- Ante una eventual Ley General de Ciencia y Tecnología hay que fortalecer el Sistema Nacional de Investigadores, los Centros Públicos de Investigación y los datos abiertos
Aunque en años recientes la tasa de publicaciones científicas mexicanas ha ido en aumento aún prevalece en México una cantidad considerable de académicos e investigadores científicos ágrafos: tres cuartas partes de los profesores de las universidades no han escrito un solo artículo de investigación, reveló Félix de Moya-Anegón, fundador de Scimago, una institución que analiza las publicaciones científicas de cada país.
Podría haber una conexión entre este fenómeno y la falta de apoyos y recursos ya endémica en nuestro país; es decir que, si lo que queremos hacer es ir al fondo del problema tenemos que reconocer que la cultura académica ha crecido pero la tasa de inversión prácticamente ha permanecido inalterada. Entonces, las políticas públicas y los recursos son tareas capitales que tienen que ir de la mano, así lo dijo Moya-Anegón ante el panel de especialistas que comentaron su conferencia magistral: “Principales Indicadores Cienciométricos y los Retos del Futuro”, que se llevó a cabo, este viernes, en el auditorio de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y con el apoyo del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
Conservar y reforzar
Ahora que está en ciernes una nueva Ley de Ciencia y Tecnología debería fortalecerse el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), los Centros Públicos de Investigación (CPI) y las bases de datos abiertos, pues son algunas de las políticas públicas que han colaborado al avance de la ciencia mexicana, dijo en su turno, en la ronda de comentarios, la doctora Cristina Puga, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (FCPyS-UNAM).
Con respecto al constante 0.5 por ciento de inversión en ciencia dijo la doctora Puga: “Hay una promesa continua del aumento de presupuesto a las ciencias pero siempre nos hemos quedado por debajo de la meta. Esta es una demanda a la que no debemos ceder”.
A esta opinión se sumó la del doctor Primo Alberto Calva, quien destacó la labor del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt), pues ha hecho de la investigación una estrategia de aprendizaje, dijo, y ahora debe “potenciar los grupos de investigación que tenemos a través de la cooperación”.
Miguel Ángel Pérez Angón, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), dijo que además se necesita mirar los detalles para tomar decisiones precisas y reveló que la descentralización de la ciencia ha llegado a 34 por ciento en la zona metropolitana, de acuerdo con estudios de su grupo de análisis.
Carmen Rodríguez Armenta, en representación del subsecretario de Educación Superior de la SEP, Luciano Concheiro, dijo que es importante que el acceso abierto a la ciencia,la educación y la innovación esté presente en el ámbito regional. “No podemos seguir manteniendo este desfase en la educación”.
A la discusión, Mario Andrés de Leo-Winkler, director del SNI sumó la importancia de la formación de la cultura científica en los más jóvenes. Propuso “ver el SNI como una aglomeración transgeneracional y transversal que puede acercar la ciencia a los más jóvenes y acompañarlos para que se conviertan en el futuro de México”.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico