El titular del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Oscar Ponce Hernández, declaró que el informe de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), “es solamente un documento de trabajo” y habrá que esperar al dictamen final, esperado para el mes de abril, para acatar las observaciones.
De los 380 comisionados que perciben sueldo, Ponce Hernández afirmó que ya se hicieron las aclaraciones pertinentes a la ASF, señalando que la cifra no era la correcta: “ellos duplicaron la cantidad de comisionados”, enfatizando que ésta es una de las aclaraciones que se presentaron y tendrán que observarse en la resolución final.
Argumentó que el IEA trabaja con 85 docentes comisionados que tienen un oficio de comisión emitido por la Secretaría de Educación Publica (SEP), en la que está permitido que estos reciban un salario, “son acuerdos que se dan en la cúpula”; durante este año existen los permisos para la misma cifra.
El pago del salario a los comisionados “es una disposición que ha dado la SEP”, comprometiéndose en que al momento de que exista la emisión de una disposición contraria, el IEA actuará conforme al marco legal que la secretaría emane.
Este no es un problema exclusivo para Aguascalientes; por el contrario, es un escenario repetitivo a nivel nacional; por ello insistió en las disposiciones a nivel federal, debido a que el salario de los comisionados es una práctica que desde tiempo atrás se efectúa.
Insistió en que esta filtración del documento está sujeta a un proceso en el que la auditoría y el organismo educativo tienen acercamientos para aclarar todas las observaciones, eventos que de alguna manera han llegado a transparentarse.
Comentó que el IEA recibe entre siete y ocho auditorías anuales de diferentes instancias; bajo esa postura, dijo acatar las disposiciones que considere necesarias la ASF; subrayó que en las auditorias que recibieron durante 2005 y 2006 nunca existió algún detalle en estos términos.
El SNTE sigue haciendo prácticas corporativistas: Gutiérrez Castorena
Desde el punto de vista teórico, el experto en sindicalismo y decano del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, Daniel Gutiérrez Castorena, al hablar sobre el Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE), consideró que su situación “no es más que la consecuencia de negociaciones que se establecen por parte de las autoridades educativas con un sindicato corporativo”, puntualizando en que este sindicato aun realiza prácticas clientelares.
“Son concesiones que se les dan al sindicato; con arreglos evidentemente presionan las finanzas de la educación”, resaltando que estos recursos que deberían estar destinados a las cuestiones educativas no llegan a su objetivo, perjudicando de manera notable al modelo educativo.
Recordó que el SNTE es de los últimos sindicatos en crearse y de los más fuertes, “en donde las autoridades precisamente han sustentado su permanencia en el poder a partir de arreglos con las dirigencias sindicales, el SNTE representa unos de los bastiones del sindicalismo corporativo”.
Esta organización no tiene una vida corta según Gutiérrez Castorena, por las relaciones que ha creado con el Estado y a nivel interno, así como la participación en la vida democrática con el partido Nueva Alianza, aliándose a las coyunturas políticas.
Como una de las soluciones, planteó la democratización en el sindicato, una cuestión que le confiere expresamente a la base de los trabajadores; situación que trae complicaciones por lo mecanismos de control que fomentan las posiciones arregladas para los docentes.