- Los espacios en el tianguis alusivo al Día de Muertos son acaparados por puestos de comida y productos de importación
- Hasta en un 50 por ciento se han reducido las ventas de los pocos negocios que permanecen
Artesanos son relegados de las festividades próximas; la tradición de los puestos de calaveras para estas fechas de Día de Muertos va quedando en el olvido, se ha dado paso a productos comerciales que se pueden encontrar en otros establecimientos y a lo largo del año, pero las típicas calaveritas de barro y azúcar, los ataúdes de cartón con la sorpresiva huesuda y las frutitas de dulce y colorante vegetal apenas y se ven entre los puestos que ocupan la calle Arroyo de los Arellano, en el antiguo Barrio de Guadalupe, contiguos al Panteón de la Cruz.
Ahora la comida, la ropa, los cosméticos, juguetes no tradicionales y otros diversos artículos, en su mayoría importados, han ganado terreno en este espacio que antes se distinguía por el colorido y particular olor de las flores de cempasúchil, el papel picado, el pan de muerto, mandarinas, cacahuates, caña de azúcar y otra fruta de la temporada.
Rodrigo Sánchez lleva más de dos décadas dedicado a la decoración y venta de calaveritas de barro y otros artículos de la temporada, tradición que heredó de sus padres y que fomenta en sus hijos, con la mayor intención de que no se pierdan las costumbres de la región, ya que ha dejado de ser un negocio, pese al empeño y la dedicación que le ponen a cada pieza que decoran o que incluso elaboran, como es el caso de las calaveras de resina y catrinas de papel maché, que también forman parte de la exquisita colección artesanal que exhibe en una esquina del mercado que opera en estas fechas.
Lamentó que desde que se reubicaron los puestos, anteriormente instalados en la calle Guadalupe, aunado a la fuerte influencia de la cultura estadounidense e incluso oriental, que difunden el Halloween e incluso se extrañan y escandalizan de la fiesta con la que los mexicanos rendimos culto a nuestros difuntos, se han disminuido en más del 50 por ciento las ventas de sus artesanías.
“Se instalan muchos que quizá tengan necesidad de vender, pero yo lo que argumento es que aquí viene a ser el tianguis de Día de Muertos, entonces yo lo que creo es que si difundieran más o dieran más preferencia a los que venden artesanías de Día de Muertos, y aparte porque muchos son hechos por personas de aquí, con la esperanza de que lo podemos distribuir aquí, porque así es que no sé dónde se quedó todo el año”, enfatizó el vendedor.
Recalcó que es incomprensible que las autoridades no apuesten más por este tipo de artículos, que preservan la cultura y las tradiciones, sobre todo en el caso de la calavera de barro, que, aseguró, es propia de Aguascalientes, y que cada vez se ve menos en los puestos y, por ende, se va perdiendo en las nuevas generaciones.
“Esta calavera de barro a nosotros nos las queman unas personas muy humildes de Las Huertas y pues cada vez va bajando lo que yo le compro, porque a mí ya no se me vende casi en algún tamaño o si necesito de otro. A veces es difícil también como familia porque los que vienen con uno o dos chamaquitos al tianguis y si ya compraron otra cosa, quizás para la familia ya es muy difícil que te compren lo de Día de Muertos”, subrayó Rodrigo Sánchez.
Destacó que el tianguis ha perdido toda su esencia, siendo la mayoría de los puestos, ajenos a la tradición de Día de Muertos; de parte de la dirección de Mercados del Municipio de Aguascalientes no han tenido una respuesta concreta ante su reclamo, cuando es evidente la prioridad de espacio que se brinda a otros giros. “Yo les he expuesto que por qué no ponen una zona, toda seguida, donde estemos todos los que venden calaveras y ya se llega ahí y que vean la zona de artesanías porque muchas veces a mi puesto donde vienen amistades no lo encuentran porque no ven nada de calaveras”, consignó el artesano.