- No concuerdan cifras de López Obrador del combate al robo de combustible con los puntos de venta y perforaciones clandestinas de ductos que aún se perciben
- Comprar combustible ilegal se traduce en competencia desleal en el sector del autotransporte de carga
Entre los logros destacados por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en la rendición de su primer informe, dijo que gracias al apoyo de la gente se pudo eliminar prácticamente el problema del huachicol; en 2018, el robo de combustible significó una pérdida a Petróleos Mexicanos de más de 60 mil millones de pesos.
Lamentó la explosión de un ducto en el estado de Hidalgo que costó varias vidas, situación que aseguró incidió también en la reducción del robo de combustibles con lo que se logró disminuir este problema en un 94 por ciento, lo que se traduce en la recuperación de cerca de 50 mil millones de pesos en el presente año.
Para el sector del autotransporte los datos son otros, preocupa que la extracción y venta ilegal de combustibles continúe, ya que a la fecha se perciben en carreteras y poblados los sitios donde se llevan a cabo delitos de este tipo, en el proceso el combustible se derrama y deja las marcas, indicó el presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga en el estado, Roberto Díaz Ruiz: “Yo veía con preocupación lo del huachicol, que ya nada más queda el 6 por ciento, el 94 por ciento fue el que señaló que ya se había abatido, pero esas cifras habrá que revisarlas porque la percepción es muchísimo mayor”.
El líder local de los transportistas puntualizó que tan sólo en el tramo de los ductos que van de Celaya a Querétaro se tenían detectados más de 50 puntos de perforaciones clandestinas; resaltó que la reducción de estos sitios donde se extrae ilegalmente el material carburante ha sido mínima. Cabe recordar que el pasado 1 de julio se registró una explosión en uno de estos ductos de Pemex en la colonia Rancho Seco del municipio de Celaya, donde resultaron tres personas heridas y más de 150 fueron desalojadas de sus casas, sitios de trabajo o escuelas en la zona.
Díaz Ruiz precisó que en el caso de los 70 kilómetros que abarcan los ductos que conducen el combustible de Saltillo a Monterrey, se registraban más de 100 puntos de saqueo de producto para el huachicol, una gran cantidad de éstos siguen operando: “Sabemos que es complicado, muchas veces la vida de quienes ayudan a cometer ese delito está en riesgo; no te preguntan si quieres vender o si no quieres vender, entonces yo creo que el tema va muchísimo más allá, pero si también la sociedad colabora a su combate, que reporten donde ocurren este tipo de hechos, porque no creas que se esconden mucho, son unos tejabancitos y en el piso se ve la mancha del combustible regado”.
El presidente de la Canacar indicó que han podido indagar que el precio en que se comercializa el combustible robado es de alrededor de 12 pesos el litro, mientras que en las estaciones oscila entre los 20 y 21 pesos; subrayó que quienes incurren en este delito con la adquisición principalmente de diésel robado para el uso en sus unidades de transporte de carga, además se convierten en una competencia desleal en el sector, porque es imposible competir por los precios que se manejan en el mercado formal: “A 15 (pesos) que lo comprara, es una gran diferencia porque anteriormente el diésel valía muy barato pues ni cuenta le hacíamos, ahorita entre las casetas de cobro y el diésel se llevan casi el 60 por ciento de todos los ingresos de una empresa de transporte”.