Ahora que ya bailas, la propuesta varonil a la violencia de género / Alegorías Cotidianas - LJA Aguascalientes
16/11/2024

Caminaba entre las mesas binarias en la clase cuando de pronto, sobre el escritorio de una estudiante observé un libro que llamó mi atención. Me acerqué, lo tomé entre mis manos y me di cuenta de que eran poemas, lo que aumentó mi curiosidad, lo hojeé un poco y finalmente lo pedí prestado. Este libro es Ahora que ya bailas, de Miguel Gane.

Por la noche, mientras mi esposo trabajaba lo acompañé leyendo en el pequeño espacio que destinamos para lo propio en el estudio.

Descubrí un libro con esta prosa poética que están escribiendo los jóvenes españoles menores a 25 años, sin muchas figuras retóricas, con vocabulario cotidianísimo pero cargado de una emotividad que lo lleva a ser publicable.

Esta nueva poesía me llama mucho la atención, es más sencilla, lo que la hace más leíble, más comprensible y por tanto más vendible. Hace algunos años mi querido maestro Felipe San José me enseñó que poesía es esa lectura que evoca una emoción o un sentimiento al leerla, sino es así carece de sentido poético, así que la suma de la prosa de Miguel Gane es poesía actual pura.

Ahora que ya bailas es un canto a la libertad de la mujer, un apoyo masculino a esta lucha por los derechos y el libre acceso en las calles.

En voz de un observador que se sensibiliza por lo que vivimos día a día las mujeres, descubrimos el cómo somos vistas por los hombres cuando caemos en las garras de un humano que no empatiza con las mujeres en una vida equitativa y libre de violencia.

Ahora que ya bailas tiene una cincuentena de poemas escritos en prosa poética con temas tan cotidianos que si no fuera por la forma y el fondo pasarían desapercibidos.

Es un libro lleno de sorpresas, en ocasiones pude recordar conversaciones con amigas o activistas sobre el cómo somos despectivamente señaladas por nuestra manera de actuar, vestir o existir. Pasaba las hojas, terminaban los poemas y me sentía impactada por la dureza de algunos versos o sorprendida sobre lo que opinan algunos hombres de la libertad femenina bajo la interpretación machista o egoísta de lo que no es igual.

Algunos poemas enmarcan la violencia psicológica a la que se someten algunas mujeres con sus agresores, el uso del silencio para que aprendan a portarse bien, el cómo son dominadas a distancia por medio de los mensajes, mientras que sus parejas se ufanan de tener el control de la relación y que las hacen como quieren, al tiempo que quienes están a su alrededor esperan que estas chicas abran los ojos, no para vengarse sino para cambiar el paradigma, empoderarse, cambiar el rumbo y ser libre.


También escudriña en esas conversaciones donde las mujeres se sienten libres cuando no tienen pareja, pero irremediablemente vuelven a una relación donde nuevamente son aprisionadas emocionalmente por elegir al hombre equivocado, para sufrir una y otra vez sin que logren sobreponerse a ese patrón de varón para buscar uno diferente donde el amor las hará libres, como lo ejemplifica en su poema Ruido:

“Tú, que siempre te metes donde no te aman o donde te aman mal, te has levantado de la tumba como quien se muere de ganas de vivir. Esa es la mejor lección que puedes darle al asesino de tu felicidad”.

Este poemario es un apoyo sutil para que, desde la perspectiva del otro, las mujeres abran los ojos y tengan la oportunidad de salir de donde están para que el vivir en pareja, mal o regular no sea una prioridad sino amarse a sí misma para encontrar a esa persona que ama a las mujeres que se aman a sí mismas y las respeta. 

El mensaje más claro es que las mujeres se amen y sean lo más importante en sus vidas antes que cualquier otra persona, para que enteras puedan seguir adelante sin tanto drama, sin tanto sufrimiento.

La segunda lectura propuesta, para los hombres que leen poesía y se atreven a terminar Ahora que ya bailas es no intentar cambiar a la mujer que tiene al lado, que las dejen ser tal y como las conocieron.

El poema Se va a cagar tiene un epígrafe impactante donde enmarca la observación de Eduardo Galeano, el periodista y escritor uruguayo, quien asegura que “el miedo de la mujer a la violencia del hombre, es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”, y esas líneas dejan clara la intención del autor de mostrar lo que sería para un hombre el no ejercer violencia y amar libremente a su pareja.

En este mundo de jóvenes sensibles y activos por las causas sociales, Miguel Gane es un poeta del que habrá que seguir la pista, en redes y en la librería.

Gracias Miguel Gane por ese granito de arena en nuestra lucha, por dejarnos ver observarnos desde la perspectiva masculina y el cómo la repetición de amarse a sí misma y la libertad puede hacer eco en las conciencias femeninas atrapadas para que logren un cambio en sus vidas pues la equidad y la vida libre de violencia aún tiene mucho camino por recorrer para llegar a su fin.

Y claro, no puedo dejar de agradecer a la pequeña Tamara que llevó su libro a clase para distraerme y encontrar a un nuevo poeta feminista.

Me despido con unos versos de Miguel Gane de su poema Atocha:

[…] y cúrate las cicatrices 

con tu propia saliva.

Quiérete

como querrías que te hubieran querido.

Juégatela por ti,

porque eres la única que

puede ganar

cuando todos lo vean perdido,

cuando todos te vean perdida.

 

Nos leemos pronto

Laus Deo

@paulanajber


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