Ariane Vera
Activista y cantautora
México es un país que produce café y lo exporta en grandes cantidades. Esto es de suma importancia, ya que desde hace décadas es uno de los primeros diez productores de éste a nivel mundial. Sin embargo, en comparación con otros países, como Finlandia, Islandia, Noruega o Suecia, mismos que consumen en promedio de 10 a 12 kg. per cápita; en México sólo se consumen 1.5 kg. Es por ello que los mexicanos no nos encontramos en el top ten mundial de los consumidores de café.
Entonces hay que preguntarnos ¿qué hace que el café mexicano se envíe más a otros países de lo que se consume a nivel nacional, a pesar su excelente calidad?
Esto se debe a que México es pionero y líder mundial en exportaciones de café orgánico. Esto significa que en este cultivo se evita deliberadamente el uso de fertilizantes químicos; para ello los cafetales crecen en la sombra de árboles para evitar la alta radiación solar. A este cuidado por las plantas de café hay que agregar el que se tiene por las personas, en especial las de sexo femenino, ya que según la Organización Internacional del Café, hasta el 70% de la mano de obra en la producción de este grano cae en mujeres, sin embargo, resultados de investigaciones demuestran que éstas siguen teniendo un acceso sistemáticamente menor a recursos, como tierra, crédito, e información, en comparación con los hombres. No obstante en México contamos con importantes iniciativas al respecto, como la de Campesinos Ecológicos de la Sierra Madre de Chiapas (Cesmach) que proponen proyectos realmente loables, como su edición de Café Femenino, en el que en durante toda su cadena de producción, desde la siembra hasta la comercialización, este café es sólo tratado por mujeres campesinas de comunidades chiapanecas.
A pesar del cuidado y la bondad con que producen el café estas comunidades, el cambio climático está afectando directamente a toda la cadena de comercio de este producto, ya que con el cambio de la temperatura del globo, las condiciones en las zonas de cultivo están cambiando, y los lugares que antes eran idóneos, ahora ya no lo son tanto, además de que debido al mismo efecto, plagas y enfermedades que antes no azotaban a ciertas regiones ahora lo hacen, mermando agresivamente la producción y, por lo tanto, la calidad de vida de las personas que forman parte de esta cadena de comercio. Los pequeños agricultores se están viendo afectados por el cambio climático, pero principalmente porque su producto es menospreciado, a pesar de ser de una excelente calidad, por no contar con enormes campañas publicitarias y comerciales.
Para apoyar a nuestros hermanos productores se llevará a cabo en Aguascalientes la Primera Edición del Festival Cultural del Café que tendrá lugar el domingo 15 de diciembre en el Andador Carranza. Laura Ajuria, dueña de Cafetería Coyoacán, es una de las principales organizadoras de este evento y al respecto señala: “Muchas son las manos que contribuyen en la preparación de una taza de un café, lamentablemente la mayoría de éstas quedan invisibilizadas”. Así que “queremos voltear un poco el enfoque desde la taza a lo que se encuentra alrededor de ésta”.
Varias cafeterías de Aguascalientes, enfocadas en el café de especialidad, el comercio justo y el consumo consciente del café, se unirán para presentar una experiencia única el día señalado. Su objetivo será dar a conocer el mundo del café, conocer lo qué es el café y lo que no es, también tomar unos pasos hacia la dirección de un equilibrio y mostrar que nosotros, como consumidores, somos solo la última parte de una larga cadena. Conceptos como el comercio justo y el comercio directo entre productores y cafeterías ayudan a apoyar y pagar precios justos a los productores que dependen del cultivo (orgánico) del café. En degustaciones se explorarán los sabores del café; en talleres se aprenderá cómo preparar un buen café con varios métodos de extracción. Catando Café, 4café taller, Plan B Cafetería Vegana y Coyoacán Cafebrería presentarán su mejor café y compartirán sus amplios conocimientos.
El objetivo de este primer festival del café será resaltar la importancia que tiene, en este rubro y en muchos otros, las decisiones por parte de los consumidores, pues con cada compra se decide qué proyecto, qué compañía, recibe apoyo y cuál no. En términos económicos, los consumidores controlan la “cadena de valor” -o se generan relaciones comerciales desiguales, o se hace un primer paso hacia un comercio justo y equilibrado.
¿A qué sabe el café?
Amargo, dirían algunos. Dulce, dirían otros.
Y si el café supiera a frutas o a chocolate, nuez, canela, caramelo, a miel
¿lo disfrutarías igual o más?
El Festival Cultural del Café aspira a presentar una experiencia única, que definitivamente cambiará cómo será visto, definido, entendido, y compartido el café. ¿Dónde crece? ¿Quién lo siembra? ¿Cómo se tuesta? ¿Y por qué las personas que más trabajan quedan menos reconocidas? ¿Cómo compartir la cultura del café?
Con estas ideas nace un Festival que estará compartiendo el gran amor y respeto por el café, con talleres, degustaciones, exposiciones y un panel de expertos. Déjate invitar a una experiencia única, el 15 de diciembre, Andador Carranza a las 6 pm. ¡Te esperamos!
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