La historia de Abel se va contando al ritmo que él mismo va descubriendo con sus ocurrencias, con el matiz de su imaginación y con las formas que sólo ellos, los niños tienen para demostrarle a los adultos que todo es sencillo, al menos a Diego Luna, director del filme que se está ya rodando en Aguascalientes a partir de esta semana, lo han dejado maravillado por el mundo alucinante que existe dentro de la cabeza de un pequeño.
Y es que a diferencia de otras películas en las que primero se filma alguna escena del final, luego una de la parte central y otras del principio, Abel se adaptó a los niños y la filmación ha sido lineal cronológicamente de acuerdo a la historia que busca reflejar la lejanía de los padres con sus hijos y como esto obliga a los niños a crecer, aunque quizá todavía no sea tiempo.
La historia quizá pudo ser contada en cualquier otra ciudad pero en realidad para Diego, Aguascalientes es un personaje más, la ciudad y sus calles son parte de esta historia que refleja en mucho la niñez del recién estrenado director porque aquí hace años, él pasó veranos y eso le inspiró esta historia.
Para la productora Canana es muy importante dejar en claro que la historia se desenvuelve en esta ciudad y con esto lograr que se vuelva un estado atractivo para quien hace cine, además de “profesionalizar” a quienes participen en el filme.
Aunque no precisaron la cantidad de personas oriundas de Aguascalientes que participarán en esta producción cinematográfica si fueron muy enfáticos en que no serán sólo extras, ya que los dos niños protagónicos son propios de esta ciudad, sin contar la gente integrada en la producción.
Hacer una película lleva tiempo, ellos tienen ya dos meses de trabajo en la ciudad entre la preparación, el scouting y las filmaciones que se prolongarán hasta septiembre y posteriormente en noviembre regresarán para grabar la música que estará a cargo de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (OSA) compuesta por Alejandro Castaños.
Para Pablo Cruz, el productor, el ejercicio de involucrar a los estados como parte del financiamiento del filme es un ejercicio sano que debiera darse con mayor frecuencia porque finalmente las instancias de gobierno a nivel federal que debieran ser quienes den cobijo a las producciones nacionales no lo hacen y en este sentido Diego Luna fue muy certero al decir que en el país hace falta constituir una verdadera industria cinematográfica que no existe y desde el punto de vista cultural es muy necesaria.
“El cine es cultura y en un país con un rezago tan importante como el nuestro la cultura debiera apoyarse”, esto lo hizo notar Diego a razón de las críticas recibidas en torno a los 10 millones que recibirá de gobierno del estado y aunque tampoco precisaron el presupuesto total porque todavía no lo tienen cerrado, dijeron que obviamente esta no es la cantidad total con la que cuentan para rodar.
El director de la película enfatizó que el cine siempre ha necesitado de apoyos, ha vivido de incentivos y subsidios por muchos años debido a que no existe una industria sana en el país y por lo tanto es muy lamentable que un proyecto de esta naturaleza se politice porque una película no se cuantifica bajo ciertos parámetros, al menos no para quienes hacen cine porque aman el sonido de la cinta rodando, aunque obviamente sí se generan empleos y existe una derrama económica que en esta ocasión no será la excepción.
Canana y la gente que la conforma tiene claro un objetivo, además de rodar y concluir Abel quieren que llegue a la mayor cantidad de gente, a través del estreno gratuito en Aguascalientes y buscarán también traer la muestra ambulante, proyecto también de esta productora donde se proyecta cine al aire libre, como una forma de que la cultura se plante enfrente y te interrumpa el camino.
Esperan que Abel esté lista para el primer trimestre del año entrante y de ahí el destino del filme aún no se sabe, una parte de esa responsabilidad correrá a cargo de la misma productora, de los niveles de distribución, de las salas donde se proyecte, pero también de los espectadores.
Abel cuenta con las actuaciones de José María Yazpik, Karina Gidi, Geraldine Bazán y Carlos Aragón, entre otros; será un filme de 90 minutos, producido por Canana, con un guión escrito por Augusto Mendoza y la fotografía a cargo de Patrick Murguía.
