El Índice del Estado de Derecho 2019 / Yerbamala  - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Para mi amigo JARR, en su día

El denominado Índice del Estado de Derecho en su versión 2019, es elaborado por la organización internacional World Justice Project (WJP) y consiste en una evaluación sobre la implantación del estado de derecho en el mundo desde una perspectiva ciudadana. Los puntajes se calculan con base en encuestas aplicadas en 120,000 hogares, por una parte, y a 3,800 expertos, por otra, en 126 países. 

Para el WJP, el concepto “Estado de derecho” trasciende fronteras, y se refiere a un “sistema de gobernanza” en el que se cumplen cuatro principios universales: i) rendición de cuentas, ii) leyes justas, iii) gobierno abierto, y iv) mecanismos accesibles e imparciales para resolver disputas. Se podría discutir largo respecto a los cuatro principios propuestos por el WJP y su pretendida validez “universal”; o bien abundar un poco en lo que son y cómo se definen las “leyes justas” (Para Lorenzo Córdova, por ejemplo, es legal y muy justo su exorbitante salario como presidente del INE, por poner el caso, y lo mismo se podría decir de cualquiera de los 11 ministro de la Corte), o bien discutir la naturaleza de esos “mecanismos imparciales” para resolver disputas. Pero por el momento demos por buenos dichos principios, en aras de no desviarnos del tema. 

Sostiene el WJP que “un Estado de Derecho efectivo reduce la corrupción, protege a las personas de hechos injustos y combate la pobreza. El Estado de Derecho es el sustento de comunidades de igualdad, oportunidades, y paz, y funge como la base del desarrollo, de gobiernos transparentes que rinden cuentas, y del respeto a los derechos fundamentales”. Sabemos al respecto que un estado de derecho efectivo no es el único elemento a considerar para lograr mejores niveles de bienestar público, pero debemos conceder que su ausencia sí que es un lastre importante para cualquier sociedad que se pretenda desarrollada o en desarrollo.

Con base en la información arrojada por las encuestas levantadas por el WJP, el índice elaborado mide el desempeño de los países con respecto al estado de derecho utilizando ocho factores, a saber: 1. Límites al Poder Gubernamental, 2. Ausencia de Corrupción, 3. Gobierno Abierto, 4. Derechos Fundamentales, 5.Orden y Seguridad, 6. Cumplimiento Regulatorio, 7. Justicia Civil, y 8. Justicia Penal. La novedad para 2019 es que el reporte está disponible en español.

Pues bien: resulta que a nivel global, los puntajes del Índice de Estado de Derecho 2019 muestran que un mayor número de países vieron deteriorada su puntuación desde la última publicación del Índice, en enero de 2018. Dicha conclusión puede ser un claro indicador que nos sugiere un aumento del autoritarismo, atendiendo a que la puntuación del factor “Límites al Poder Gubernamental” fue la que sufrió un mayor deterioro (61 países disminuyeron, 23 permanecieron iguales, 29 mejoraron).

Así, tenemos que los tres primeros lugares en el Índice de Estado de Derecho 2019 son los tres, países de los denominados “nórdicos”: Dinamarca (posición 1 de 126 países), Noruega (2) y Finlandia (3). Coinciden, por cierto con ser tres que aparecen consistentemente en diversos indicadores, en los primeros puestos de calidad educativa y de bienestar público. En el extremo opuesto, los últimos tres son: República Democrática del Congo (124), Camboya (125) y Venezuela (126). A nivel iberoamericano, el país mejor posicionado del Índice fue Uruguay (23), seguido por Costa Rica (24) y Chile (25). Sí, el mismo Chile de la brutal represión policial y la grave regresión autoritaria que hemos visto durante el pasado mes, y sin duda n caso cuando menos paradójico. Los tres países con peor puntaje en la región son: Honduras (115), Bolivia (119) y Venezuela (126). Y acá los datos también son consistentes con las razones por las que la población de dichos países huye y se refugia en el norte global, aumentando fenómenos globales como el de las corrientes migratorias.

Podríamos bien decir que atrapado como vive por caprichos de la geografía política entre el norte y el sur, por segundo año consecutivo México obtiene una calificación de 0.45 en una escala que va de 0 a 1, donde 1 significa el mayor respeto por el Estado de derecho. Así, ocupa el puesto 99 entre los 126 países estudiados; lo que representa una caída de dos posiciones (el cambio en el ranking se calculó tomando en cuenta únicamente los 113 países incluidos en la edición 2017-2018 del Índice de Estado de Derecho, sin tomar en cuenta los 13 países incluidos por primera vez este año). Por ejemplo, en el respeto a los Derechos Fundamentales, México ocupa el lugar 73 entre 126 países. Así también, México ocupa en la posición 26 de 30 países en la región de iberoamericana, y queda en el puesto 35 de los 38 países de ingreso medio alto incluidos en el Índice. Corrupción, seguridad y justicia penal son áreas que dicho estudio nos confirma, requieren atención prioritaria en México. 

En las dimensiones sobre Ausencia de Corrupción (factor 2) y Orden y Seguridad (factor 5), México se ubica en la posición 117 de 126 países incluidos en el Índice. En Justicia Penal (factor 8), México es el lugar 115 de 126 países, donde el factor mejor calificado fue Gobierno Abierto, en el que México se ubicó en la posición 35 de 126 países. Este diagnóstico es pues, consistente con otros que se han venido haciendo en los pasados años, sobre todo por lo que ve a la grave inseguridad pública y la crisis en la procuración e impartición de justicia, y así confirman que la construcción de un Estado social y de derecho es ya casi en 2020, una grave asignatura pendiente para las y los mexicanos.


Cola. Tremendo ridículo el de las y los diputados locales (panistas y de tres colores) que suscribieron, careciendo de facultades legales y de cualquier tipo de legitimidad política, declaraciones non gratas en contra del derrocado presidente legítimo del Estado Plurinacional de Bolivia y líder indígena Juan Evo Morales Ayma. No me representan, como tampoco a muchxs otrxs aguascalentenses bien nacidos, nativos o de adopción. Así que ojalá que el juicio político en su contra prospere. Se lo deseamos de todo corazón.

P.S. Una cordial felicitación a Jorge Álvarez, Paco Aguirre y todo el esforzado equipo que hizo posible un año más, la edición cotidiana de La Jornada Aguascalientes. Sin duda fue una enorme satisfacción acompañarlos en estos primeros 11 años. Por lo demás, larga y fructífera vida al renovado proyecto y que vengan muchos años más. Y dispuestos ya a iniciar el pantagruélico maratón Guadalupe-Reyes 2019, nos leemos de nuevo en enero de 2020, ahora en LJA.MX


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