- Intervino la fuerza pública para liberar la avenida Madero, unos alegaban derecho a la libre manifestación, los otros, el derecho de la ciudadanía al libre tránsito
- Lo que comenzó como una protesta pacífica terminó en golpes, detenciones, repliegue y amenazas
- Al primer corte oficial se informó sobre doce detenidos; diez hombres y dos mujeres
Con la intervención de la fuerza pública, grupos de antimotines y grúas para remolcar los camiones que obstruían desde las 6:00 horas la circulación de una de las principales calles de esta ciudad, fue como se ordenó el repliegue de operadores y concesionarios de Atusa que se manifestaron la mañana del lunes al estacionar sus camiones sobre la avenida Madero.
La protesta se originó por la inconformidad de concesionarios ante la entrada de la nueva empresa de transporte Yovoy y el retiro de unidades que no cumplen con la normatividad y lineamientos establecidos de cara a la modernización del servicio público.
Cerca de las 8:30, ambos bandos acordaron liberar la vía tomada por aproximadamente 70 camiones urbanos, siempre y cuando autoridades de Gobierno del Estado retiraran de la zona tanto a los elementos antimotines que se apostaron desde temprano en el lugar de conflicto, como las grúas que enviaron para el remolque de las unidades en manifestación. Nadie cumplió y entonces se suscitó el enfrentamiento.
Mientras que grupos antimotines avanzaban para replegar a los manifestantes, mujeres, niños, choferes y unos cuantos concesionarios, los menos, se oponían al desalojo de las unidades, incluso, optaron por colocarlas de tal forma que se evitara la acción de las grúas contratadas para el operativo.
En medio de la trifulca, resultaron personas lesionadas y el primer corte oficial señaló un total de doce detenidos; diez hombres y dos mujeres.
En uno de los momentos críticos que se vivieron frente a la plaza principal de esta ciudad, uno de los operadores fue sometido por lo menos por diez policías estatales, mientras que los civiles que participaron en la manifestación exigían a gritos a los uniformados que cesaran los actos represivos.
En este caso, el hombre fue sometido por los estatales que utilizaron macanas, técnicas de inmovilización ejecutadas entre varios y una vez que el detenido ya se encontraba en el piso uno de los elementos colocó su rodilla en el cuello del manifestante, lo cual despertó la cólera de quienes fueron testigos del violento momento.
Al insistir en no remover las unidades, los policías optaron por subir en grupo a los camiones urbanos y mientras subía la tensión, proliferaban los connatos, la represión y la provocación, niños y mujeres permanecieron en todo momento como parte de la trifulca.
La manifestación se extendió por cuatro horas hasta que finalmente la fuerza pública ordenada por el Gobierno del Estado de Aguascalientes avanzó y liberó la avenida Madero; la gran mayoría de los operadores retiraron sus unidades sin la operación o intervención de grúas contratadas para el desalojo, mientras que cinco camiones sí fueron detenidos; concesionarios advirtieron que esta no será la última manifestación pública en defensa a su actividad y su negocio.