El pasado jueves, Proyecto Habesha presentó de manera oficial el programa Habesha Américas. En un evento de gala en la terraza del Museo Memoria y Tolerancia, frente a la alameda central de la Ciudad de México, se reunieron educadores, activistas, refugiados y funcionarios públicos nacionales e internacionales para el lanzamiento oficial de este proyecto.
En su primera etapa, Habesha Americas consta de diez becas universitarias para refugiados y refugiadas en la ciudad de Aguascalientes. Un refugiado es una persona que ha tenido que salir de su país a causa de una amenaza inminente a su vida. Amenazas de pandillas, violencia política, desastres naturales, represión gubernamental, y conflictos armados son algunas de las situaciones culpables del desplazamiento forzado de estas personas.
Según convenciones internacionales, la gente en esta situación tiene derecho a solicitar refugio frente al gobierno de otro país. Las oficinas que resuelven estos casos en México son idealmente la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados y en su ausencia el Instituto Nacional de Migración. Mediante entrevistas, estas oficinas determinan la validez de las solicitudes y emiten una resolución para cada caso, que puede ser positiva, negativa o parcial. En el último caso se brinda “protección complementaria” que se diferencía del refugio por no tener derecho a la reunificación familiar.
En México, la cantidad de solicitudes de refugio a crecido exponencialmente en los últimos cinco años (Comar 2019). Las crisis en el continente y las políticas migratorias restrictivas en Estados Unidos han llevado a que miles de personas vean México como un lugar seguro. Si bien esto puede sonar extraño en un país donde pareciera que la vida vale tan poco, lo cierto es que muchos refugiados enfrentan una amenaza inmediata a su vida de regresar a sus hogares.
Buscamos darle becas a los refugiados por que esto aumenta significativamente posibilidades de tener una mejor adaptación a nuestro país. Las y los refugiados se enfrentan a grandes retos para acceder a la educación, siendo que menos del 3% de los refugiados a nivel mundial tiene acceso a este vital recurso (Acnur 2019). Una beca puede representar la diferencia entre tener o no un título universitario, lo cual puede tener consecuencias drásticas en la vida de una persona. Por medio de la educación, las y los refugiados pueden tener acceso a mejores oportunidades económicas, teniendo impactos más amplios en sus familias y comunidades.
La presentación de este proyecto representa la primera muestra pública del trabajo que hemos realizado conjuntamente el equipo de Habesha Américas con personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Es esta oficina de Naciones Unidas la que financia este proyecto, a su vez fondeada por las aportaciones de los países miembros, provenientes de los impuestos de su ciudadanos, como usted y yo. Por otro lado las universidades ponen las becas universitarias y nosotros como organización realizamos labores de identificación de candidatos, selección, regularización, gestión de becas y seguimiento personalizado. Además, trabajamos con Fundación ManpowerGroup en el tema de inserción laboral, de forma que los beneficiarios puedan estudiar y trabajar.
Habesha Américas representa además, un momento importante en la historia de Proyecto Habesha. Sin olvidar nuestra meta de traer a 30 estudiantes sirios a terminar la universidad en México, la organización ha ampliado su visión para buscar establecer programas de educación en México para refugiados de todo el mundo, participando desde la sociedad civil a la respuesta educativa de las crisis de desplazamiento forzado.
La mejor de las suertes a la primera generación de beneficiarios de Habesha Américas, cuya lista final estará definiéndose en un par de semanas, y esperemos que este sea el inicio de una larga fila de proyectos educativos para refugiados en México.
Referencias:
https://bit.ly/34eZBzR
https://bit.ly/2KJdazJ