Con la llegada del presidente Barack H. Obama en los Estados Unidos, las expectativas para solucionar la política migratoria y las relaciones comerciales entre el vecino país del norte y México, incrementaron considerablemente, sin embargo, para conocer mejor del tema, el representante para América Latina de The Washington Institute, Rodrigo Aguilar Benignos, detalló en su conferencia impartida en la Universidad Panamericana, que aun con el ánimo en las relaciones bilaterales, hace falta crear una agenda que tenga como eje principal el desarrollo regional.
Los flujos migratorios han sido y serán por mucho tiempo después, una de las principales preocupaciones de ambos países, debido a que es la frontera más transitada a nivel mundial, aun con ello, la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que este tipo de movimientos sociales no podrán ser eliminados, la intención es tal vez estabilizar la cantidad de migrantes, porque no se puede dejar a una política pública la decisión unipersonal de cambiar de país de residencia.
Ahora, la tendencia de continuar con el mismo flujo de migrantes, es parecida a la que tuvieron los japoneses en los años 80, donde, en un país que se distingue por ser racista y en cierto modo xenofóbico, los latinos podrán convertirse en los tomadores de decisiones, desatándose entonces un irremediable disgusto de varios sectores de la sociedad estadunidense.
Tanto México como Estados Unidos, “no han identificado la importancia de las relaciones bilaterales”, aunque para nuestra nación, existen grandes avances, recapitulando que el ex presidente Vicente Fox rompió relaciones con distintos países, que el actual presidente, Felipe Calderón Hinojosa, tuvo la capacidad diplomática de restablecer.
El asunto de fondo, es tanto político como económico, aunque el primer punto es importante porque permitió la entrada del primer afroamericano al poder, con lo que podría pretenderse un cambio de conciencia racial, pero es necesario resaltar que la percepción al exterior del país es de una disminución en la discriminación, aunque al interior, las amenazas de muerte por grupos radicales hacia el presidente Obama siguen en aumento, comentó.
“Las campañas políticas se ganan con emociones”, refiriéndose a que el actual presidente estadunidense tuvo la capacidad de comunicar los sentimientos que necesitaba el pueblo americano, después de una gestión que terminó con una desconfianza política tremenda y asuntos como el de las invasiones al Medio Oriente, concluyendo con un desgaste irremediable.
Las soluciones son impostergables, pero el reconocimiento de una agenda prioritaria para América Latina aun esta fuera de la realidad para Estados Unidos, la solución y el hincapié de estos asuntos dependerá de la coyuntura presentada, es decir, “el asunto que truene primero”, señaló Aguilar Benignos.
Desarrolló su ponencia basándose precisamente en tres cuestiones primordiales para ambos países: el flujo migratorio, la seguridad pública y las relaciones económicas. Aunque la agenda tiene un sin número de temas por tratar, son básicamente estos tres que representan los intereses principales de Estados Unidos y México.
Primeramente, Aguilar Benignos, abordó la comercialización internacional como una de las partes más importantes que regulan la calidad de vida de muchas personas en ambas fronteras, cuando se habla de economía internacional, es irremediable pensar en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que las participaciones de México suelen ser muy criticadas porque el tratado está basado en el laissez faire; subrayó que así como la nación ha sufrido de observaciones duras, también existen quienes están convencidos de que es un contrato comercial que funciona perfectamente.
La ambivalencia de perspectivas, se puede deber a que el TLCAN fue firmado un año antes de la crisis de 1994 que azotó a México, lo que de cierta manera pudo haber perneado el funcionamiento del convenio, aun así hace falta una generalidad la que levante la voz en contra, porque todo depende del sector que produzca, con esto actualmente no se tiene una causa principal para resarcir el documento, lo impostergable es definitivamente una revisión, que aún queda en el tintero.
En lo referente a la seguridad pública, destacó que el hecho de que el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, haya aceptado en Europa que el enfrentamiento al narcotráfico tiene también un apoyo externo, el de Estados Unidos, contribuye en demasía a la formación de nuevas relaciones bilaterales; atribuyéndosele colaboraciones como el del Plan Mérida, que tiene también la vertiente de la demostración en las relaciones de poder cuando los legisladores estadounidenses aprobaron un presupuesto menor al acordado.
Otra de las propuestas es la de trabajar coadyuvando los esfuerzos para la disminución del consumo y la compra-venta de armas de alto poder; en este sentido, las cifras son preocupantes, en México vivimos con mas muertos por el crimen organizado que Estados Unidos por la intervención en Irak, además de que la adicción incrementó al doble durante los últimos cinco años.
La posible categoría de llegar a un Estado fallido, no fue descartada, porque por un lado, el gobierno esta viéndose imposibilitado en el freno al narcotráfico, mientras que por otro, la célula básica de la Federación, el municipio, es un ente que no tiene autoridad legal para castigar a los delincuentes, cuando los ayuntamientos son el órgano de gobierno más cercano a la población.
Finalizó cuestionando las políticas públicas implementadas hasta el momento y enfatizando en que en el TLCAN y los flujos migratorios no existe nada claro, ahí se encuentra el motivo principal para la entablación de acercamientos.