López Obrador ya emitió decreto que permite rifar el avión presidencial - LJA Aguascalientes
24/11/2024

  • Dos días antes de que López Obrador anunciara la intención de rifar el Boeing 787, entró en vigor un decreto presidencial que fusiona la Lotería con Pronósticos. Esta última está facultada para celebrar concursos con premios en especie, incluido un avión. ¿Lo tenía planeado?

 

EMEEQUIS/Alejandra Crail 

 

Dos días antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara como posibilidad la rifa del avión presidencial, entró en vigor un cambio legislativo sobre la Lotería Nacional, instancia que, a partir de un decreto presidencial, pasa a formar parte de Pronósticos para la Asistencia Pública.

La dependencia que toma el control de los concursos nacionales ahora permite que, por medio de un “cachito”, se entreguen premios en especie: cualquier bien que no sea dinero en efectivo, incluido un avión. El artículo primero de la Ley Orgánica de Pronósticos señala que tiene como objeto “la operación y celebración a nivel nacional e internacional de concursos y sorteos con premios en efectivo o en especie”.

Durante la conferencia mañanera de este martes 28 de enero, un reportero cuestionó al presidente sobre el marco legal de la Lotería Nacional, el cual, dijo, no permite premios en especie. López Obrador respondió que se ha analizado con la Consejería Jurídica realizar un ajuste al marco legal de esta institución, sin mencionar que éste ya se había realizado. “No diría obstáculos, diría procedimientos legales que se tienen que resolver”, comentó el mandatario.

Es así que el avión presidencial, que lleva más de un año estacionado en California, Estados Unidos, podría terminar en manos de alguno de los 119 millones de mexicanos, siempre y cuando compren un billete de lotería. La propuesta de rifarlo entre los connacionales, que anunció el presidente hace días, se tejió antes del anuncio oficial que a muchos sonó a broma. La rifa, entonces, es posible. 

Pese a que la venta del avión que está valuado en 130 millones de dólares fue de las promesas de campaña de López Obrador, a más de un año de que tomara el cargo como presidente de México. 

El 17 de enero pasado, el mandatario dijo que la quinta opción para consolidar la venta del Boeing 787 con placas XC-MEX era una rifa. 


–¿De a cómo el boleto? –le preguntó la prensa. 

–Quinientos pesos, seis millones de cachitos de la Lotería Nacional –respondió el presidente.

La Lotería Nacional, contestó AMLO, sería la encargada de llevar a cabo la rifa. Se necesitaría, detalló, que seis millones de “cachitos” fueran comprados para consolidar unos 2 mil 500 millones de pesos que equivalen al costo del avión presidencial, según el último avalúo. 

“Se le daría al que ganara el avión, ya incluido un servicio de operación de dos años o de un año”, remató. 

Lo que no mencionó el mandatario aquel viernes es que ya había preparado el terreno para que esta quinta opción, que la mayoría tomó a broma, pudiera consolidarse. 

 

La ley que faculta rifas

Tres días antes de aquel anuncio, el 14 de enero de 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que venía directamente del presidente de los Estados Unidos Mexicanos para abrogar la Ley Orgánica de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública, que estaba vigente desde el 14 de enero de 1985. Es decir: la Lotería Nacional, así como la conocemos, por lo menos en cuanto a su Ley Orgánica, ya no existe a partir del 15 de enero de este año.

“El organismo público descentralizado denominado Pronósticos para la Asistencia Pública asumirá la organización y celebración ininterrumpida de todos los sorteos, y concursos que hasta antes de la entrada en vigor del presente Decreto realizaba la Lotería Nacional para la Asistencia Pública”, se indica en el artículo tercero del documento. La Lotería sólo conservará su personalidad jurídica para el proceso de desincorporación, el resto de sus atribuciones quedan ya en cancha de Pronósticos.

La Lotería pasa a formar parte de Pronósticos para la Asistencia Pública, un organismo descentralizado que tiene personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya coordinación corresponde a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que tiene permitido, según su artículo primero, la entrega de premios en efectivo o en especie. Esto significa que, bajo su tutela, el avión presidencial sí puede ser rifado. 

El avión presidencial fue adquirido por el gobierno de Felipe Calderón, quien pagó 218 millones de dólares por él, aunque en realidad quien lo estrenó y usó dispendiosamente durante todo su sexenio fue Enrique Peña Nieto. Antes del 14 de enero, bajo la Ley Orgánica que enmarcó la operación de la Lotería durante los últimos 35 años, hubiera sido imposible su rifa, pues la misma reglamentación limitaba el tipo de premios a entregar: sólo podían rifarse premios en efectivo. 

La Secretaría de Hacienda tiene 30 días –que vencen a mediados de febrero– para oficializar la fusión de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública con Pronósticos. Tiempo suficiente para consolidar la rifa del avión que se planea para mayo próximo. 

Asimismo, el decreto marca que los derechos de los trabajadores de la Lotería serán respetados conforme a la legislación y normativa aplicables. 

“La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en coordinación con la Secretaría de la Función Pública, realizarán las acciones necesarias para que los recursos humanos de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública sean transferidos a Pronósticos para la Asistencia Pública”, marca el artículo octavo.

Mientras tanto, el Ejecutivo federal cuenta con 180 días –seis meses– para crear las condiciones para que Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública pueda sumar oficialmente a sus responsabilidades las atribuciones de la Lotería.

 

Ya hay un diseño de boleto

La mañana del 28 de enero, en la conferencia mañanera, Andrés Manuel presentó un boleto con el sello de la Lotería Nacional con el que planea consolidar la rifa del avión presidencial para comprar equipo médico para el sector salud. 

El presidente dijo que será en la primera semana de febrero que tomará la decisión del camino a seguir, ya sea a través de la venta o la rifa del avión; esta última tendría como lanzamiento el 5 de mayo. 

“Premio Mayor, avión presidencial”, “Gran sorteo especial Batalla de Puebla 158 años de la Victoria”, se puede leer en el boleto que muestra a la aeronave TP-01. “Es una cooperación para equipos médicos y hospitales donde se atiende de manera gratuita a gente pobre”.

 

¿Y los impuestos?

El presidente agregó que también analizan el tema de pago de impuestos, porque quien gana algún premio tiene que hacerlo. Horas más tarde, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que en caso de que el premio mayor quede en manos de un habitante de la ciudad, éste sería acreedor de la condonación de impuestos en la capital. “Para que todo el recurso vaya a lo que se requiere que es finalmente el equipamiento de hospitales, principalmente para niñas y niños”, detalló. 

El Código Fiscal de la Ciudad de México señala que a quienes ganan algún premio de esta índole se les deberá aplicar una tasa del 6% del valor total del premio. En este caso se tendría que pagar un impuesto de unos 150 millones de pesos, respecto a los 2 mil 500 millones pesos que vale el avión actualmente. 

Otra de las razones por las que aún no definen si la rifa será la opción elegida, por encima de la venta, es que hay un comprador que ofrece 125 millones de dólares (2 mil 342 millones de pesos). El presidente también refirió que le preocupa qué hacer “para que el que se saque el premio no se desgracie, no afecte a su familia, que pueda tener este bien, pero que lo aplique adecuadamente, que sea un bien para toda la familia”. 

 

@AleCrail


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