Motivado por el 108 aniversario luctuoso de uno de mis compositores favoritos, Gustav Mahler, y considerando que un problema en mi hombro derecho me tuvo incapacitado en casa varios días, me di a la tarea de seleccionar algunas de sus obras y disfrutar con calma de este genio de la música, y mientras escuchaba la que muy probablemente sea mi sinfonía favorita de las nueve completas que él compuso, me refiero a la novena, que la entiendo como una especie de compendio del universo, como una totalidad, no como la suma de la partes, porque el todo, en este caso, es más que la suma de las partes, es una especie de unidad íntegra, completa y terminada que, por supuesto, no le sobra ni le falta nada. Aunque muchos musicólogos, seguramente con mucho mayor conocimiento de cusa que yo, consideran la octava de Bruckner como la sinfonía de las sinfonías, para mí, en mi gusto y criterio estrictamente personal, esta distinción la tiene la novena de Gustav Mahler.
Pues bien, estaba yo repasando ese delicioso repertorio mahleriano, sinfonías y lieder cuando sin pretenderlo me perdí en la reflexión de cuáles han sido los sinfonistas más grandes en la siempre inconclusa historia de la música, bueno, obviamente este atormentado judío converso al catolicismo, el tres veces apátrida Gustav Mahler debe ser uno de ellos, pero los nombres empezaron a surgir y yo a revisar mi fonoteca, de ahí surge la inquietud, casi como satisfacción personal, de repasar en este Banquete a algunos, seguramente no todos, de los compositores de sinfonías que han modificado el curso de la historia, y bueno, se me ocurre proponerte mi lista de esos grandes protagonistas del sinfonismo universal. Hago la aclaración, seguramente pensarás que no son todos los que están ni están todos lo que son, de cualquier manera no pretendo proponerte esto como verdad absoluta, es solo mi punto de vista, eso y nada más, si tienes otras sugerencias te agradecería que la compartieras conmigo.
No seguiré ningún criterio ni orden, la lista no obedece a preferencias, ni jerarquías, mucho menos a un orden cronológico, simplemente van saliendo los nombres de estos grandes compositores.
Mira, amigo melómano, yo sé que Mozart compuso 41 increíbles sinfonías, especialmente las últimas son auténticas obras maestras, o Haydn, a quien se le considera el padre del género, con sus 104 sinfonías, aunque el catálogo de Hoboken incluye cuatro obras más señaladas como sinfonías, y muchas de ellas son verdaderos portentos del lenguaje sinfónico, sin embargo, ni Mozart ni Haydn, los dos máximos representantes del clasicismo vienés, los podríamos ubicar como grandes sinfonistas, no porque no lo sean, sino porque su producción musical abarca prácticamente todos los géneros de la música, es decir, sinfonías, conciertos, oratorios, la imprescindible música de cámara, en los dos, Mozart y Haydn han compuesto cualquier cantidad de obras para pequeños ensambles instrumentales, de hecho, a Haydn se le reconoce también como el creador de cuarteto de cuerdas, y ambos han abordado solventemente todas las posibilidades y lenguajes musicales, lo que hace que su propuesta musical sea mucho más variada y no se centre específicamente en un solo género, así que por este motivo, no incluiría en mi lista a estos dos máximos representantes del clasicismo, o quizás sea, en el caso específico de Mozart, no sé, quizás se deba a que nunca he sido precisamente un mozartiano consumado, claro, me gusta, no creo que alguien, en su sano juicio, no le guste la música del genio de Salzburgo, pero no es definitivamente, uno de mis favoritos.
Bien, pues la lista quedaría así, inició con Ludwig van Beethoven, aunque al igual que Mozart y Haydn cultivó todos los lenguajes de la música y que incluso se considera su producción en música de cámara, específicamente sus últimos seis cuartetos de cuerdas como lo más grande creado en la historia de la música, así lo señala, por ejemplo, el escritor ruso León Tolstoi en su impresionante ensayo ¿Qué es el arte?, vale la pena leer ese libro y releerlo las veces que sea necesario, y los grandes musicólogos y estudiosos de la música de Beethoven coinciden en este señalamiento. Beethoven también llevó el lenguaje concertante hasta sus últimas consecuencias, las sonatas, para piano solo o para violín y piano o cello y piano, su ópera Fidelio, sus grandes producciones sacras, Cristo en el monte de los Olivos, sus dos misas, la escrita do mayor y la monumental Solemnis que es una de las máximas pruebas para cualquier cantante, solista o en coro. Sin embargo su impresionante corpus de nueve sinfonías es una de las más certeras definiciones del lenguaje sinfónico, creo, a riesgo de que me contradigas, que el impacto de las sinfonías de Beethoven en el universo de la música es mucho más influyente que el logrado por Haydn y Mozart, con Beethoven la sinfonía encuentra la más grande revolución, se reinventa, en fin.
Pero mira, veo el contador de palabras y ya queda poco espacio, rápidamente continuo con mi lista y Mahler, por supuesto es obligado junto con Bruckner, el juglar de Dios, Dvorak, Schubert, todos estos músicos compusieron 9 sinfonías antes de morir, ninguno pasó la aduana de la novena, Mahler lo intentó pero la décima quedó inconclusa.
La lista la completan Shostakovich con sus 15 sinfonías, Brahms que aunque sólo compuso cuatro, son de una importancia incuestionable. No hay forma de dejar afuera las seis impecables sinfonías de Tchaikovsky y las seis sinfonías de Mendelssohn, la última solo para cuerdas.
Pues aquí te dejo mi propuesta de los más grandes sinfonistas en la historia de la música, a ver qué opinas.