Ante el descontento que el proceso de credencialización y la entrada en vigor de las tarifas preferenciales establecidas por la Ley de Movilidad del Estado de Aguascalientes (LMEA) ha causado entre algunos beneficiarios, es importante aclarar primero que, la Ley de Movilidad del Estado de Aguascalientes (LMEA) no establece los plazos para la entrada en vigor de dicha prestación, sino que le confiere a la Coordinación Estatal de Movilidad (CMOV) la responsabilidad de definirlos. A este respecto es la propia CMOV quien en el párrafo cuarto de la sección de resoluciones del “Acuerdo por el cual se revisa y autoriza el Régimen Tarifario en las modalidades de Servicio de Transporte Público de Taxi, Colectivo Urbano y Suburbano en el Estado de Aguascalientes”, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes el día 30 de marzo de 2019, señala que: “En lo que respecta a las tarifas preferenciales, a las que hace referencia el artículo 76 de la LMEA, se establece un plazo de 90 días naturales siguientes contados a partir de dicha publicación” para que éstas entren en vigor. Es decir que, quienes son estrictamente literales, podrían haber interpretado que las tarifas preferenciales empezarían a operar a partir del día 29 de junio de 2019.
Sin embargo, y sin ponerse a favor o en contra de nadie, no se trata de un proceso trivial. ¿Por qué? Partamos del hecho de que la propia tarifa preferencial pasa de ser una prestación establecida e implementada por un particular en beneficio de un sector de la población, a una prestación de ley. Dicha prestación incrementa el tamaño y complejidad del universo de beneficiarios de manera significativa, pasando de una población homogénea parcializada de estudiantes de secundaria a universidad seleccionada bajo los criterios y tiempo del propio particular, a una población heterogénea que, además de los estudiantes, incorpora a personas con discapacidad y adultos mayores seleccionada por la CMOV. Al mismo tiempo, el propio Sistema de Transporte Público Colectivo Urbano atravesó un fuerte proceso de restructuración organizacional, funcional y operativa al que se suma una negativa de incremento tarifario que, en palabras de los propios concesionarios, era indispensable para darle viabilidad operativa y económica al sistema ante el incremento continuo del costo de los combustibles. La CMOV. por su parte, ha tenido que enfrentar una serie de tareas y retos, entre los que se incluye la identificación, selección, y evaluación de los mecanismos tecnológicos y de operación del sistema con una visión de largo alcance rumbo a la implementación del pago electrónico; la definición, implementación y operación del esquema de registro, así como de la selección y credencialización de la población beneficiaria; la impresión y entrega de las credenciales; y la socialización de los procesos y reglas de operación funcionales para que los concesionarios y beneficiarios conozcan y hagan efectiva la prestación.
Al cierre del primer ejercicio de emisión de credenciales de descuento en el sector estudiantil podemos resaltar los siguientes avances derivados de su implementación: 1) la asunción de la responsabilidad de implementación de la tarifa preferencial por parte de la CMOV; 2) la apertura del acceso a la tarifa preferencial a todo el universo de estudiantes del municipio; 3) la entrega de 10 mil credenciales de descuento; 4) la definición de los alcances temporales y del número máximo de viajes por día que se acreditan mediante dicha prestación para el sector estudiantil; y 5) la posibilidad de mejorar del proceso a partir de la experiencia adquirida.
Con respecto a los retos, podemos resaltar en primer lugar los inherentes a los procesos, tiempos y mecanismos de recuperación o tolerancia a los fallos propios de la tecnología y que se experimentaron en la plataforma de registro a lo largo del proceso de credencialización. Segundo, será necesario implementar mecanismos de comunicación eficientes y permanentes, que den claridad y certidumbre a los beneficiarios para evitar malentendidos como el asociado al inicio del proceso de credencialización por parte del particular al empezar el ciclo escolar. Finalmente, la simplificación y/o agilización del proceso de credencialización para evitar el desfase de calendario, que se ha convertido en una queja recurrente por parte de los estudiantes que han recibido su credencial a más de la mitad del semestre. Cabe hacer mención, sin embargo, que, en este último punto, no toda la culpa del retraso es atribuible al proceso, sino que es producto de la saturación del sistema generado por el número de beneficiarios que posponen el trámite hasta el último momento.
Sin lugar a duda todos los procesos son perfectibles y con el tiempo seguirán planteando nuevos retos, pero, la primera fase de implementación, que por lo general es la que más retos plantea, ha sido superada, por lo que sólo resta invitar a los actores clave del mismo a seguir siendo proactivos, capitalizar el aprendizaje y la experiencia obtenidos en pro de la mejora y agilización continua del proceso de credencialización de beneficiarios de la tarifa preferencial, para el propio sector estudiantil y para el resto de los sectores previstos por la ley en el mediano y largo plazo.