Un concierto lleno de ese delicioso aroma de lo hecho en casa, el programa del primer concierto de nuestra Sinfónica estaba impregnado de Aguascalientes, no había un solo elemento que le fuera ajeno a esta tierra de la gente buena. Las obras anunciadas eran de compositores locales o íntimamente ligados a nuestra ciudad, iniciando con el estreno mundial del poema sinfónico Acción–reacción del compositor aguascalientense Francisco Javier González Muñoz, él es un gran violinista, en algún momento fue parte de la OSA, director de orquesta, también llegó a dirigir nuestra máxima entidad musical, y sobre todo compositor, ya hace algunos años le había escuchado una obra para ensamble de cuerdas que fue ejecutada por la extinta Camerata Aguascalientes, fundada y dirigida por el maestro Rafael Machado que en aquel momento, hablo quizás de 1999 o por ahí, era concertino de la Sinfónica. Por otro lado, el maestro Javier González tuvo la gentileza de obsequiarme, no hace mucho, un disco con música compuesta por él, en fin, la obra que se interpretó de él es de belleza incuestionable.
La segunda obra programada es definitivamente de repertorio, el célebre Concierto Del Sur para guitarra de Manuel María Ponce, como sabemos, originario de la vecina Zacatecas pero desde muy pequeño residente de esta ciudad, como dijo el maestro Barrios en alguna ocasión cuando dirigía la OSA: “Ponce es de Aguascalientes, fue a nacer a Zacatecas pero luego se regresó”. De hecho, en su natal Zacatecas, él es de Fresnillo, no hay un solo vestigio de su presencia en estas tierras, aquí en Aguascalientes, además de su piano, está toda su historia perfectamente documentada, de niño fue organista del templo de San Diego, él vivía muy cerca de este recinto, en la calle Primo Verdad, en la cuadra que va de Zaragoza al tempo de San José. En fin, el solista para este concierto originalmente dedicado y compuesto por encargo de Andrés Segovia, fue el maestro Rodrigo Neftalí, que si bien es cierto que es originario de la Ciudad de México, como Ponce creció en Aguascalientes y estudio en esta ciudad, en el Centro de Estudios Musicales Manuel M. Ponce.
La obra que cerró el programa es del médico de profesión y compositor Ricardo Martín Jáuregui nacido en esta ciudad, además de la medicina, entiendo que es psiquiatra, la música ha sido su forma de vida, es compositor, pianista y director de orquesta, en alguna ocasión, lo recuerdo bien, dirigió la OSA en un concierto ofrecido en Catedral, y su lenguaje musical no se centra únicamente en la música de concierto, en el jazz tiene toda una tradición a nivel nacional. Recuerdo que en alguna ocasión, en un festival de jazz realizado en el Foro del Lago la lluvia interrumpió su improvisación que apenas iniciaba en el piano. Pero regresando al concierto que abrió la tercera temporada de la OSA, todo este compromiso le fue encomendado a la batuta del maestro Gordon Campbell, que dirigió nuestra Orquesta de 1993 a 1999 si no me equivoco.
El poema sinfónico de Javier González me dejó gratamente impresionado, una partitura cuyo lenguaje contemporáneo no la hace ni lejana ni de difícil acceso para quienes escuchamos, al contrario, su lenguaje es amistoso y nos atrapa con facilidad, una obra muy bien estructurada y con una idea clara de a dónde pretende llevarnos con su música.
De Ponce, bueno, uno de sus tres conciertos junto con el Romántico para piano que está programado en esta misma temporada y encomendado al maestro Mauricio Nader, pero ya platicaremos de él en su momento, y el de violín.
El instrumento solista en el Concierto Del Sur estuvo a cargo del maestro Rodrigo Neftalí y nos regaló una ejecución soberbia de esta noble partitura. Rodrigo Neftalí es un gran guitarrista y se desenvuelve con la misma solvencia en diferentes lenguajes musicales, la música de concierto, el jazz, el rock, recordemos que él se quedó en Wando en el lugar que dejó Sergio Vallín para integrarse a maná hace ya algunos años. Una interpretación muy honesta y respetuosa de la partitura pero profundamente sensible, casi íntima, muy personal, hizo suya la obra, legalmente se la apropió y nos deleito con su versión del hermoso Concierto Del Sur del llamado príncipe del nacionalismo musical mexicano.
Respecto a la obra de Ricardo Martín Jauregui, no sé, muy bien ejecutada por la Sinfónica y por el maestro Campbell, pero no sé, de verdad tengo mis dudas, la primera impresión fue de encontrarme de frente con la creación de Víctor Frankenstein mal armado, de repente nos mostraba un México autóctono y de repente es un México vernáculo para pasar a un México con tintes contemporáneos y luego con ritmos latinos, pero lo verdaderamente sorprendente es que surge, quién sabe de dónde tímidas citas a Vivaldi, concretamente a las Cuatro Estaciones, y la verdad, no veo que venga al caso, es un recurso innecesario.
Pretendí escribir sobre esto al llegar a casa, pero la verdad preferí esperar al día siguiente para digerir bien lo escuchado, pero no, sigo pensando lo mismo, la verdad no me gustó, me pareció un exceso de recursos y en tal caso me quedo con el Mosaico Mexicano de Mateo Oliva, pero en fin, esto no es más que una opinión personal, conversando con algunas personas al terminar el concierto, la obra de Martín Jáuregui les gustó, la verdad a mí no.
La próxima semana, en el segundo concierto de temporada tendremos una noche mexicana en el Teatro Aguascalientes, la cita es a las 20:00 horas este viernes 13 de septiembre, por ahí nos vemos si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces.