El acuerdo político nacional / Norma González en LJA - LJA Aguascalientes
22/11/2024

 

El domingo pasado se firmó un acuerdo entre los tres partidos políticos más importantes de México, y el recién electo Presidente Enrique Peña Nieto. Este evento que es de gran trascendencia para la vida política del país, tiene algunas repercusiones internas en los tres partidos.  En esta ocasión hablaré de las del PRD.

Está claro que al interior del PRD, existen dos corrientes que observan al país con lentes y visiones totalmente diferentes. Una es la de Andrés Manuel López Obrador que de alguna manera está en proceso de conformar un nuevo partido de izquierda, la otra corriente que coincide plenamente con esta visión y que permanece en el PRD, es la de René Bejarano y Dolores Padierna. Junto con otras corrientes han decidido formar un bloque contra la corriente que actualmente tiene mayoría en los órganos internos del partido que es Nueva Izquierda.

Se viene un proceso de ruptura muy fuerte porque Bejarano ha puesto como condición para aceptar la firma del pacto, ser él quien conduzca la interlocución con el gobierno y ha solicitado formar parte del equipo que elabore y   dé forma al acuerdo político nacional.

Este bloque fue el que anunció su oposición a la firma del pacto y que de alguna manera obliga a este grupo a asumir una posición  respecto al pacto ya firmado y también su permanencia en el PRD.

Del lado de “los moderados” además de la corriente Nueva Izquierda, está Marcelo Ebrard y Manuel Camacho Solís, junto con Miguel Ángel Mancera. En el caso de los dos primeros también reclaman llevar la conducción del proceso y las negociaciones. Consideran que “los chuchos” están monopolizando el proceso y al no ser incorporados se quedaron sin intervenir, reclamando  de manera legítima, creo yo, el estar en primera línea.

La firma del pacto cambia cosas al interior del PRD, ya que la población no sólo espera, reclama acuerdos que beneficien al país y está cansada de las luchas internas de los partidos que piensan más en lograr posiciones internas que en el beneficio del país.

Este pacto va a generar una gran crítica a los moderados, no sólo al interior del PRD, muchos círculos que simpatizan con una izquierda más ortodoxa también van a ver mal la firma del pacto.

Pero el resto de los actores sociales, es decir la gran mayoría en la que están incorporados los intelectuales, académicos, clases medias y sectores populares van a ver bien la construcción de este acuerdo, más si el país tiene un proceso de estabilidad política y económica. Se espera que trascienda en el ámbito de las reformas estructurales y de contenido social, así como políticas públicas que puedan ir conformando decisiones que cambien el rumbo del país.


Junto con los partidos políticos, la Cámara de Diputados y el Senado, se integrará un Consejo Consultivo que valide los pasos que se van a ir dando para darle forma a los acuerdos. Este Consejo  estará integrado por ciudadanos destacados y de amplia trayectoria como  José Woldenberg, Juan Ramón de la Fuente, los rectores de las principales universidades incluyendo por supuesto a la UNAM, y una serie de especialistas en distintos temas que se conviertan en observadores con autoridad para sancionar el cumplimiento de los acuerdos.

Existe un compromiso y una aparente voluntad política de todos los actores involucrados por lograr reformas profundas que restrinjan los cotos de poder en las estructuras sindicales, los monopolios, las grandes empresas que pagan pocos impuestos, etc.

Sólo con un pacto como éste se va a  poner en orden a los poderes fácticos que se han beneficiado de las estructuras políticas y económicas que el viejo sistema les otorgó y que hoy pueden ser modificados siempre y cuando se dé a partir de un gran bloque político  que tenga  respaldo social. Ni el PRI, ni el PAN ni el PRD solos, podrían lograr esta hazaña aún teniendo el control del gobierno.

Si este pacto logra construir una serie de acuerdos que se conviertan en acciones que beneficien a las mayorías sobre las minorías privilegiadas, el país va a ganar. Es un experimento que no tiene precedentes, y si se logra bien, México y la mayoría de los mexicanos saldremos ganando.

Mi correo: [email protected]


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