Permite la ingeniería desarrollar capacidades de hombres y mujeres en diferentes actividades - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Como mujeres jóvenes que son, Mercedes y Adriana, llegan a la entrevista con ropa moderna, zapatos de tacón y un poco de maquillaje. Casi de inmediato, comienzan a platicar sus experiencias como estudiantes y ahora como practicantes de la ingeniería industrial.

Ambas egresaron de la Universidad Panamericana (UP), campus Bonaterra; Mercedes Urzúa hace dos años y Adriana Reynoso hace uno. Coinciden en que lo que les atrajo de su carrera era la diversidad de actividades a las que se podían dedicar cuando la terminaran, pero también en que tanto la industrial, como otras ingenierías, tendían a ser carreras con una población masculina predominante, especialmente porque se trata de prácticas que requieren trabajo “rudo”.

Recuerda Mercedes: “cuando estaba como en tercer o cuarto semestre, empecé a ver mucho cuestiones técnicas y decía: es que yo no me imagino dentro de una planta”, situación que la hizo dudar si la ingeniería industrial era “lo suyo”.

Fue hasta que acudió a un congreso cuando comprendió que la habilidad mental y de solución de problemas que sus estudios le daban, podían aplicarse a cualquier área en el medio laboral.

Adriana añade: “a mí también me pasó, yo decía: yo no me imagino con casco, en la planta, así, con puro señor…”

Sin embargo, a través de la experiencia en prácticas profesionales y ya en su incorporación a la actividad aboral, Mercedes y Adriana se han dado cuenta que la ingeniería, en especial la industrial, permite que los hombres y mujeres desarrollen diferentes tipos de trabajo utilizando las capacidades y habilidades que por su género tiene cada uno.

Platican que hay ex compañeras que laboran como gerentes de piso, al mando de grupos numerosos compuestos sólo de varones, aunque admiten haber observado que mientras las mujeres muestran un mejor desempeño en actividades administrativas o que implican cierto grado de organización, los hombres lo hacen en actividades como el armado y la compostura de máquinas y la solución de problemas de tipo manual.

Incluso comentan que la población de mujeres en las carreras de ingeniería ha crecido desde que ellas ingresaron a la fecha.

En el caso de Mercedes, dice, tuvo la “suerte” de ser una de las 12 mujeres que acompañaban a 20 hombres en su generación; mientras que, asegura, una de sus amigas decidió estudiar ingeniería electrónica y era la única dama en un salón de más de 30 estudiantes.


A Adriana le sucedió algo similar, pues ella fue una de cinco mujeres que estudiaron ingeniería industrial, acompañadas de alrededor de 20 hombres. Pero en la actualidad y en el caso de la UP, incluso existe una ingeniería en la que la población más pequeña es de hombres, la ingeniería en innovación y diseño.

Mercedes y Adriana están contentas con su elección y con la actividad administrativa que desempeñan ahora en el campo de la educación; sin embargo, creen que parte de la poca demanda que todavía tienen las ingenierías por parte de las mujeres se debe a falta de conocimiento y de una mejor orientación vocacional.

Recomiendan a las chicas que estén interesadas en estas especialidades a no quedarse con los resultados de pruebas o las opiniones de maestros y familiares, sino acudir con profesionistas que trabajen en diferentes áreas, pues los consideran los más indicados para dar una perspectiva real.


Show Full Content
Previous Detienen por crisis financiera la impresión de cinco libros
Next Se integran a las filas de la policía estatal 28 nuevos elementos
Close

NEXT STORY

Close

Afirma Reynoso Femat que “de nada ni nadie me tengo que esconder”

23/05/2013
Close