están “listos” para el destape. A quienes no les hace gracia es Cristóbal Arias y a Raúl Morón.

En San Luis Potosí, el superdelegado Gabino Morales Mendoza se mueve aún por la postulación, aunque con escaso margen debido al desgaste frente a sus adversarios.

Lorena Cuéllar Cisneros, superdelegada en Tlaxcala, es la mejor posicionada de todos cuantos aspiran a las nominaciones morenistas a las gubernaturas, según encuestas.

Con todo, hay quienes creen que la aprobación de la iniciativa de la diputada Claudia Yáñez no se verificará, pues dejaría al presidente López Obrador sin cartas importantes para jugar en 2021.

 

@emeequis


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