Si ingresamos a la sección de personajes ilustres de los portales de internet del Gobierno del Estado y del Municipio de Aguascalientes, nos encontraremos en la hoja correspondiente a Jesús Terán, un texto semejante en ambos en el que aparece relacionado nuestro personaje con la UAA en la siguiente forma: “En 1849 fue jefe político del Partido de Aguascalientes. Creó el Instituto Científico y Literario de Aguascalientes, hoy Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Escuela de Artes y Oficios…”
Esta era la primera ocasión en la que, a la edad de 28 años, Jesús Terán ocuparía la primera magistratura de nuestra provincia, procediendo de inmediato a organizar formalmente un sistema de enseñanza en todo el territorio y a declarar formalmente inauguradas las actividades del Instituto Literario de Ciencias y Artes, que es el nombre que aparece en la invitación de 12 páginas impresa en el taller de José María Chávez.2
En esa invitación aparece el texto de la presentación a la que el primer director del Instituto Lic. José Gerardo García Rojas, dio lectura en el acto de inauguración de sus actividades; contiene no solo la referencia detallada al Reglamento que regiría la vida académica, sino también los hechos y documentos que le dieron fundamento legal al Instituto, entre los que destacamos los siguientes:
El 9 de octubre de 1848, el gobernador del estado de Zacatecas Casiano González Veina hace suya y presenta al Congreso del Estado la solicitud de los liberales aguascalentenses encabezados por Jesús Terán para insistir, una vez más, en modernizar el sistema de enseñanza, intención que se había visto frustrada hasta entonces en su propósito de constituirlo como Instituto de Ciencias, debido a la oposición perniciosa del dictador Antonio López de Santa Anna.
El 7 de noviembre el gobernador sanciona el decreto aprobado por el Congreso y otorga el presupuesto necesario para su operación.
El 20 de noviembre el jefe político del Partido de Aguascalientes, general Tomás Requena, promulga el decreto y designa como director del Instituto a José Gerardo García Rojas, indicándole elaborar el Reglamento que regiría sus funciones, mismo que es entregado el 18 de diciembre, lo que permitió programar su inauguración para el 25 de Enero de 1849, como el primer acto relevante de la gestión de Jesús Terán.
El Instituto, su obra predilecta. A pesar de toda la obra nacional e internacional desplegada por Jesús Terán posteriormente, que contribuyó a impedir que nuestra Nación fuera conquistada por el imperio francés, su más ferviente admirador que fue Pedro de Alba -quien reorganizó el Instituto en 1918 bajo el criterio revolucionario recién conquistado- comenta que Terán consideró siempre al Instituto como su obra predilecta, la que estableció sobre los planteamientos filosófico políticos de la época, pues estaba al tanto de las recientes reformas universitarias francesa y alemana así como de las más avanzadas ideas teórico-prácticas encuadradas dentro del novedoso liberalismo social como la corriente alemana krausista, opuesta al liberalismo desenfrenado del homo económicus que desembocaría en el siglo XX en el neoliberalismo que el Papa Juan Pablo II bautizara como capitalismo salvaje.
Aquí cabe aclarar que cuando Terán había sido designado por el presidente Juárez como secretario de Justicia y Fomento educativo, el gobierno del Estado quedó a cargo de José María Chávez, a quien encomendó una tarea pendiente de concluir: el acondicionamiento del convento contiguo al templo de San Diego que había sido desamortizado por las leyes de Reforma, autorizándolo para extraer materiales de sus haciendas y enviándole dinero para el pago de la mano de obra y demás gastos, para que fuera la sede oficial y permanente del Instituto Literario de Ciencias y Artes.3
Todos lo saben, menos los funcionarios de la UAA
En contraposición a esta apretada pero incompleta síntesis de testimonios y a diferencia de la información oficial que siempre ha sido congruente con la verdad histórica, si ingresa usted al portal de internet de la Universidad Autónoma de Aguascalientes se encontrará con una mezquindad despreciable por lo increíble, pero no de la Universidad, sino de quienes ordenaron y autorizaron el contenido del portal de referencia: el nombre de Jesús Terán no tiene significado alguno para ellos.
Y decimos que para ellos, porque hemos demostrado públicamente que los profesionales, maestros y doctores en historia egresados de la UAA, investigadores reconocidos a nivel nacional, no solamente lo saben sino aseguran que Jesús Terán fue el fundador del Instituto y sus afirmaciones han sido incluso publicadas por la propia UAA con autorización de los mismos funcionarios que aparentan ignorarlo. ¡Para Ripley!
¿Pero qué es lo que afirman estos funcionarios? Aseguran que el gobernador Jesús Gómez Portugal, fundó por sugerencia de su secretario el historiador conservador disfrazado de liberal Agustín R. González, en 1867 -18 años después de la creación del Instituto por Jesús Terán- una Escuela de Agricultura -no un Instituto de Ciencias- que instalaron no a campo abierto donde se pudiera trabajar la tierra y criar ganado, sino en el propio centro de la ciudad y precisamente en el edificio destinado al Instituto. Y lo hicieron de la forma más vil y carroñera, sabedores de que Jesús Terán ya no regresaría porque había muerto apenas ocho meses antes. Pero al final, tanto Gómez Portugal como Agustín R. González tuvieron que abandonar el Estado porque el pueblo los repudió.
Y en el mejor de los casos, quienes pretenden ignorar la verdadera fecha de creación del Instituto arguyen que tuvo lapsos en que dejó de funcionar, lo cual es cierto, pero no toman en cuenta las razones que le impidieron trabajar; tan radicales como la intervención francesa, que ocupó el edificio destinado al Instituto como hospital militar.
Este argumento, totalmente inconsistente, si tuviera algún valor los demás institutos de la República, que también fueron obligados no solo a suspender actividades sino incluso a trasladarse a otros lugares, hubieran modificado las fechas de su fundación; y la Universidad de México que fue clausurada en cuatro ocasiones, la última y definitiva en 1865, cuando el emperador Maximiliano de Austria, que era ilustrado, consideró sus programas retrógradas; si se hubiera utilizado el argumento antes señalado tendría como fecha de su fundación cuando la restableció Porfirio Díaz en 1910 y no en 1551, cuando fue creada como Real Universidad de México por la cédula que le otorgó el emperador Carlos V, fecha que se sigue considerando la fundacional.
Pero en fin: fue en 1867 la primera vez que se pretendió, inútilmente, borrar de la memoria histórica del pueblo la figura de Jesús Terán, tanto por la falta de calidad moral de sus promotores, cuanto porque en 1868 Benito Juárez creó la Escuela Nacional Preparatoria con instrucciones a Gabino Barreda de organizar el sistema de enseñanza media del país de acuerdo con la doctrina positivista de Comte. Entonces el gobierno de Aguascalientes fue obligado cancelar las carreras profesionales y enfocar sus esfuerzos a mejorar los niveles básico y medio de enseñanza empezando por el Instituto, lo cual hace resurgir de inmediato el nombre de Jesús Terán.
Sin embargo, una vez pasado el torbellino revolucionario de 1910-1917, al regresar al poder los antiguos conservadores -que años después se designarían neoliberales- volvieron a la carga en su afán de nulificar la figura de Terán en 1942, al imponer en el Instituto la celebración de un espurio 75 aniversario y así continuó la historia espuria, al celebrar el espurio “centenario” del Instituto en 1967 y el espurio 150 aniversario en el 2017, con base en la espuria afirmación de que el Instituto había nacido con la fundación de la Escuela de Agricultura el 15 de Enero de 1867 por Jesús Gómez Portugal y no el 25 de Enero de 1849 con la fundación del Instituto Literario de Ciencias y Artes por Jesús Terán.
Y así se continuarán violando tanto la lógica como la ética de las que los funcionarios de la UAA se consideran a cada paso como propietarios, mientras la comunidad universitaria lo permita.
Pero a propósito de comunidad universitaria, cada día constatamos que un número cada vez mayor de sus miembros llegan a la convicción de que el verdadero fundador original de la Universidad Autónoma de Aguascalientes es Jesús Terán.
Y eso es lo que verdaderamente nos interesa a quienes hemos estado insistiendo, desde 1996, en proporcionarles la información que necesitan para poner las cosas en su lugar, pues si la definición de Universidad es cierta, los únicos miembros insustituibles de la Institución son sus estudiantes y sus profesores; y el fin que esta persigue es, básicamente, la búsqueda de la verdad.
Por la unidad en la diversidad
Aguascalientes, México, América Latina
NOTA: Circunstancias adversas me impidieron concluir la serie Raíces de la Autonomía Universitaria que ajustó 5 números el 13 de diciembre pasado. La reanudaremos en cuanto me sea posible.
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1 Profesor de la Universidad Autónoma de Aguascalientes expulsado de todas sus cátedras por pronunciar un discurso en defensa de su autonomía.
2 Mi querido amigo y compañero preparatoriano José Ma. Mora Ruiz, quien dedicó su vida a recopilar testimonios originales de la época liberal en toda la República, encontró este documento en la notaría del templo de San José de esta ciudad y me obsequió una copia en 1996. Ya se puede consultar en la caja 1 expediente 4 del Archivo Histórico del Estado.
3 Cartas a Jesús Terán. Elizabeth Buchanan y Pilar González. Instituto Cultural del Estado de Aguascalientes, 1998, Cartas del 20 de Febrero y 17 de Marzo de 1863 p. 148-151.