Los gobiernos de diversas ciudades del mundo están adoptando un papel cada vez más activo en la promoción del desarrollo económico local, creando condiciones para elevar el atractivo de sus ciudades y, con ello, atraer talento e inversión en sectores de alto valor agregado, como las tecnologías de la información y la comunicación e industrias creativas, médicas, entre otras. Esas ciudades son conscientes de que los emprendedores y profesionistas altamente calificados ya no sólo buscan buenos empleos sino también buenos lugares para vivir, trabajar y divertirse.
En ese sentido, algunos gobiernos están impulsando la creación de distritos de innovación, es decir, pequeñas áreas al interior de las ciudades donde se agrupan instituciones educativas –como universidades y centros de investigación– con empresas, emprendedores, y aceleradoras e incubadoras de negocios para conformar ecosistemas de innovación que impulsen el desarrollo económico local. Los distritos de innovación representan una transición del modelo tradicional de parques empresariales e industriales en las periferias de las ciudades, a un nuevo modelo que busca concentrar talento y empresas en espacios compactos, accesibles y bien conectados con los servicios y amenidades de una ciudad, incluyendo una oferta adecuada de vivienda, oficinas, comercio, transporte, espacios públicos, etcétera. Lo anterior parte de la idea de que la concentración y la conexión física entre esos actores facilita la transferencia de conocimiento, el intercambio de ideas y la colaboración, lo que a su vez permite el surgimiento de nuevas ideas, proyectos y oportunidades de negocio e innovación.
Según el Brookings Institute, los distritos de innovación generalmente contienen tres principales activos. Primero, contienen activos económicos, es decir, empresas, instituciones y organizaciones que impulsan, cultivan o apoyan la innovación, incluyendo centros de investigación, oficinas y espacios colaborativos, aceleradoras e incubadoras de negocio, entre otros. Segundo, cuentan con activos físicos, que se refieren principalmente a espacios públicos y privados, como edificios, parques, plazas, calles y otra infraestructura diseñada y organizada para estimular la conectividad, colaboración e innovación entre personas. En ese sentido, una red vial caminable y accesible representa la columna vertebral de un distrito de innovación, pues fortalece las conexiones entre personas, mientras los espacios públicos están diseñados para estimular la interacción, el aprendizaje y la creación de redes, como las plantas bajas de los edificios, cafeterías y lugares de reunión, parques y plazas atractivas, etcétera… Y en tercer lugar, esos distritos cuentan con activos de redes o networking que facilitan sinergias entre individuos, empresas e instituciones con potencial de generar o acelerar la ejecución de ideas, incluyendo eventos, talleres, reuniones empresariales, entre otros.
La experiencia práctica muestra que los distritos de innovación pueden surgir de distintas maneras; por ejemplo, en algunos casos se organizan en torno a centros universitarios, mientras en otros casos surgen por la presencia de una masa crítica de pequeñas y medianas empresas y oficinas de emprendedores, o por la reconversión de lugares urbanos subutilizados –como antiguas áreas industriales– en sitios atractivos para empresas de alto valor agregado e instituciones de educación e investigación. Al mismo tiempo, esos distritos pueden configurarse a lo largo de un corredor o en torno a un espacio público, e incluso alrededor de alguna universidad.
Los gobiernos subnacionales pueden desempeñar un papel activo en la creación de distritos de innovación; por ejemplo, los gobernadores y alcaldes pueden reunir a un amplio espectro de actores que pueden conformar un ecosistema de innovación, para desarrollar colectivamente una visión ambiciosa e integral para un distrito y encontrar incentivos convincentes para invertir e involucrarse en una iniciativa de esta naturaleza. Igualmente, pueden utilizar sus facultades en la gestión del desarrollo urbano, usos del suelo, infraestructura, impuestos, entre otros, para crear condiciones atractivas que motiven a instituciones educativas, empresas, emprendedores, etcétera, a invertir y trasladarse a un distrito de innovación y, con ello, fomentar la concentración estratégica de talento y empresas para impulsar el desarrollo económico.
En conclusión, los distritos de innovación representan una nueva visión de desarrollo económico local a partir de una estrategia espacial y económica entre quienes facilitan e impulsan la innovación y actividades de mayor valor agregado. En el mundo existen casos exitosos e interesantes como el distrito de Kendall Square en la ciudad de Boston y el distrito @22 en la ciudad de Barcelona. En ciudades con un crecimiento económico sostenido como Aguascalientes, un distrito de innovación puede representar un modelo interesante para promover nuevas actividades que atraigan mayor talento e inversión. ¿Cuáles son los principales activos económicos y físicos de Aguascalientes y su atractivo como ciudad para atraer empresas, emprendedores, inversionistas, etcétera? ¿Podría pensarse en el área de Tres Centurias o el entorno de alguna institución de educación superior como un posible distrito de innovación relacionado con industrias médicas, tecnológicas, creativas u otras?
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