Investigadores del Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering en la Universidad de Harvard han desarrollado un nano robot hecho de DNA (Ácido desoxirribonucleico) que podría, potencialmente, buscar células específicas enfermas dentro de nuestro cuerpo mediante células complejas que depositarían substancias particulares para combatir la enfermedad, particularmente en el caso de diferentes tipos de cáncer. Estos “Nano robots” están inspirados en el mismo Sistema Inmunológico Humano.
Usando un Método Origami de DNA (DNA Origami Method), en el cual complejas formas de objetos en tercera dimensión son construidos con hebras plegables de DNA, Shawn Douglas, un asociado de Wyss Technology Development, y el Doctor Ido Bachelet, un antiguo postgraduado de la misma institución, que ahora es profesor asistente en la Facultad de “Life Sciences and the Nano-Center” en la Universidad Bar-Ilan en Israel, crearon un robot de nano tamaño en la forma de un barril que está conectado por una especie de bisagra. El barril de DNA, que actúa como contenedor, está sostenido por un pestillo especial de DNA que puede reconocer y buscar combinaciones de superficies celulares proteínicas, que incluyen marcas de enfermedades. Al encontrar estas células, el dispositivo libera moléculas decodificadas que interactúan con los receptores de la superficie de la célula enferma. Los experimentos de Douglas y de Bachelet han sido usados en los casos de Leucemia y Linfoma. Como el DNA es un material natural biocompatible y biodegradable se ha reconocido este método como un viable camino para depositar en el cuerpo humano medicinas y señales moleculares. Sin embargo, es una obra en proceso, y aún están tratando de superar algunos retos para su implementación, en cuanto a la programación de los “nano robots”.
Esto tiene implicaciones formidables para el tratamiento de enfermedades en un amplio espectro, pues la manipulación directa y particular de las células mejorará los tratamientos. Pero, pensando a futuro, no sólo será aplicable para combatir y corregir enfermedades, sino que podría ser utilizada, una vez dominada la técnica, para lograr el mejoramiento de otras células, optimizarlas. De esta manera, se vislumbra uno de los sueños de la ciencia ficción, que sería el podernos convertir en la mejor versión de humanos que podamos.
Los “nano robots” podrían convertirse en el pan nuestro de cada día. Esto es, así como usamos vacunas para prevenir enfermedades, desde niños nos implantarían estos “nano robots”, no sólo como prevención sino para mejoría y avance de nuestros órganos y de los procesos de nuestro cuerpo. Algunas de las ventajas serían el poder acelerar nuestros procesos mentales, mejorar nuestra visión, optimizar nuestro metabolismo, tener la capacidad de una respuesta más rápida y ágil de nuestros cuerpos, y posiblemente una mayor potencia de nuestros músculos. Un futuro donde los “nano robots” serán parte de nosotros, y los humanos, quizá, seamos una suerte de “Cyborgs” que nos puedan ofrecer la mejor versión del ser humano. La capacidad de perfección del cuerpo. Pero también esta posible maravilla contiene, en sí, la posibilidad para una contra disposición, esto es, el mal uso de la tecnología. Pero ese riesgo está latente en cada conocimiento que hemos adquirido, así que el beneficio de esta nueva técnica, habrá de mejorar nuestras vidas. No se trata de un pesimismo infundado, pues cada avance tecnológico que la humanidad ha tenido ha sido usado, primero, como un arma en contra de los demás. Llámese internet, teléfonos celulares, escáneres, localización por satélite, etc. Todas estas cosas fueron primero desarrolladas por los ejércitos como armas estratégicas, y ahora que para ellos son obsoletas, han sido liberadas al público en general. La fusión nuclear que provee de energía a una buena parte de las ciudades del planeta fue usada para desarrollar la bomba atómica. Las armas bacteriológicas son otro caso de mal utilización de los avances del conocimiento. Sin ir más lejos, la invención del arma de fuego con la que el proceso de cacería se volvió más fácil, ha sido una de nuestras más grandes pesadillas. La cantidad de personas que mueren en el mundo por armas de fuego es casi absurda, y sin embargo, ningún gobierno ha puesto remedio a esto eliminando el arsenal que existe en el mundo, debido a que es uno de los más lucrativos negocios. Aquí en México se prohibió la comercialización de las armas de fuego, y ahora es la Secretaría de la Defensa la única fuente autorizada para tales adquisiciones. Sin embargo, el crimen organizado, y el criminal común y corriente, siguen teniendo acceso a comprar armas de fuego en el mercado negro. El nuevo regente de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, a razón de una segunda víctima por una bala perdida durante sus compras de mandado en un Tianguis en la delegación de Iztapalapa, ha ordenado en proceso de desarme en dicha delegación. ¿Por qué no en toda la ciudad? ¿Por qué no en todo el país? En Newtown, Connecticut, ayer un joven mató en una escuela a su Mamá, que era maestra, y a 20 niños más. Hay exámenes hasta para conducir un auto, pero no hay requisitos, salvo la mayoría de edad para comprar armas en Estados Unidos. ¿Cuándo será el día en que nuestros representantes pongan al servicio de nosotros la tecnología para ofrecernos seguridad y mejores condiciones de vida? ¿Nos tocará ver a los “Cyborg” mafiosos usando la “nano tecnología”?