- Un error comenzar en todo de cero, se ponen de manifiesto fallas e improvisaciones
- INNE contaba con datos sólidos que debían ser tomados en cuenta
No hay nada claro respecto a las reformas educativas que pretende implementar el actual Gobierno federal que al momento nadie conoce, aunque sí se trata de un error pretender comenzar de cero al no considerar como rescatables algunos de los programas del pasado sexenio, expresó Felipe Martínez Rizo, exdirector del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y exrector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El investigador explicó que, si bien la reforma educativa que implementó Enrique Peña Nieto no era perfecta, contaba con varios programas que se podía perfeccionar, y consideró incorrecto suprimirlos: “Creo que los cambios deben ser paulatinos, prudentes e incrementales. Partir de lo anterior que sí ha funcionado e ir analizando, ajustando, mejorando, pero no querer empezar cada vez de cero; me parece que fue desacertado”.
Dijo que al momento no se puede hablar de una propuesta de reformas en educación, pues aún nadie sabe qué habrá en lugar de las propuestas del pasado sexenio, las expresiones de las autoridades sobre lo que buscan que suceda son muy optimistas y prometedoras al asegurar que todo irá mejor, pero estas declaraciones aún no cuentan con sustento en un documento, por ello no hay al momento nada claro sobre cómo serán los avances en educación,
“Esto aplica en todos los campos, ahorita el punto más relevante en los medios de comunicación es lo relativo a salud, pero es muy similar en todo”. Reiteró que el pretender empezar de cero, el borrón y cuenta nueva, es desacertado, pues se pone de manifiesto las fallas y las improvisaciones, al hacerse evidentes aquellos aspectos que no se habían previsto, lo que hace que de lo que se pretende a lo que se logra haya una distancia muy grande.
Advirtió que lo mismo que ocurre en el tema de salud puede ocurrir en el educativo, aunque menos marcada que la supresión del Seguro Popular, pero el hecho de identificar la reforma de Peña Nieto con lo que se llama la evolución punitiva de los maestros no es exacto, pues en ella estaban integrados varios aspectos interesantes y algunos no, pues en efecto la manera en que se llevó a cabo la evaluación a los docentes no fue la adecuada y debía de cambiar.
Observó que el devolver e inclusive darle más atribuciones al sindicato, que el anterior sexenio pretendió eliminar es uno de los aspectos desafortunados, aunque es inexacto relacionar una reforma educativa sólo desde el tema de lo laboral.
Respecto a la evaluación educativa, tema de su expertis, lamentó que ahora se relacione con el hecho de utilizar los resultados de los ejercicios que se aplicaban a los alumnos para definir el avance de los maestros en la carrera magisterial, que inició en el sexenio de Felipe Calderón, cuando se dieron a conocer datos muy importantes en otros rubros, registrados por el INEE desde su creación en tiempos de Vicente Fox, y que daban cuenta de los avances en materia educativa, muy sólidos, y que debieron ser tomados en cuenta también por este Gobierno.