Sugar, el musical / Alegorías Cotidianas  - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Con un final inesperado y un montaje espectacular, Sugar es un musical divertido e impecable que vale la pena no perderse y disfrutarlo de principio a fin.

Para cerrar el año, nos invitaron al musical Sugar. Mi suegra quería verla de nuevo, pues fue en 1975 la primera vez que pudo disfrutarla en el Teatro de los Insurgentes en la Ciudad de México, así que fuimos a ver esta puesta en escena 44 años después de la primera.

En 1975 los protagonistas eran Enrique Guzmán, Silvia Pasquel y Guillermo Rivas, basada en la película de la MGM Some Like it Hot y al igual que en los años setenta, en el 2019 ha logrado ser nombrada la mejor obra de la segunda temporada, en el recinto donde se presenta.

En 2019, Sugar es protagonizada por Ariel Miramontes “Albertano”, Cassandra Sánchez Navarro y Arath de La Torre.

Confieso que sentí que iba un poco a ciegas, sólo conocía el trabajo de Arath y no me parecía muy trascendente, me comentaron que Albertano era muy bueno, pero nunca había visto su actuación pues su tipo de comedia no me apetece y de la protagonista no sabía absolutamente nada.

Cuando llegamos al Teatro, ya conocía la trama, mi suegra me la había resumido y como esas comedias románticas me encantan entonces estaba lista para disfrutar el musical.

Me encantó entrar y ver la sala en tonos rosados y violetas, ya no era ese sobrio color blanco que siempre distingue la iluminación del teatro, por el contrario, era espectacular pues, además, el telón, azul y rosa, diferente al típico negro o rojo, tenía una marquesina con las letras Sugar la cual es aderezada con un marco dorado, un poco Art Nouveau, modernizado con luces en la parte superior que cambiaban de color según las peripecias de los números musicales.

La historia, entonces, cuenta que dos músicos desempleados, Joe y Jerry, son testigos de un asesinato, el problema es que los gánsteres que lo perpetraron los identificaron por lo que sus vidas corren peligro.

Tratan de esconderse por todo Chicago sin que puedan dejar de ser perseguidos. Saben que una orquesta de señoritas busca bajista y saxofonista antes de tomar el tren para Miami, es un trabajo que les caería como anillo al dedo, sin embargo, para poder tomarlo deben de transformar su imagen y aparentar ser mujeres.


Una vez que forman parte de la banda de señoritas, transformados en Josefina y Dafne conocen a Sugar, una bella vocalista con quien viven una serie de aventuras que les cambiará la vida.

Desde la presentación de Sugar hasta el último diálogo es imposible el parar de reír. La traducción y la adaptación fueron hechas por Enrique Guzmán, sin embargo, tiene tintes de modernidad que la hacen una comedia romántica vigente. Supongo que cada función es diferente pues hay partes donde los comediantes Arath y Albertano hacen que sus compañeros rían y tomen unos segundos antes de volver a tomar el hilo de los diálogos.

En un momento Jerry le dice a Joe que su acto complacería al presidente, entonces Joe le responde que “él tiene otros datos”.

La función que disfrutamos, el papel del millonario, Osgood Fielding, lo interpretó Benito Castro y en un momento hicieron notar que los Hermanos Castros eran muy buenos intérpretes y que podía conseguirle a Dafne todos sus discos, entre muchos otros ajustes a los tiempos del 2019.

La escenografía y los recursos que emplean para que ésta sea funcional son espectaculares, realmente me impresionó cómo resolvieron los números del tren, barco, y el club nocturno de verdad nos llevaron a la bahía, nos sentimos dentro del vagón y parte del club donde nos divertimos muchísimo.

El vestuario fantástico, desde cómo vistieron a Josefina y Dafne hasta la recreación de los atuendos de los años 20’s.

Como les dije antes, tenía mis reservas de los actores, pero después de Sugar reconozco que son excelentes. Cantan, bailan e interpretan tan fácilmente los papeles que parece que nacieron para ello, imagino que la audición fue muy difícil pues de verdad que hay que tener gracia para disfrazarse de mujer, bailar en tacones y endulzar la voz varonil para interpretar los números.

Algo que me encanta de estos montajes es que los jóvenes talentos pueden hacer su sueño realidad al formar parte del musical. Las coreografías perfectamente ejecutadas, con vestuarios divinos y con mucho talento, eso si que hace vibrar el corazón y demuestra que hay espacio para las nuevas generaciones del teatro musical.

Con gusto la vería de nuevo para reír, asombrarme y disfrutar las actuaciones, música y coreografías de Sugar, por eso es considerada la mejor obra musical del segundo periodo del Teatro Insurgentes pues es divertida y uno se queda con ganas de más.

Aún nos falta ver el Chicago y Novecento pero sin duda alguna, Sugar es mi musical favorito del 2019.

Que en sus propósitos del 2020 estén incluidos el teatro, la lectura, el buen cine y apoyar a los artistas locales, asistiendo a los eventos que realizan y comprando sus productos, además de darse una vueltecita a la Ciudad de México para un buen tour cultural.

Le deseo un 2020 lleno de amor, paz, salud, estabilidad económica, crecimiento personal y mucha diversión.

Nos vemos en el 2020.

Laus Deo

 

@paulanajber


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