Todo es más fácil cuando somos dos en Una luna entre dos casas - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Los niños tienen miedo a muchas cosas pero, a veces, más que miedo es en realidad desconocimiento; además, todo es más fácil cuando son dos, o al menos eso dice Taciturno en la obra Una Luna Entre Dos Casas del «Grupo Pregoneros Teatro,» en una adaptación de la dramaturga Suzanne Lebeau. 

Una niña y un niño, ambos totalmente distintos entre sí, un día, sin esperarlo, se conocen; sus casas están cercanas, pero sus espíritus se van acercando conforme el uno sabe poco más del otro. Él es Taciturno; su nombre lo dice todo, es silencioso, no está acostumbrado al contacto con otra persona, le gusta expresarse a través de la música y es muy diferente de Pluma, que es extrovertida, habla todo el tiempo; pero hay algo que los une, los miedos. 

 

Una Luna Entre Dos Casas es una obra de corta duración, sencilla, con lenguaje muy claro y una historia adecuada; todo comienza cuando Taciturno y Pluma quieren contarle al público cómo fue que se conocieron el día anterior, y ahora son el uno para el otro; los mejores amigos y entonces recrean una historia dentro de la historia; ellos se vuelven personajes de su propio cuento y todos están ansiosos de saber cómo fue que dos niños tan distintos pudieron hacer una buena amistad.

Hay un punto intermedio entre ambas casas, la oscuridad de una noche, la aparición de animales, hormigas, ratones, el ladrido de un perro, son elementos que hacen poco a poco más comunes a ambos niños.  

Ella tiene muchas ganas de un vecino, un amigo con quien jugar, pero parece que no les divierten las mismas cosas y eso hace un poco difícil que Pluma convenza a Taciturno de salir de su casa, incluso no basta con que le regale una pelota, él cree que es para guardarla y ella espera que la saque para jugar, pero eso no sucede. Su amigo a cambio le manda a su perro, pero a Pluma no le gustan, les tiene miedo.

Hay un sonido que a ambos los atormenta no saben de dónde viene, cada uno cree que es el otro quien está haciéndolo, cuando se dan cuenta que no, ambos salen de su casa y se encuentran en un punto intermedio tomados de la mano, muertos de miedo pero juntos; pronto se dan cuenta que ninguna de las cosas externas que les provocan temor desaparecen, pero efectivamente estando juntos es más fácil. 

Los efectos sonoros de la obra de teatro son totalmente, en vivo lo que le da un matiz distinto a la escena; tampoco los espectadores saben que el sonido es la lluvia o una mariposa de la noche, hasta que Taciturno y Pluma lo dicen; empiezan a caer rayos, sus casas se sacuden, cada vez llueve más fuerte, finalmente él cae de pronto fuera de su casa; justo después de un rayo, Pluma sale corriendo para ver si su amigo está bien, parece que sí.


Ella, con más calma después de identificar todo lo que los rodea, incluso le toma confianza al perro, lo toma entre sus brazos y lo utiliza como almohada para poner su cabeza y dormir mientras Taciturno le canta una canción. 

Karina Vargas es Pluma, Xicoténcatl Domínguez es Taciturno, y Gerardo Ávalos interpreta la música en vivo, aunque él no se ve nunca en escena hasta el final de la representación. 

Tendrán una temporada de sábados y domingos, en el Foro Tercera Llamada, ubicado en la calle Álvaro Obregón casi esquina con Zaragoza, en el centro histórico de la ciudad de Aguascalientes.


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