- Deficiente la comprobación del gasto
- La construcción se inició sin los permisos necesarios
El “FAM 2011” es un expediente generado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) para registrar las incidencias ocurridas durante la construcción del Laboratorio de Gestión del Diseño en ciudad universitaria. Al indagar sobre el último ejercicio fiscal del plantel, el Órgano Superior de Fiscalización (OSF) dio con una serie de irregularidades en la obra.
La dependencia del Poder Legislativo determinó que el edificio fue recibido “sin estar en condiciones de operar”, y anotó que “los muros de concreto aparente de la cabina de proyección presentan oquedades por falta de vibrado, de igual manera se presentan grietas en la losa baja ubicada en el área de exposición del diseño”.
El perito Roberto Fernández Pacheco, respondió la UAA, ha señalado que dichos desperfectos no ponen en peligro la estructura del inmueble.
De acuerdo con el propio OSF, se constató que no obstante la realización del pago respectivo, aparatos como paneles fotovoltaicos, inversores de corriente, controladores, centro de carga y baterías no estaban conectados entre sí. En teoría la supervisión de este proceso también debió pagarse.
Otra de las observaciones alude a la raya de los trabajadores, para la cual se presupuestó 1 millón 429 mil 647 pesos, y a final de cuentas fueron erogados 3 millones 35 mil 415.
Aquí la Universidad argumentó que la empresa Construcción y Mantenimiento de Estructuras Civiles tuvo atrasos en los trabajos de estructura metálica y herrería, lo cual desembocó en tiempos muertos y en la posterior ampliación de jornadas laborales y contratación de un mayor número de personal para poder concluir el edificio dentro del plazo señalado.
Toda vez que el OSF no encontró en el expediente el programa relativo a la utilización de recursos humanos a detalle, estimó que la impugnación no podía declararse solventada.
Asimismo hizo ver que los permisos de obra fueron tramitados después del arranque de la misma.
Al sentenciar el ejercicio de recursos, el OSF manifestó que la Universidad debería dar vista a su contraloría para deslindar responsabilidades sobre los funcionarios “responsables de ejecutar obra por administración sin integrar debidamente la documentación comprobatoria del gasto”.